Ataques de pánico: El nuevo inhalador que ayuda a controlar la ansiedad
Los ataques de pánico afectan a millones de personas en el mundo y pueden aparecer en momentos de estrés e incertidumbre como los que ha vivido el mundo en los últimos meses
Si a raíz de la pandemia de coronavirus y sus consecuencias en la salud, el trabajo, las relaciones y otros ámbitos, has experimentado ansiedad o ataques de pánico en los últimos meses, debes saber que muchas personas en el mundo están sufriendo un detrimento en su salud mental y que la ciencia está desarrollando nuevas alternativas, como este nuevo inhalador que ayuda a controlar la ansiedad.
Se trata de un dispositivo que está a prueba en dos ensayos clínicos en Estados Unidos y que busca ayudar a quienes sufren de ataques de pánico o ansiedad a regularizar su respiración sin necesidad de consumir medicamentos.
Los ataques de pánico provocan latidos del corazón acelerados, dolor en el pecho, dificultad para respirar y hasta sensación de desmayo. El tratamiento incluye asesoramiento psicológico y, en algunos casos, fármacos antidepresivos o antiepilépticos que tienen efectos secundarios.
En el Hospital Lenox Hill de Nueva York está probando este inhalador con 35 personas que padecen trastornos de pánico. Otro ensayo se realiza en la Clínica Mayo, en Minnesota, en 100 pacientes que han sufrido infartos y que, a consecuencia, padecen ansiedad; la mitad de ellos utilizarán el dispositivo una vez al día durante 12 semanas.
El inhalador, que funciona con baterías, ayuda a normalizar la respiración cuando una persona sufre un ataque de pánico o ansiedad. El usuario debe exhalar en el dispositivo al ritmo que éste marca y no debe detenerse hasta que se encienda la última de tres luces. Este proceso se repite durante unos tres minutos y como resultado la persona experimenta la normalización de su respiración. También hay una opción que genera aromas relacionados con la relajación, como el aroma a lavanda.
Sin embargo, el uso de este dispositivo no implica que deba suspenderse el acompañamiento psicológico o los medicamentos prescritos para el tratamiento de problemas cardiacos.
“Nuestra hipótesis es que proporcionará una opción de tratamiento a largo plazo, de intervención temprana y sin medicamentos que mejorará los síntomas de ansiedad y ataque de pánico de los pacientes”, señalan los investigadores.
Cuando una persona se siente amenazada, su cuerpo libera energía para prepararse para la huida, de manera que la respiración se vuelve más rápida y el corazón late agitadamente. Una vez que pasa el peligro, el sistema nervioso restaura la normalidad del organismo. Pero cuando se sufren ataques de pánico o ansiedad, el cuerpo no regresa a su estado normal, por lo que el modo de alerta se mantiene por tiempo indefinido.