Ex gobernador Cuomo “ocultó” cifras de ancianos muertos por coronavirus, según último informe de contralor de Nueva York
El Departamento de Salud del estado (DOH) “engañó al público” intencionalmente sobre la cantidad de muertes en asilos de ancianos por COVID-19 en el año 2020 para proteger la reputación del entonces popular gobernador Cuomo, según una auditoría divulgada ayer
La administración del ex gobernador Andrew Cuomo no dio cuenta pública de la muerte de unos 4,100 residentes de hogares de ancianos en Nueva York durante la pandemia, según una auditoría publicada ayer por la contraloría estatal, informó The New York Times.
El Departamento de Salud del estado (DOH) “engañó al público” intencionalmente sobre la cantidad de muertes en asilos de ancianos por COVID-19 en el año 2020 para ayudar a pulir la reputación del entonces popular gobernador Cuomo, resumió New York Post.
Lo anterior habría sucedido un año y medio antes de que un escándalo de supuestos acosos sexuales lo llevaran a renunciar en agosto, pero las acusaciones no han avanzado judicialmente, lo que había llevado a Cuomo en los últimos días a considerarse “reivindicado” políticamente.
Ahora los auditores descubrieron que los funcionarios del DOH subestimaron el número de al menos 4,100 residentes fallecidos y, en ocasiones, de más del 50%, “lo que permitió a Cuomo afirmar repetida y falsamente que Nueva York estaba haciendo un mejor trabajo que otros estados para proteger a las personas mayores altamente vulnerables”, dice el informe del contralor Thomas DiNapoli.
“Si bien el deber del Departamento (DOH) es actuar únicamente para promover la salud pública, determinamos que, en lugar de proporcionar información precisa y confiable durante una emergencia de salud pública, el Departamento en cambio conformó su presentación a la narrativa del Ejecutivo, a menudo presentando datos de una manera que confundió al público”, dice el reporte.
En una declaración preparada, el contralor DiNapoli calificó los hallazgos de la auditoría de su oficina como “extremadamente preocupantes”. “Las familias tienen derecho a saber si se contó la muerte por COVID-19 de su ser querido, pero muchas aún no tienen respuestas del Departamento de Salud del estado”, dijo. “El público fue engañado por aquellos en el nivel más alto del gobierno estatal mediante la distorsión y la supresión de los hechos cuando los neoyorquinos merecían la verdad”.
La fiscal estatal Letitia James, quien había liderado las investigaciones a Cuomo sobre acoso sexual, dijo ayer que DiNapoli había confirmado “muchos de los hallazgos que descubrimos el año pasado sobre la respuesta del estado al COVID, más notablemente que el DOH y el exgobernador subestimaron la cantidad de muertes en hogares de ancianos”.
Fue un giro, pues durante el otoño de 2020 la procuradora James afirmó que el gobierno de Cuomo no estaba obstaculizando ilegalmente la divulgación de la información de los fallecimientos, solicitada reiteradamente desde Washington por el Departamento de Justicia (DOJ).
Ayer el ex gobernador no emitió comentarios. Pero su portavoz Rich Azzopardi trató de restar importancia y desacreditar la auditoría. “Como se informó el número de muertes fuera de las instalaciones en enero pasado, esto no es noticia, sin embargo, lo que es peculiar es la publicación de esta auditoría por parte del Contralor ahora, pero nadie ha acusado (a Cuomo) nunca de estar por encima de la política”, dijo Azzopardi en un correo electrónico.
El DOH dijo que los auditores no “tomaron debidamente en cuenta los diversos tipos de información cuantitativa y cualitativa que el personal del Departamento ha utilizado para ayudar a responder a la pandemia de Covid-19; las diversas ventajas y desventajas prácticas que existen entre los diferentes tipos de datos de infección y mortalidad; o los esfuerzos afirmativos que el personal del Departamento ha realizado en los últimos años para mejorar tanto el alcance como la confiabilidad de la información recopilada de los hogares de ancianos para enfrentar los desafíos de la pandemia en curso”.
En agosto, pocas horas después de la salida de Cuomo, se elevó a casi 55,400 la cifra de personas que habían muerto de COVID-19 en todo Nueva York con certificados de defunción presentados a los Centros para el Control de Enfermedades (CDC), según el informe hecho público en el primer día en el cargo de la gobernadora Kathy Hochul. Ese número superó de largo a los 43,400 decesos que Cuomo había informado al público en su último día en el cargo.
La Asamblea Estatal, el FBI y la Fiscalía de Brooklyn habían comenzado a investigar a Cuomo y su gobierno por el manejo de esas muertes masivas de ancianos durante la crisis del coronavirus, luego de que su entonces asistente principal Melissa DeRosa admitiera en febrero de 2021 ante legisladores demócratas, que los funcionarios habían encubierto el número total de fallecidos por COVID-19 en asilos.
Luego de la aparentemente “exitosa” gestión de Cuomo al inicio de la pandemia, se supo que había limitado sus contactos con el gobierno federal para discutir soluciones, en medio de sus peleas con el entonces mandatario Donald Trump, aún siendo NY de lejos el estado más afectado por la pandemia, en muertes y pérdidas económicas.
En el ínterin, Cuomo incluso publicó un libro autoalabándose por su gestión en la pandemia, lo que le generó un escándalo adicional por supuestamente haber usado personal de la gobernación para la publicación, por la que cobró además $5.1 millones de dólares.