Cuáles son las señales de que no deberías hacer dieta keto
La dieta keto no es para todos; hay algunos puntos que pueden advertirte y hacerte cambiar de opinión sobre empezar esta dieta que quizá no sería efectiva ni segura para ti
Crédito: Total Shape | Pexels
La dieta keto o dieta cetogénica que se ha convertido en una dieta popular para bajar de peso, pero que no es para todos. Esta dieta tiene como objetivo obligar a tu cuerpo a usar un tipo diferente de combustible en lugar del azúcar (glucosa) que proviene de los carbohidratos (como granos, legumbres, verduras y frutas). La dieta keto se basa en cuerpos cetónicos, un tipo de combustible que el hígado produce a partir de la grasa almacenada.
La dieta cetogénica limita a cantidades muy pequeñas el consumo de carbohidratos y tiende a enfatizar las grasas saturadas y las proteínas animales. “Ambas (grasas saturadas y proteínas animales) estudio tras estudio, se han asociado con riesgos para la salud, enfermedades cardiovasculares y algunos cánceres“, dijo Jeremy Furtado, investigador principal del Departamento de Nutrición de la Escuela de Salud Pública de Harvard.
Señales de que no deberías hacer la dieta keto
1. Tienes altos niveles de colesterol o deseas prevenir enfermedades cardíacas
Lo que comes puede afectar tus niveles colesterol. La dieta keto incluye un alto consumo de grasas saturadas. La Asociación Americana del Corazón señala que comer alimentos que contienen grasas saturadas y trans hace que tu cuerpo produzca aún más colesterol LDL, lo que aumenta el nivel de colesterol “malo” en la sangre.
El colesterol alto contribuye a un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, como enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
Las grasas saturadas las principalmente en productos cárnicos (salchichas, tocino, ternera, hamburguesas), queso, mantequilla, crema y postres lácteos.
2. Tienes una enfermedad hepática
Si tu hígado está teniendo problemas, la dieta keto no es para ti. Harvard Health Publishing señala que con tanta grasa para metabolizar, la dieta cetogénica podría empeorar cualquier condición hepática existente.
3. Problemas en el riñón
Cuando tu cuerpo usa proteínas, produce desechos. Tus riñones eliminan estos desechos. Comer más proteína de la que necesitas puede sobrecargar tus riñones y hacer que trabajen más.
Las personas con enfermedad renal tienen que ser aún más cuidadosas con su alimentación, como con la cantidad y los tipos correctos de proteínas.
4. Padeces estreñimiento
La dieta cetónica es baja en la ingesta de alimentos ricos en fibra como cereales, legumbres, frutas y verduras. La fibra ayuda a que los alimentos se muevan a través del sistema digestivo, agrega volumen a las heces, promueve la regularidad y ayuda a prevenir el estreñimiento.
5. Estas estresado, cansado o con cambios de humor
Durante las primeras semanas de la dieta puedes sentir cansancio, dolor de cabeza, enojarte fácilmente y dificultad para concentrarse, es lo que se conoce como gripe cetogénica.
Las dietas bajas en carbohidratos pueden causar confusión e irritabilidad. “El cerebro necesita el azúcar de los carbohidratos saludables para funcionar”, dice McManus, directora del Departamento de Nutrición del Hospital Brigham and Women’s.
6. Tienes antecedentes de trastornos alimentarios
Una dieta restrictiva puede ser desencadenante de trastornos alimentarios de riesgo. Puede provocar la necesidad compulsiva de controlar la comida, atracones, alimentación emocional o conductas adictivas.
7. Quieres resultados que se mantengan a largo plazo
Algunas revisiones médicas señalan que si bien a corto plazo la dieta cetogénica puede ayudar a perder peso, los resultados podrían no mantenerse y es posible que no sea saludable a largo plazo.
Limitar el consumo de las frutas y verduras convierte a la dieta keto en el lado opuesto a las dietas saludables y que se han considerado efectivas para perder peso.
Si eliges comenzar una dieta cetogénica, se recomienda consultar con un médico y un dietista para monitorear de cerca cualquier cambio bioquímico. Un dietista también puede ayudar con la reintroducción de carbohidratos saludables una vez que se logra la pérdida de peso.
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