Dieta sin gluten: cuándo se empieza a ver el efecto positivo en la salud

Actualmente muchas personas apuestan por seguir una dieta sin gluten y la principal razón es como parte importante en el tratamiento de la enfermedad celíaca, que se presenta como una reacción del sistema inmunitario al gluten. Conoce los detalles sobre como gradualmente este tipo de alimentación es la cura a largo plazo y en cuánto tiempo se ven reflejadas sus bondades

El gluten está presente en una gran cantidad de alimentos, como pan, pastas, galletas, entre otros. Las personas celíacas presentan una intolerancia a dicha proteína.

El gluten está presente en una gran cantidad de alimentos, como pan, pastas, galletas, entre otros. Las personas celíacas presentan una intolerancia a dicha proteína.  Crédito: Freepik

En los últimos meses mucho se ha dicho sobre los efectos del gluten en la salud general. También los casos de enfermedad celíaca e intolerancia al gluten han ido en incremento y de hecho es bien sabido que puede ser un diagnóstico algo complicado. Lo cierto es que una de las tendencias de nutrición más buscadas son las dietas sin gluten, si bien son indispensables en los casos de celiaquía, existen otras condiciones de salud que se asocian con grandes beneficios al dejar el gluten. Si bien cada día existe más información disponible, muchas personas se preguntan sobre la rapidez de sus efectos. La buena noticia es que en muchos casos los resultados positivos se ven reflejados en tan solo unos días, sin embargo es importante mencionar que realizar cualquier cambio en la alimentación toma su tiempo. Es importante tener paciencia y respetar el proceso de adaptación del cuerpo, sobre todo en las personas que presentaban síntomas graves de la enfermedad celíaca antes de ser diagnosticados. 

Lo primero es lo primero. Hablemos brevemente sobre el gluten, es una proteína que se encuentra de manera natural en la mayoría de los cereales como son el trigo, la cebada, el centeno y el triticale (un cruzamiento entre el trigo y el centeno). La enfermedad celíaca es una reacción inmunológica del organismo ante la ingesta de gluten, con el tiempo dicha reacción genera inflamación que daña el revestimiento del intestino delgado y se producen complicaciones médicas que pueden ser muy serias. Entre las más preocupantes se encuentra la malabsorción de nutrientes y diversas afecciones digestivas, como es el caso de la diarrea. De hecho, muchas personas informan que los típicos síntomas digestivos comienzan a mejorar a los pocos días de eliminar el gluten de sus dietas. También se ha reportado que la fatiga y confusión mental que suelen ser síntomas clásicos, mejoran entre la primer y segunda semana.  Llama la atención que muchas personas reportan una significativa disminución en los síntomas digestivos, los cuales comienzan a mejorar a los pocos días de eliminar el gluten de sus dietas. Sin embargo cada persona es diferente y en muchos casos los resultados suelen darse de maneras más graduales.

De tal modo que una dieta sin gluten es esencial para controlar los signos y síntomas de la enfermedad celíaca y otras afecciones médicas asociadas con el gluten. Cabe mencionar que este estilo de alimentación también es popular entre las personas a las que no se les ha diagnosticado una enfermedad relacionada con el gluten, pero que por alguna razón requieren limitar su consumo. Se cuenta con estudios e investigaciones en las que sugieren que se trata de un esquema que mejora la salud general, beneficia enfermedades digestivas e intestinales, es un gran aliado en la pérdida de peso y aumenta los niveles de energía.

¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad celíaca?

De acuerdo con información liberada por Clínica Mayo, la enfermedad celíaca se presenta con los siguientes síntomas que suelen variar de persona en persona. 

