3 errores comunes que cometemos al ponernos protector solar
Expertos en dermatología señalan cuáles son las cosas que no hacemos bien al momento de usar protector solar y que podría causar daños en la piel
Una de las cosas que hoy en día, son indispensables en nuestra rutina de belleza diaria es ponernos protector solar, no solo al momento de salir de casa sino a lo largo del día, sobre todo si nuestras obligaciones hacen que estemos mucho tiempo al aire libre.
Los dermatólogos nos recuerdan que la piel es el órganos más grande de todo el cuerpo y por ende, es necesario protegerlo con el llamado Factor de Protección Solar (FPS).
Aunque es necesario usar el protector solar a lo largo de todo el año, es de suma importancia cuidar el piel en los meses más cálidos, debido a que los rayos del Son son mucho más fuertes en primavera y verano y hay más horas de luz.
Desafortunadamente, lo cierto es que de nada sirve untarte protector solar si no lo haces de la manera adecuada. Según los dermatólogos, estos son los 3 errores que comúnmente cometemos a la hora de aplicarlo.
3 simples errores que cometemos al aplicarnos protector solar
1) No usar suficiente protector solar o no volver a aplicarlo
Uno de los mayores errores que puedes cometer a la hora de proteger tu piel del sol consiste en no usar suficiente protector solar. Aunque una cucharada de crema protectora parece suficiente, si quieres cubrir completamente tu rostro y cuerpo es recomendable usar una cantidad del tamaño de una pelota de golf, incluso en los días nublados, ya que los dañinos rayos UV pueden atravesar las nubes.
Si pasas todo el día al aire libre, también debes reaplicar el protector solar aproximadamente cada 2 horas, ya que va desapareciendo con el tiempo.
2) Pensar que eres alérgico al protector solar
Puede que notes erupciones en tu piel tras aplicarte protector solar, las cuales no serán por una reacción alérgica al producto sino que podría deberse a otros factores, como el que te aplicaste poco, que ha caducado u olvidaste volver a ponértelo. Muchas personas terminan confundiendo una quemadura solar con una reacción alérgica.
La mejor manera para evitar el enrojecimiento consiste en aplicar una cantidad adecuada de protector solar que cubra completamente la cara y el cuerpo, así como usar un producto fresco que no haya caducado. Mantener el protector solar alejado de las fuentes de calor directo y guardarlo en un lugar fresco y oscuro son estrategias excelentes para preservar sus propiedades y evitar que se eche a perder antes de lo que debería puesto que el calor y la luz pueden hacer que se descomponga más rápido.
Si tienes una piel sensible propensa al acné o a las reacciones dermatológicas, elige un protector solar físico o mineral ya que suelen ser menos irritantes.
3) Aplicar protector solar únicamente en la cara
La cara suele ser el área que recibe más atención, pero proteger el resto del cuerpo del sol también es importante. La parte superior del cuero cabelludo, las orejas, la zona posterior del cuello y los pies son algunos de los puntos que solemos pasar por alto y que pueden quemarse fácilmente con el sol.
Para evitar esos despistes, inicia el día aplicando una capa de protector solar en todo el cuerpo tan pronto como salgas de la ducha.
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