La inflación y alza de precios en energía y gas afecta particularmente a latinos, advierten expertos
A pesar del reporte de una inflación del 7%, el presidente Joe Biden afirmó que ha habido "una reducción significativa” en ciertos precios, pero analistas indican que eso no es visible sobre todo en energía eléctrica o gas, un gasto que impacta en forma especial a las minorías, como las comunidades latinas
Los efectos económicos de la pandemia de COVID-19 no terminarán pronto y tendrán un impacto negativo particularmente entre las comunidades latinas y afroamericanas, tanto a corto como a mediano plazo, debido a los costos de productos básicos y consumo de energía y gasolina.
La inflación avanza a su nivel más alto en 40 años, a pasar del 6.8% al 7%, debido al aumento de los gastos domésticos, reduciendo las ganancias salariales.
La Oficina de Estadísticas Laborales informó el miércoles que su medida de inflación aumentó un 5.5% en diciembre, el aumento más rápido desde 1991.
“El Índice de Precios al Consumidor (CPI) mostró que el índice de energía ha subido un 29.3 por ciento en el último año”, señaló Antonieta Cadiz, managing director for Latino Engagement de la organización Climate Power. “Concretamente en diciembre el índice eléctrico subió un 0.3 por ciento, el mismo incremento que en noviembre”.
Agregó que esto impacta a todos los estadounidenses, pero para las llamadas comunidades de color el efecto es mayor.
“En pleno invierno con temperaturas récord y tormentas invernales afectando el territorio nacional, estos aumentos tendrán un impacto negativo y desproporcionado en la economía y calidad de vida de los hogares latinos, quienes tienen una carga promedio 24% mayor que los hogares blancos a nivel nacional”, advierte.
El economista Alfredo Romero, profesor asociado en Economía de la North Carolina A&T State University señaló que el problema con la inflación es que los salarios no aumentan con los precios, por ello el impacto directo a las familias.
“El problema es que no puedes anticipar en qué porcentaje va a subir (la inflación) y afecta de manera desproporcional a diferentes grupos económicos”, alertó.
Romero hizo énfasis en el incremento citado por Cadiz tanto en energía eléctrica como en gasolina.
“Para los hogares hispanos, donde el mayor porcentaje de su presupuesto es energía, pues entonces significa que o vas a tener que bajar el termostato o vas a tener que dejar de comprar otras cosas que son necesarias para tu subsistencia o tu bienestar”, lamentó el experto.
El Gobierno federal reportó aumentos en los precios de los automóviles, la gasolina, los alimentos y los muebles.
Un problema a mediano plazo
La inflación se ha convertido en la amenaza principal de recuperación económica en medio de pandemia de coronavirus.
“La inflación es una sorpresa para el público en general, tanto como lo fue para la Reserva Federal”, reconoció Romero. “La idea es que es que esta inflación iba a ser transitoria… ya podemos abandonar esa idea, no es transitoria”.
El experto en economía agregó que las comunidades latinas ya están viendo los primeros efectos, debido al incremento de la canasta básica, como carne, pero ese impacto será como efecto dominó, pues los bolsillos tendrán un daño paulatino.
Señaló que el alza de precios obligará a las familias a tomar medidas de corto plazo, como evitar el consumo de ciertos productos, como en lugar de comprar carne o pollo se utilice soya o la gente prefiera consumir más arroz o papa, pero el problema con la energía no es hay forma de sustituir y su costo es más alto.
“Vas a dejar de comprar cosas que son muy caras”, dijo Romero sobre una primera reacción de la ciudadanía. “Pero no hay sustituto para estar caliente, no hay sustituto para el fuego, no hay sustituto para la calefacción. Eso sí vas a tener que seguirlo consumiendo y por eso es tan alto el nivel de inseguridad térmica en nuestras comunidades”.
Hay otros efectos de la inflación, como los recortes a inversiones de servicios que ayudan a mejorar la competitividad de las nuevas generaciones, además de que se acentuarán las diferencias económicas entre los grupos sociales.
“Hay gente que va a tener que recortar actividades extracurriculares de sus hijos para que estén bien o simplemente poder ir a la escuela con un estómago lleno y con los útiles escolares requeridos”, expuso. “Hay un impacto en el corto plazo con el alza de precios, pero las familias van a tener un efecto en el mediano plazo y cuando las tasas de interés suban y las rentas suban habrá un efecto… por eso decimos que esta recuperación va acentuar las diferencias económicas entre los que tienen y los que no”.
El optimismo Biden
El presidente Joe Biden enfrenta presión social y política sobre la inflación, ya que los republicanos han mantenido sus críticas, a pesar de que es un fenómeno a nivel mundial.
Sin embargo, en una postura oficial, el presidente Biden habló de “una reducción significativa” que el economista Romero dijo no ver.
“Estamos progresando en la desaceleración de la tasa de aumento de precios”, afirmó la Administración Biden. “Al mismo tiempo, este informe subraya que todavía tenemos más trabajo por hacer, con aumentos de precios ya de por sí demasiado altos y apretando los presupuestos familiares”.
Cuestionado sobre esa postura de Biden, el economista desestimó ese optimismo: “Estoy tratando de ver a qué se refiere”.
“No veo que la inflación deje de ser un problema, sino hasta que el tema de la pandemia se elimine”, agregó Romero. “El 70 por ciento del cambio en estos precios está ligado directamente en el choque de suministros por la pandemia y ese es un fenómeno global”.
Romero señaló que lo más probable es que la Reserva Federal incremente las tasas de interés en tarjetas de crédito, lo cual tendrá un efecto en las familias, sobre todo si no hay buenos niveles de ahorro.
“Lo más seguro es que las familias hayan incrementado el uso de tarjetas de crédito, debido a que con las tasas de interés bajas hay más oportunidad de sacarlas, pero al momento en que aumente el interés, tu pago de interés a tus tarjetas va a subir también”, adelantó.