4/20: ¿Por qué quienes fuman marihuana luego tienen tanta hambre?

Es de conocimiento popular que el consumo de marihuana suele derivarse en intensos antojos por comer ¿La razón? Los efectos del THC en el funcionamiento cerebral y el aumento en la producción de hormonas que rigen la saicedad y el placer: la grelina y dopamina

marihuana

Sigue siendo un delito tener más de tres onzas de flor o más de 24 gramos de 'cannabis' concentrado Crédito: Archivo | Shutterstock

Todos sabemos que una de las más populares consecuencias de fumar o comer marihuana es que suele activar ciertos antojos incontrolables por comer y de hecho suelen ser típicamente nombrados como “cannabis munchies”. Lo primero que tenemos que decir es que desde hace mucho tiempo fanáticos y médicos saben que fumar marihuana aumenta el apetito. Lo demás es historia, ya que durante años diversos científicos se han preguntado sobre la causa exacta que desata un hambre voraz en los usuarios recurrentes de marihuana. Hoy sabemos que se relaciona directamente con los efectos que causa el ingrediente activo del cannabis: el tetrahidrocannabinol, también popularmente conocido como THC en el cerebro. 

El THC es responsable de la “euforia” que muchas personas experimentan cuando consumen cannabis. También es es el causante del incremento en los antojos por “alimentos calóricos” que las personas experimentan cuando la fuman o comen. El cerebro está dividido en regiones: algunas áreas controlan nuestro estado de ánimo, mientras que otras influyen en el apetito y provocan que comamos o dejemos de comer. Es sabido que cada vez que consumimos una droga se distribuye por todo el cuerpo, de manera específica el THC entra en las áreas del cerebro que afectan el estado de ánimo y estimulan la euforia. Es por ello que cuando el THC llega al área del cerebro que influye en el apetito y nos incita a comer, en la mayoría de las ocasiones en exceso y alimentos ricos en carbohidratos, grasas, sodio y azúcares. 

Lo cierto es que el tema del cannabis está más candente que nunca. Actualmente sabemos que más allá de los típicos efectos recreativos, es una planta que ofrece grandes beneficios medicinales; no en vano han salido a la luz numerosos e interesantes trabajos de investigación al respecto. Se cuenta con un artículo publicado en la revista Nature Neuroscience, en el cual los investigadores descubrieron que el cannabis engaña al cerebro para que piense que tenemos mucha hambre, incluso cuando estamos satisfechos. El grupo de científicos declaró que les sorprendió descubrir que las neuronas responsables de controlar nuestro nivel de saciedad, con el consumo de marihuana se activaban y promovían un incremento en el hambre. Con base en ello demostraron que la marihuana se asocia con un aumento en la liberación de la hormona grelina, que estimula el hambre. 

El cannabis engaña al sistema de alimentación central del cerebro. Y el proceso es menos complicado de lo que podríamos pensar en un inicio: el cerebro humano produce sus propios cannabinoides que son unos lípidos que ayudan a controlar el apetito, el estado de ánimo, la memoria y la recepción del dolor. La investigación científica ha revelado que el THC estimula el sistema endocannabinoide, un área compleja del cerebro que regula la conducta alimentaria y el equilibrio energético y con ello suele causar irregularidades en los ciclos habituales de alimentación. Además, el laboratorio de Horvath descubrió en estudios anteriores que el cannabis también juega con los receptores de cannabinoides en el bulbo olfativo, lo que no solo hace que los alimentos huelan y tengan un sabor más intenso, sino que también afecta la cantidad que comemos.

Pero eso no es todo el THC no solo interviene en la liberación de la hormona del hambre, también aumenta la liberación de dopamina y así es como incrementa el placer por comer. Es bien sabido que la dopamina es una sustancia química del cerebro que ayuda a controlar los centros de recompensa y placer, por ende suele relacionarse con efectos positivos para reducir las inhibiciones. De cierta manera a pesar de que las personas saben lo que deben comer para mantenerse saludables, la marihuana hace que las inhibiciones disminuyan y es muy normal que terminen cumpliendo con cualquier tentación de alimentos chatarra. 

Además los expertos han comprobado que los efectos se intensifican en aquellas personas que tienen algunos kilos de más ¿La razón? En las personas que padecen sobrepeso y obesidad, se activa con mayor intensidad el sistema de dopamina en el cerebro. También diversos nutricionistas enfocados en crear hábitos saludables, confirman que es un hecho que la marihuana aumenta el apetito y afecta el peso. Muchas personas suelen justificar su consumo para “relajarse” y combatir el estrés, la depresión y ansiedad, sin embargo no podemos negar que existe una delgada línea que eventualmente conducirá a un aumento en la ingesta de alimentos calóricos y poco saludables. 

Por último y no menos importante vale la pena mencionar que el consumo de marihuana en alimentos plantea un desafío aún mayor, ya que los comestibles pueden agravar los efectos del THC sobre el apetito y el peso. Tal es el caso de los productos cannábicos más populares como son las galletas, brownies y caramelos, que no solo aportan calorías y con ello pueden derivarse en un aumento de peso. Pueden causar picos y caídas en el azúcar en la sangre, lo que puede aumentar  más intensamente los antojos.

Te puede interesar:

En esta nota

marihuana
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain