“No sé por qué quería matarme”: mexicano que sobrevivió de milagro a ataque con hacha en Chase Bank de Nueva York

Miguel Solórzano dijo que la agresión en el banco lo asustó de por vida, además de dejarle profundos cortes en la cabeza y la pierna; el sospechoso "Tenía muchas ganas de pegarme y no sé por qué. No le hice nada", lamentó desde el hospital

Lugar del ataque: 42 Broadway, NYC.

Lugar del ataque: 42 Broadway, NYC. Crédito: Google Maps

“Él sólo quería pegarme. Tenía muchas ganas de pegarme y no sé por qué. No le hice nada”, comentó el mexicano Miguel Solórzano en la cama donde sigue hospitalizado desde hace 10 días, tras ser atacado con un hacha cuando usaba un cajero automático (ATM) del Chase Bank en el Bajo Manhattan.

Se refiere al sospechoso detenido, Aaron García (37), un veterano del Ejército de EE.UU., quien padece trastornos mentales tras servir en Irak, según su madre Sarah García, residente de El Bronx.

Solórzano (50) vive solo en NYC, desde donde mantiene a su esposa e hijos en Ciudad de México. Pero ahora su capacidad de producir está detenida y en larga pausa, mientras se recupera de las graves lesiones que sufrió cuando estaba depositando un cheque la tarde 15 de agosto.

Cuando vio a García, pensó que estaba dormido en la zona de los ATMs, como se ha hecho común con indigentes en NYC. Nunca intercambiaron palabras y cuando Solórzano estaba ocupado con la máquina del banco, el hombre se acercó sigilosamente por detrás y comenzó a blandir el hacha hacia él. Luego rompió varios ATMs con la misma pieza de metal.

Hablando desde su cama en Bellevue Hospital ayer, Solórzano dijo que el ataque en el banco lo asustó de por vida, además de dejarle profundos cortes en la cabeza y la pierna. Los dramáticos momentos que fueron capturados con la cámara de vigilancia del banco siguen siendo demasiado difíciles de ver para él. “Me asusta. Le estaba pidiendo que no me matara. No sé por qué quería matarme”, dijo en español, reseñó Telemundo/NBC News.

Lo último que recuerda es haber salido a la calle y gritar pidiendo ayuda, mientras sangraba copiosamente. “La gente empezó a hacer fotos, alguien me dio una botella de agua”, recordó. “Quería beber agua pero no pude… Así que tomé el agua y la vertí en mi cabeza porque estaba sangrando”.

Dos días después del ataque, la policía de Nueva York arrestó y acusó a García de asalto e intento de homicidio. El ex militar supuestamente amenazó primero a otro hombre en el mismo banco, 90 minutos antes de herir a Solórzano. También García tiene un historial de violencia no provocada que incluye atacar a tres extraños al azar en Maryland, dijo un fiscal durante su lectura de cargos la semana pasada.

El juez ordenó que permaneciera recluido sin derecho a fianza tras el breve proceso en el Tribunal Penal de Manhattan, durante el cual García estuvo esposado a la espalda tras ser conducido por dos agentes judiciales. Además estaba vestido con un bata de hospital y miraba a su alrededor “con enojo”.

La pelea sangrienta fue captada por las cámaras de seguridad del banco y activó de nuevo las alarmas y acusaciones contra el alcalde de Nueva York por su manejo ineficiente de la crisis de salud mental e indigencia que vive la ciudad desde hace años. Se sugiere prudencia al ver las imágenes.

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