El premio de $4 millones de la lotería que acabó por arruinarle la vida

Quienes son ávidos jugadores de la lotería, lo hacen siempre con la ilusión o esperanza de que algún día la suerte les sonría con un premio mayor, ese que les permita darle un giro completo a sus vidas, rodeados de lujos y de todas aquellas comodidades con las que han soñado.

Son muy pocas las personas las que puede presumir haberse llevado un gran premio de lotería y desafortunadamente, no todos los ganadores tienen un final feliz, pues pareciera que el obtener un premio les acarrea mala suerte.

Eso fue lo que le ocurrió a una pareja británica conformada por Martyn y Kay Tott, quienes se dieron cuenta que habían obtenido un premio equivalente a $4,16 millones de dólares 6 meses después de haberse llevado a cabo el sorteo.

El problema fue que a pesar de remover cada rincón de su casa, no lograron encontrar el billete que los acreditaba como ganadores. Entonces fueron a la tienda a donde compraban usualmente sus billetes y en efecto, pudieron comprobar que el ticket ganador se validó en sus máquinas y que nadie lo había cobrado; sin embargo, ahí no podían acreditar que este era de su propiedad.

Pese a la situación, Martyn no se resignó a perder tal suma de dinero y durante 5 años estuvo peleando en distintos tribunales, sin que ninguno diera un fallo a su favor.

Al darse cuenta de su descuido, la pareja contactó a Camelot, la empresa que realiza los sorteos de lotería y los juegos de azar en Reino Unido. A esta le presentaron varias pruebas que comprobaban que Kay había sellado dicho boleto ganador, el problema fue que las leyes de aquel país estipulan que, en caso de billetes perdidos o robados, los dueños tienen tan solo 30 días para hacer una reclamación.

Ante la negativa de la empresa de reconocerlos como ganadores, Martyn y Kat emprendieron una campaña a nivel nacional para pelear lo que consideraban era suyo, recibiendo apoyo de personas conocidas, entre ellos el multimillonario empresario Richard Branson y del entonces primer ministro, Tony Blair.

Pese a la presión, Camelot se mantuvo firme en su decisión, avalados por el marco legal que los protegía. El pleito fue tan desgastante que luego de varios meses, la pareja le puso fin a su matrimonio.

Mientras Kay decidió olvidarse hasta donde pudo de lo sucedido, Martyn se propuso recuperar aquello que, desde su punto de vista era suyo, por lo que pasó 5 años enfrascado en una batalla legal que no pudo ganar, perdiendo así no solo el billete de lotería, sino también a su pareja y mucho dinero invertido en abogados.

“Que nos quitaran ese dinero fue una tortura. Durante mucho tiempo perdí de vista quién era y en qué creía. Pero puedo decir honestamente que, ahora, me alegro de no haber recibido los 3 millones de libras esterlinas”, confesó tiempo después Martyn en entrevista para The Sun.

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