Biden enfrenta un 2022 complicado ante posible control de republicanos del Congreso, COVID-19 y el movimiento Trump
Este año será de grandes retos para la Administración Biden y los demócratas en el Congreso, pues su éxito electoral el 8 de noviembre dependerá de que puedan resucitar la agenda Build Back Better y enviar el mensaje correcto a electores, incluidos los latinos; el movimiento del expresidente Trump sigue vivo y podría reforzarse al tener un sistema de comunicación que ha sido efectivo, según expertos
El senador demócrata Joe Manchin (West Virginia) envió a terapia intensiva la agenda Build Back Better (BBB – Reconstruir Mejor) del presidente Joe Biden, de la cual el mandatario y el Partido Demócrata pretendían asirse para las elecciones del 8 de noviembre e intentar mantener el control del Congreso.
“Las cosas pueden cambiar en un año. Si se aprueba la agenda Build Back Better pueden cambiar el escenario”, dijo contuntende Will Ragland, director senior de Investigación del Center for American Progress (CAP).
En caso de que los demócratas no puedan resucitar ese proyecto de gasto social de $1.75 billones de dólares, los republicanos tendrán armas suficientes para buscar el control de la Cámara de Representantes, del Senado o de ambas; al tiempo que, en sus propias batallas internas, los moderados del Partido Republicano podrían perder terreno ante el movimiento del expresidente Donald Trump, por lo que un triunfo electoral significaría una oportunidad real de volver el 2024.
Los demócratas tienen clara la importancia de la agenda BBB. En una entrevista a este diario en octubre, el representante Rubén Gallego (Arizona), presidente del Comité del Caucus Hispano BOLD PAC, reconoció que ese plan de inversión para familias, niños y trabajadores sería un arma clara para promover logros de su partido.
“Depende de lo que ocurra con la agenda Build Back Better (Reconstruir Mejor), es cien por ciento seguro que la comunidad latina será beneficiada cuando se implemente”, dijo. “Somos la clase trabajadora de Estados Unidos, somos la gente que continuó trabajando… cuando hubo cuarentenas fueron los latinos quienes siguieron trabajando, fueron a restaurantes, a tiendas, a granjas, a empacadoras de carne fábricas”.
En noviembre pasado, el triunfo del republicano Glenn Youngkin como gobernador de Virginia desató las alertas en la Casa Blanca. Un funcionario de alto nivel reconoció a Reuters que los votantes fácilmente podrían ver “inacción” y sentirse frustrados.
“Si los votantes se sienten frustrados por la inacción, la respuesta obvia es ser más decisivos y aprobar proyectos de ley”, dijo ese funcionario.
En aquel entonces la Ley de Infraestructura de $1.2 billones de dólares no había sido aprobada. Su voto ocurrió a a inicios de noviembre en la Cámara de Representantes. Si bien es un triunfo del presidente Biden, al haber sido un proyecto bipartidista, también lo es para republicanos, quienes podrán presumirla en las elecciones de noviembre. Y volvemos al primer escenario: el fracaso de la agenda BBB como la antesala de la derrota electoral demócrata.
“Lo que se viene, como ocurrió en el Gobierno de (Barack) Obama, es que los demócratas pierdan el control del Congreso”, adelantó Carlos Aguasaco, profesor asociado de Estudios Culturales Latinoamericanos y vicepresidente del Departamento de Artes y Ciencias Interdisciplinarias del City College de CUNY. “(Los demócratas) tienen que mejorar su nivel de comunicación, asegurarse que comunican mejor las cosas que han logrado para hacer que se regrese a un sentido de normalidad, de sensatez”.
Advirtió que el movimiento del expresidente Trump, conocido ahora como Save America (Salvar a Estados Unidos), seguirá siendo fuerte, pero los procesos electorales podrían ser un asunto más local, como ocurrió en Virginia.
“Si pensamos en los últimos cinco años vemos que esto es un síntoma del desorden, de la esquizofrenia que estamos viviendo y que la política se vuelva un tema local y que a nivel local estemos viendo más esas radicalizaciones”, advirtió.
Las leyes electorales
Aunque pareciera que van perdiendo, en realidad los republicanos mantienen cierto control en la agenda legislativa y aprovechan las divisiones de los demócratas. El líder de la minoría en el Senado, Mitch McConnell (Kentucky) elige bien sus batallas y se prevé que mantenga el bloqueo a los proyectos de ley de Libertad del Voto y de Derecho al Voto John Lewis. Ni siquiera han dado oportunidad a los demócratas de debatir el plan.
Mientras tanto, los republicanos avanzan con leyes que son consideradas restrictivas, pues hasta junio en 17 estados se habían aprobado 28 leyes que dificultaron el voto de los electores en 2021, según el Centro Brennan para la Justicia de la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York.
El académico Carlos Aguasaco indicó que ese tipo de leyes abonan a la radicalización.