  • Diarrea
  • Fatiga
  • Pérdida de peso
  • Hinchazón y gases
  • Dolor abdominal
  • Náuseas y vómitos
  • Estreñimiento
  • Anemia, generalmente por deficiencia de hierro
  • Pérdida de densidad ósea (osteoporosis) o reblandecimiento óseo (osteomalacia)
  • Erupción cutánea con picazón y ampollas (dermatitis herpetiforme)
  • Úlceras en la boca
  • Dolores de cabeza y fatiga
  • Lesión del sistema nervioso, incluidos entumecimiento y hormigueo en los pies y las manos, posibles problemas con el equilibrio y deterioro cognitivo
  • Dolor articular
  • Disminución del funcionamiento del bazo (hipoesplenismo)

¿En qué consiste una dieta sin gluten?

Seguir una dieta sin gluten requiere de un estricto control de los alimentos que se consumen, sobre todo es fundamental tener cuidado con los alimentos ultraprocesados. Por lo tanto una de las medidas principales es apostar por seguir una alimentación natural y basada en alimentos frescos: frutas y verduras, legumbres, semillas, frutos secos en su forma natural, huevos, carnes magras y no procesadas, pescado, aves, productos lácteos bajos en grasa. Por fortuna existen algunos granos, almidones y harinas, que son un buen aliado en la dieta sin gluten, brindan saciedad y son un gran reemplazo de ciertos cereales: amaranto, arrurruz, alforfón, maíz  y derivados (harina de maíz, sémola de maíz y polenta etiquetada como libre de gluten), lino, harinas sin gluten (de arroz, soja, maíz, papas y frijoles, maíz precocido o pozolero, mijo, quinoa, arroz, arroz salvaje, sorgo, soja y tapioca.

Por supuesto que el eje central de la dieta es evitar el consumo de alimentos ricos en gluten. Por lo tanto a menos que un alimento esté etiquetado como libre de gluten, es indispensable leer las etiquetas de todos los productos comestibles que consumimos y verificar que no contengan las siguientes fuentes de gluten: trigo, derivados del trigo, como espelta, farina, trigo duro, graham, farro, emmer, sémola, trigo khorasan y trigo einkorn, centeno, cebada, malta, levadura, triticale y almidón de trigo.

Además existen algunos alimentos cotidianos que normalmente contienen gluten y que es importante tener en mente que no podrán ser parte de la dieta, al menos que se adquieran en sus versiones sin gluten y que en muchas ocasiones suelen ser poco accesibles al bolsillo. Entre los principales se encuentran: pasta, cereales comerciales, alimentos para el desayuno como pancakes,  waffles, crepas y galletas, granola, panes, pasteles, como tartas, donas y panecillos, tortillas de harina, empanadas, cerveza y todo tipo de productos horneados.

Como dato al margen es importante mencionar que uno los principales efectos secundarios que se presentan después de iniciar una dieta baja en gluten se encuentra padecer hambre constantemente, sobre todo durante las primeras semanas. Es una señal completamente normal, ya que es la forma en la que el cuerpo intenta compensar el hecho de no haber podido absorber los alimentos por un largo período de tiempo. El apetito voraz suele calmarse eventualmente. 

Cuidado con el gluten oculto:

Es muy normal encontrar una considerable mejoría durante unos días después de comenzar la dieta, pero luego experimenta una fuerte recurrencia de los síntomas. Los especialistas han demostrado que cuando esto sucede, es necesario que se revise a detalle la dieta en busca de gluten oculto. Se sabe que es muy probable que en el inicio, las personas suelan ingerir un poco de gluten accidentalmente a través de productos que no tienen bajo control. Es fácil cometer errores la primera vez que se deja por completo el gluten.

Dejar por completo el gluten y beneficiarse de ello es un camino que se construye. Y al que toma tiempo, responsabilidad y disciplina acostumbrarse, por lo tanto sentirse completamente mejor requiere tiempo. El buen escenario es que es muy fácil sentirse mejor rápidamente y poco a poco van demostrando gran mejoría. Sobre resultados finales y contundentes, se ha comprobado que la mayoría de las personas que estaban muy enfermas antes del diagnóstico les lleva mucho tiempo (meses, por lo general) volver a sentirse completamente “normales.” Por lo tanto es importante entender que la recuperación es gradual y no desanimarse si no se recupera inmediatamente. También, el apoyo médico, de los amigos y familias resulta indispensable.

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