Por qué en las tiendas siempre ponen dulces y refrescos cerca de la caja de pago

Es muy típico que estés esperando en la fila para pagar tus víveres en la tienda y en último momento decides tomar una barra de chocolate, un paquete de chicles o un refresco que se te antojó. Incluso es posible que esto te pase todos los días que vas a la tienda, y es que es muy difícil resistirse a estas compras impulsivas. Sin embargo, debes de saber que, al hacer esto, caes víctima de una elaborada estrategia de la tienda para hacerte gastar más.

Y no es para menos, ya que los clientes llegaron a gastar $6,000 millones de dólares en el área de las filas de pago tan solo el año pasado, según se informó en CNN.

“La compra impulsiva representa un componente mucho más grande del comportamiento del consumidor de lo que la gente cree. El frente de la tienda es un espacio privilegiado para colocar productos de compras por impulso”, dijo James Burroughs, quien estudia los patrones de consumo en la Escuela de Comercio McIntire de la Universidad de Virginia.

Sin embargo, cabe preguntarse cómo seleccionan las empresas qué productos colocar en el mostrador de pago y por qué compramos estos artículos a última hora.

Primero, hay que señalar que las tiendas planean cómo colocarán sus productos en prácticamente cada centímetro de la tienda. Por ejemplo, los productos lácteos se colocan en la parte trasera para que los clientes recorran toda la tienda y vean otros productos que también podrían llevarse mientras van en camino a buscar la leche, que es uno de los víveres que se compran con mayor frecuencia, ya que se consume casi todos los días.

Lo mismo pasa con el área de carnes.

Siguiendo el mismo plan, las tiendas ponen productos pequeños y baratos, como dulces y refrescos, en la caja registradora porque son más fáciles de recoger para los clientes. Y es que en esta área es la última oportunidad para las personas de agregar uno o dos productos más a sus compras.

Además, cuando terminamos de hacer nuestras compras y llegamos a la fila de pago, por lo general estamos más cansados y tenemos menos fuerza de voluntad que cuando llegamos a la tienda.

“Es más probable que las personas sucumban al impulso si están fatigadas“, dijo Burroughs.

Tomando en cuenta lo anterior, valdría la pena que recuerdes esto la próxima vez que vayas a la tienda, así no serás una víctima más de la mercadotecnia.

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