“Vemos cómo los estados republicanos buscan expandir las acciones en el voto, una forma de restringir el acceso al voto”, alertó. “Cuando se restringen los accesos a las urnas, solamente aquellos que están muy determinados a votar logran votar y eso generalmente lo hacen las personas que están más comprometidas, es decir de un partido u otro”.
En julio, la Corte Suprema emitió un fallo que confirmó dos leyes de Arizona que restringen la capacidad de las organizaciones para recolectar boletas por correo, así como invalidar las boletas emitidas en el precinto equivocado.
El 16 de diciembre, tres días antes de que el senador Manchin dijera que no apoyaría la agenda BBB, el líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer (Nueva York), afirmó que tenía un plan sobre las normas electorales.
“Me uní a varios de mis colegas en conversaciones detalladas sobre cómo el Senado logrará que se realicen los derechos al voto a tiempo para las elecciones de 2022”, afirmó Schumer. Reconoció la avanzada republicana por entidades, tipo hormiga. “Los republicanos a nivel estatal están aprobando las restricciones más atroces sobre los derechos de voto que hemos visto desde la segregación”.
El reto de COVID-19
Las acciones de la Administración Biden contra la pandemia de COVID-19 tendrán un impacto también en la balanza política y, por ende, en las elecciones intermedias.
“El principal reto es manejar el tema de la pandemia de la mejor manera posible, atendiendo las cadenas de productividad y distribución de la mejor forma”, consideró Aguasaco.
Agregó que la reapertura de trabajos y las escuelas abonan a la percepción de avance en esta batalla sanitaria.
“Esa sensación de retorno de toda la sociedad a todos sus espacios es fundamental para Biden”, expresó Aguasaco, quien recordó que la percepción social es similar a lo que ocurre con la bolsa de valores. “Cuando las noticias del efecto del COVID son positivas… la bolsa de valores sube”.
Ragland también consideró que el éxito de la estrategia contra la pandemia de coronavirus, en especial con la variante Ómicron, será primordial.
“Ha sido importante la recuperación económica, más de 6 millones de trabajos nuevos, (pero) tenemos el reto de la pandemia con esta nueva variante”, asestó.
El voto latino
El 8 de noviembre será la elección intermedia, que contempla elecciones legislativas estatales y federales.
En el Congreso federal se pondrán en juego 469 escaños, 34 en el Senado y los 435 en la Cámara. En ambas los republicanos buscan remontar.
El voto latino será nuevamente clave, pero a decir de los expertos, los demócratas están perdiendo el terreno en cuanto el mensaje que envían a posibles votantes, según un reporte de Equis Labs, que hizo una “autopsia” al proceso del 2020.
En el informe “El votante del sueño americano” estableció que los latinos están preocupados por la pandemia de COVID-19 y la economía, incluso más que la inmigración, pero destaca el mensaje que el expresidente Trump logró enviar por comunidades, es decir, muy concreto, una estrategia que explicó a este diario con Kevin Marino, exjefe de campaña de Trump en Florida.
“Tenemos que hablar con el pueblo”, dijo Marino, quien señaló que la campaña hizo que cubanos hablaran a cubanos, mexicanos a mexicanos, puertorriqueños a puertorriqueños, etcétera.
El reporte de Equis Labs apunta que los votantes latinos en muchas ocasiones se sienten “olvidados o no escuchados”, algo que la campaña de Trump entendió en estados clave, como Florida y Texas.
El académico Aguasaco advirtió que los demócratas no deberían creer que los latinos votarán por ellos, simplemente por ser latinos.
“No pertenecen exclusivamente a un partido político, son tan diversos como el país mismo. Los demócratas han cometido un error históricamente… asumir que todos los latinos votamos con base en los mismos problemas”, expuso. “Hay quienes votan pensando en la relación que EE.UU. va a tener con Cuba, por ejemplo. Hay otros sobre la relación con México. Esa diversidad es tan rica, no es lo mismo que el puertorriqueño que tiene otras necesidades o la gente de Venezuela”.
Agregó que los republicanos han sido efectivos en su discurso con los latinos, porque tocan temas de “alto contenido emocional”, como en el caso de Florida y Cuba.
“Somos una comunidad que decide, que mueve la balanza por un lado u otro, lo que queda a los demócratas es convencer a los latinos, pero entendiendo esa diversidad”, acotó.
A qué poner atención
>> Investigación de la Cámara sobre la invasión al Capitolio el 6 de enero del 2021 y la implicación de Trump.
>> Resultado de investigación de fiscales en Nueva York contra las empresas de Trump.
>> Avances en estados de otras leyes electorales consideradas restrictivas.
>> La reapertura total del país ante medicamentos contra COVID-19 aprobados y mayor índice de vacunación.
>> Primeros resultados de la agenda de infraestructura de Biden.