Cuomo asume “vacío informativo”, pero insiste en que muertes en ancianatos de Nueva York es un caso “político”; 55% lo acusa en último sondeo
El gobernador dijo que ha habido "mucha distorsión", teorías de conspiración y "desinformación"
Durante una conferencia de prensa virtual desde Albany, ayer el gobernador Andrew Cuomo enfrentó las acusaciones de su responsabilidad en la muerte masiva en ancianatos de Nueva York por su gerencia durante la pandemia, culpando de nuevo a la “política” por el escándalo.
“Un gobernador Cuomo sin disculpas se duplicó en una letanía de excusas pasadas el lunes”, resumió New York Post, el diario que reveló la semana pasada las admisiones de Melissa DeRosa, su principal asistente, sobre el ocultamiento de las cifras de muertes en los ancianatos.
Ayer DeRosa se sentó a la derecha de Cuomo, pero no habló, mientras el gobernador afirmaba que “no hay nada que investigar” con respecto al encubrimiento que ella confesó la semana pasada durante una videoconferencia con legisladores Demócratas.
Cuomo nunca abordó directamente los comentarios grabados de DeRosa el miércoles en los que admitió que “nos quedamos paralizados” sobre si debíamos aclarar ante la Legislatura, o el público, las muertes en hogares de ancianos ante una investigación federal del Departamento de Justicia (DOJ).
El gobernador afirmó ayer una vez más que el estado siempre había informado la cantidad de residentes de hogares de ancianos muertos por COVID-19, a pesar de que sólo comenzó a publicar cifras sobre los que murieron en hospitales después de un informe condenatorio el mes pasado de la procuradora general estatal Letitia James (D).
Fue un giro, pues durante el otoño la procuradora James afirmó que el gobierno de Cuomo no estaba obstaculizando ilegalmente la divulgación de esa información, solicitada reiteradamente desde Washington por el DOJ.
Hasta el sábado, según las cifras oficiales 13,407 residentes de hogares de ancianos han muerto a causa de COVID-19 en NY, incluidos 4,181 (más del 31%) en hospitales.
“El año pasado, hubo un ambiente político tóxico y todo es político”, dijo Cuomo durante la conferencia de prensa de ayer, ofreciendo sus primeros comentarios públicos días después de las declaraciones de DeRosa. “Hay posiciones políticas y hay hechos”, insistió.
Más tarde, emitió una declaración en la que dijo que el estado era “integral y transparente en nuestras respuestas al Departamento de Justicia, y luego tuvo que enfocar inmediatamente nuestros recursos en la segunda ola y el lanzamiento de la vacuna”.
Reiteró su defensa de su orden del 25 de marzo, muy criticada del Departamento de Salud, para que los hogares de ancianos aceptaran pacientes con coronavirus dados de alta de los hospitales.
Cuomo dijo que ha habido “mucha distorsión” con respecto a la orden rescindida desde entonces, que dijo que fue emitida por “profesionales que hicieron lo mejor que pudieron” y siguiendo la guía del gobierno federal.
Dijo en repetidas ocasiones que asumía la responsabilidad por “el vacío” de información oficial que, según él, condujo a teorías de conspiración y “desinformación” en medio de la pandemia. “No hay excusas. Acepto la responsabilidad por eso. Yo estoy a cargo”.
“Estábamos demasiado concentrados en hacer el trabajo y abordar la crisis del momento… Creó confusión, cinismo y dolor en las familias de nuestros seres queridos”.
Según una encuesta divulgada la semana pasada, 48% de los neoyorquinos culpa al gobernador por las muertes masivas de residentes, parientes y empleados de ancianatos tras su orden del 25 de marzo. Otro sondeo ayer subió a 55% la cifra de quienes lo consideran responsable en ese caso, aunque la mayoría sigue respaldando (61%) su gestión en la pandemia.
En general, en la gestión de Cuomo sobre el COVID-19 se supo que además limitó sus contactos con el gobierno federal para discutir soluciones, en medio de sus peleas con el entonces mandatario Donald Trump, aún siendo NY de lejos el estado más afectado por la pandemia, en muertes y pérdidas económicas.
A fines de agosto el DOJ ya había enviado una misiva de Washington DC a Albany (NY) solicitando detalles sobre la polémica orden de Cuomo que habría causado miles de muertes en hogares de ancianos durante la pandemia. Pero el gobernador respondió culpando a la prensa y congresistas Republicanos de acusarlo sobre el tema.
En paralelo, Cuomo publicó en octubre el libro “American Crisis: Leadership Lessons from the COVID-19 Pandemic”, descrito en su comunicado de prensa como un “retrato notable del liderazgo durante la crisis y una historia descarnada de decisiones desgarradoras que señalan el camino hacia un futuro más seguro para todos nosotros”.
Muchos parientes de fallecidos criticaron el lanzamiento del libro, llamándolo desconsiderado, presumido y apresurado, mientras la pandemia seguía causando estragos.
New @SienaCollege Poll: Cuomo’s Handling of Pandemic Still Gets Strong Approval, Particularly for Communicating and Providing Accurate Info – https://t.co/Ua7q2FMBnK
— John Matey (@John_Matey) February 16, 2021