Diabetes, insomnio y mala alimentación: una combinación mortal que aumenta el 12% el riesgo de muerte

No es ningún secreto decir que la diabetes es una de las enfermedades crónicas y degenerativas más recurrentes en la sociedad moderna. Seguir una alimentación de calidad y asegurar un óptimo descanso son aspectos fundamentales en su buen control, de lo contrario suelen aumentar el riesgo de otras afecciones de salud y causas de muerte

Insomnio

La falta de sueño es perjudicial para la salud. Crédito: Shutterstock

No es ningún secreto decir que la falta de sueño siempre ha estado asociada con problemas de salud física y mental, sin embargo puede ser una condición especialmente dañina para las personas que padecen diabetes. Así lo confirma un informe publicado recientemente en la revista Journal of Sleep Research, además cuando se suman a la ecuación malos hábitos alimenticios ¡puede ser devastador! En concreto el estudio determinó que los pacientes diabéticos que experimentan dificultad para dormir, presentan una mayor probabilidad de muerte por diferentes causas: infarto, accidentes cardiovasculares, obesidad, trastornos de salud mental, entre otros. Se estima que el aumento es un 87% superior en comparación con las personas que no tienen diabetes ni falta de sueño.

El estudio contó con la participación de dos universidades de Reino Unido y Estados Unidos: University of Surrey y Northwestern University. Los investigadores de las emblemáticas instituciones involucradas, se dedicaron a estudiar los patrones de sueño de medio millón de adultos durante nueve años. Si bien muchos hallazgos relevantes salieron a la luz, sin lugar a dudas el descubrimiento que más llamó la atención confirmó que las personas que sufren diabetes y presentan dificultad para dormir presentan un 12% más de probabilidades de morir que aquellas que solo son diabéticas. 

Según las declaraciones de Kristen Knutson, una de las autoras del informe y profesora de neurología en la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern. Las personas que no tienen diabetes y sufren de alteraciones del sueño, son propensas a un mayor riesgo de muerte, sin embargo siempre será mucho mayor para quienes padecen diabetes. De tal modo que uno de los más grandes beneficios de este estudio, es que propone que los profesionales médicos integren en sus cuestionarios generales para pacientes diabéticos, si estos presentan alguna dificultad para dormir o si suelen despertarse en medio de la noche. Son dos señales que anuncian trastornos de sueño, que en períodos de estrés pueden complicar más el escenario y tener conocimiento de ellos es un gran paso para prevenir futuras complicaciones. 

Además en el estudio se comprobó que la mayoría de los pacientes tenían diabetes tipo 2, la más común, aunque también hubo algunos pacientes con diabetes tipo 1 en la muestra. Si bien los investigadores no identificaron las causas individuales que provocaron los problemas de sueño en los participantes, sí tienen claro que se pueden relacionar directamente con los hábitos alimenticios y el estilo de vida.

Como dato al margen es importante tener claridad sobre las señales que anuncian cuando una persona padece insomnio. Se trata del trastorno del sueño más habitual y que puede padecer cualquier persona, no en vano se cuenta con datos en los que se confirma que cerca del 95% de adultos puede haber sufrido algún episodio de insomnio en su vida y sin importar su condición. Consiste, básicamente, en la imposibilidad de dormir o quedarse dormido y, puede presentarse de dos formas:

– Insomnio de inicio: impide conciliar el sueño en un lapso de 30 minutos o más.

– Insomnio de mantenimiento: hace que nos despertemos con frecuencia y de manera prolongada, se asocia con problemas para volver a conciliar el sueño y normalmente nunca se cumplen las horas de descanso adecuadas.

Por su parte, a grandes rasgos la diabetes se da cuando el cuerpo no produce suficiente insulina o no la usa bien. Por consecuencia la glucosa permanece en la sangre y no ingresa lo suficiente a las células. De manera concreta, la diabetes tipo 2 es una enfermedad en la que los niveles de glucosa o azúcar en la sangre son demasiado altos. La glucosa es la principal fuente de energía del organismo, es un tipo de azúcar que procede de los alimentos que comemos, y también se forma y se almacena dentro del cuerpo. Es la principal fuente de energía de las células del organismo, y se transporta a todas y a cada una de esas células a través del torrente sanguíneo. Con base en ello no es ningún secreto decir que la alimentación es un factor fundamental en la prevención, manejo y control de la diabetes. 

Por lo tanto para los diabéticos, es bien sabido que para gozar de niveles de glucosa saludables, es de suma importancia equilibrar lo que se bebe y come, por supuesto siempre en complemento con la atención médica, los medicamentos y la actividad física. Si bien los diabéticos tienen un desafío mayor en cuestiones dietéticas, como tal no existen alimentos totalmente prohibidos, sin embargo el índice glucémico es un concepto importante y se ha comprobado que la población diabética se beneficia mucho más al comer ciertos alimentos con más frecuencia que otros.

Los expertos recomiendan apostar por el consumo de alimentos naturales ricos en nutrientes esenciales: vitaminas, minerales, antioxidantes, proteínas, fibra y grasas saludables, son la base de una dieta amigable para la diabetes y se asocian con beneficios para equilibrar el azúcar en sangre. Algunas de las alternativas que simplemente no pueden faltar son: vegetales de hoja verde, legumbres como los frijoles y lentejas, frutos secos y nueces, pescados grasos como el salmón, semillas como la linaza y chía, grasas saludables como el aceite de oliva y el aguacate. Además es importante evitar el consumo de alcohol, alimentos ultraprocesados y comidas rápidas.

Recuerda que el buen control de cualquier enfermedad crónica se basa en el conjunto de una serie de aspectos, no solo en la ingesta de medicamentos. Por lo tanto apostar por tomar el control de nuestros hábitos cotidianos y alimenticios si marca una diferencia significativa, inclusive en algunos casos son acciones que pueden llegar a revertir la diabetes. Además la dieta también juega un papel clave y se relaciona con una significativa mejoría en los trastornos y calidad del sueño.

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