Cómo debes almacenar el atún enlatado para mantenerlo correctamente
Cómo debes almacenar el atún enlatado y cuándo es un riesgo para tu salud
Evita dejar las latas de atún en el piso ni en áreas húmedas como debajo del fregadero. Crédito: Tim Boyle | Getty Images
El atún es un alimento saludable que puedes almacenar por largos periodos de tiempo. El pescado enlatado seguro para su consumo, mantiene su calidad y frescura siempre que lo almacenes de la manera correcta.
El pescado enlatado comercialmente, como el atún, puede almacenarse hasta por cinco años en la despensa, según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA). FoodSafey señala que para consumir un pescado que mantenga la frescura y la calidad se debe consumir dentro de los primeros tres años si se almacena en la despensa desde la fecha de compra.
¿Cómo almacenar correctamente el atún enlatado?
El atún enlatado debe almacenarse en una despensa, alacena, armario o área de almacenamiento fresco y seco.
Debes mantener las latas secas para evitar que se oxiden. No dejes las latas de atún en el piso ni en áreas húmedas como debajo del fregadero de la cocina o cerca del refrigerador o lavavajillas.
El lugar de almacenamiento debe estar alejado del calor. Por ello debes procurar que no haya cerca tuberías de agua caliente y electrodomésticos como la estufa y el refrigerador. puesto que emiten calor cuando están en uso.
Para evitar que de aplasten las latas, evita poner sobre ellas artículos más pesados.
Coloca las latas más viejas enfrente o arriba para que sean las primeras que uses.
Si la lata no tiene una fecha de caducidad, márcala con la fecha de compra y consume el atún dentro de los primeros 12 meses posteriores.
Si conservas el atún en un garaje sin calefacción, SFGate recomienda asegurarse de que las latas no se congelen durante los meses de invierno. Esto puede hacer que la lata se hinche o se oxide.
¿Cuándo no debes consumir el atún enlatado?
De acuerdo a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), los alimentos enlatados en casa y comprados en tiendas pueden estar contaminados con toxinas u otros gérmenes dañinos si:
- El recipiente está goteando, abultado o hinchado;
- El recipiente se ve dañado, agrietado o anormal;
- El recipiente derrama líquido o espuma cuando se abre; o
- La comida está descolorida, enmohecida o huele mal.
En estos casos no debes consumir el alimento y debes desecharlo.
Otras recomendaciones
Una vez que se abre un alimento enlatado debe ser tratado igual que uno fresco y si requieres conservar parte del contenido, debes refrigerarlo en otro recipiente (de vidrio o plástico) taparlo y refrigerarlo para que el alimento preserve mejor sus cualidades y sabor.
No se recomienda conservar alimentos en latas abiertas ya que el contacto entre el alimento, el metal y el oxígeno puede provocar la aparición de óxido con la lata.
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