Diabetes: comer fruta fresca a diario puede disminuir el riesgo
En un nuevo estudio publicado en Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, se encontró una asociación entre comer cantidades moderadas a altas de fruta entera de forma regular y un menor riesgo de diabetes tipo 2. Los investigadores también descubrieron que este saludable hábito se relaciona con niveles beneficiosos de tolerancia a la glucosa y sensibilidad a la insulina
A nivel mundial, la diabetes tipo 2 es una de las enfermedades más alarmantes y en aumento en la sociedad moderna. Si bien existen diversos factores que se relacionan con un mayor riesgo, es bien sabido que se trata de una condición que en muchos casos puede ser reversible. Lo cierto es que la mejor manera de prevenirla y controlarla es a través de cambios en el estilo de vida entre los que se destaca seguir una dieta equilibrada y realizar actividad física. A estas alturas todo se ha dicho sobre las mejores recomendaciones dietéticas para mantener bajo control la diabetes, existen numerosos alimentos que brillan por sus propiedades hipoglucemiantes. Sin embargo, las frutas han sido sujeta a muchos cuestionamientos, los cuales se relacionan con su contenido en azúcar. Por fortuna un reciente estudio publicado en el Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, encontró una positiva asociación entre comer cantidades de moderadas a altas de fruta entera de forma regular y un menor riesgo de diabetes tipo 2.
Los investigadores detrás del estudio, también descubrieron que comer más fruta se asocia con niveles beneficiosos de tolerancia a la glucosa y sensibilidad a la insulina, ambos relacionados con la diabetes tipo 2. De acuerdo con declaraciones oficiales de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), alrededor de 1 de cada 10 personas en los Estados Unidos tiene diabetes, y de ellas, el 90-95% tiene diabetes tipo 2.
Cuando una persona presenta diabetes tipo 2, quiere decir que las células de su cuerpo luchan por absorber la glucosa en la sangre. Los expertos también llaman a esto resistencia a la insulina, ya que es la insulina, una hormona producida en el páncreas, que facilita la transferencia de azúcar en sangre a las células. El páncreas seguirá produciendo insulina y, mientras produzca suficiente, el azúcar en sangre de la persona se mantendrá estable.
Sin embargo, una vez que el páncreas deja de producir cantidades suficientes de insulina para ayudar a las células a superar su incapacidad para absorber glucosa, el azúcar en sangre de la persona aumentará a niveles peligrosos. El nivel alto de azúcar en sangre durante un período prolongado puede causar problemas de salud, como pérdida de la visión, enfermedades cardíacas y enfermedades renales. De acuerdo con el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales, las personas pueden prevenir o retrasar la diabetes si alcanzan un peso moderado, hacen más actividad física y llevan una dieta más equilibrada.
Se cuenta con otro estudio de gran relevancia, publicado en The Lancet, encabezado por el Dr. Frank B. Hu del Departamento de Epidemiología de la Escuela de Salud Pública de Harvard en Boston y sus coautores. Dicho trabajo de investigación se enfoca en un análisis profundo sobre la nutrición y la dieta, en lo que respecta a la prevención de la diabetes. El Dr. Hu y sus coautores enfatizan sobre los patrones dietéticos saludables para la prevención y el manejo de la diabetes: son típicamente alimentos ricos en granos integrales, frutas y verduras, nueces y legumbres, moderados en el consumo de alcohol y bajos en granos refinados, rojos/carnes procesadas y bebidas azucaradas.
Entre los aspectos más destacados del estudio, sin lugar a dudas se encuentra la amplitud de la muestra ya que contó con más de 7.000 participantes iniciales. Los investigadores querían examinar específicamente el papel que puede desempeñar la fruta en la prevención de la diabetes tipo 2. Para hacerlo, se basaron en datos del Estudio Australiano de Diabetes, Obesidad y Estilo de Vida, el cual reclutó a 11.247 personas entre 1999 y 2000, y las encuestas de seguimiento se realizaron en 2004-2005 y 2011-2012.
Cabe mencionar que por obvias razones, los investigadores excluyeron a las personas que no completaron un cuestionario inicial de frecuencia de alimentos, con ingestas de energía poco probables, que tenían diabetes o que estaban embarazadas. Esto dejó datos de 7.675 participantes. La tarea principal fue rastrear cuánta fruta consumían las personas, qué frutas en particular comían y cuánto jugo de frutas bebían.Luego, los investigadores observaron cuántos de los participantes desarrollaron diabetes tipo 2 entre el primer y el último seguimiento. También analizaron los marcadores biológicos asociados con el riesgo de diabetes tipo 2.
Sobre los beneficios de la fruta en la diabetes:
Todas las frutas son un tesoro nutricional, sin importar su composición son el mejor aliado de la salud y se relacionan con un sistema inmunológico fuerte. Además aportan poderosos nutrientes de grandes propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, que son el mejor aliado en la prevención de enfermedades crónicas. En este caso los investigadores encontraron una asociación entre los altos niveles de ingesta de frutas y un menor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en la encuesta de seguimiento de 5 años. También encontraron un vínculo muy benéfico entre un mayor consumo de fruta y mejores medidas de sensibilidad a la insulina e intolerancia a la glucosa.
De acuerdo con la autora del estudio, la Dra. Nicola Bondonno del Instituto de Investigación en Nutrición de la Universidad Edith Cowan en Perth, Australia, los hallazgos fueron contundentes: las personas que consumían alrededor de 2 porciones de fruta por día tenían un riesgo 36% menor de desarrollar diabetes tipo 2, que aquellos que consumieron menos de la mitad de una porción de fruta al día.
Cabe mencionar como un dato bastante relevante que los mismos patrones no se presentaron en el caso del consumo de jugos de frutas. Por lo tanto los hallazgos del estudio, indican que una dieta y un estilo de vida saludables en el cual se incluye el consumo de frutas enteras y de temporadas: es una gran estrategia para reducir el riesgo de diabetes. De manera muy concreta, los investigadores señalan que sus resultados solo demuestran una asociación entre el consumo de frutas enteras y la reducción del riesgo de diabetes. Esto también puede explicar por qué no encontraron asociación entre la ingesta de jugo de fruta y la reducción del riesgo de diabetes tipo 2: casi toda la fibra de la fruta se elimina durante el procesamiento del jugo de fruta.
Si bien queda mucho trabajo por realizar para profundizar en las razones, los autores del estudio tienen algunas ideas que podrían explicar los positivos efectos del consumo de fruta en la prevención y control de la diabetes. Entre los principales se encuentra que la mayoría de las frutas suelen tener una carga glucémica baja, además son ricas en fibra, vitaminas, minerales y fitoquímicos. Todos son aspectos que influyen de manera positiva. Además promueven la saciedad, hidratación, son un buen aliado para combatir los antojos por dulces y ayudan a tener un peso saludable.
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