Madre de Minnesota robó sangre de su hijo y obligó a sus hermanos a deshacerse de ella para fingir una enfermedad para recibir dinero estatal, según informes
Jorden Nicole Borders, de 32 años, recibió tres cargos de tortura infantil y acecho en el presunto abuso de sus hijos, que son una niña de 8 años y dos niños de 9 y 11 años
Una madre de Minnesota está acusada de tortura infantil luego de que presuntamente robara sangre de su hijo y tratara a sus otros dos hijos por condiciones médicas que no tenía.
La mujer identificada como Jorden Nicole Borders, de 32 años, recibió tres cargos de tortura infantil y acecho en el presunto abuso de sus hijos, que son una niña de 8 años y dos niños de 9 y 11 años, informó Fox Minneapolis.
Las autoridades comenzaron a investigar a la mujer luego de que los médicos vigilaran al niño de 9 años debido a que sus números de hemoglobina cayeran estrepitosamente, mientras que Borders argumentó que el hospital le estaba extrayendo mucha sangre.
Una denuncia judicial afirmó que sus hijos dijeron a las autoridades que vieron a su madre sacar sangre de su hermano y echarla en una taza y tirarla por el inodoro. Agregaron que la mujer hizo lo mismo en otras visitas al médico.
Según el niño de 9 años a los investigadores, su madre simplemente “seguía extrayéndome sangre… y dijo que no se lo dijeran a nadie”, describiendo que su cuerpo se sentía “enfermo y somnoliento”, de acuerdo con la denuncia.
Los investigadores determinaron más tarde que Borders diagnosticó a sus hijos de 8 y 11 años de osteogénesis imperfecta, conocida también como la “enfermedad de los huesos frágiles”. Los niños fueron obligados a usar yesos y collares ortopédicos pese a que no tenían lesiones.
Miles de dólares a costa del estado de Minnesota
Las autoridades concluyeron que Borders estaba recibiendo dinero del estado de Minnesota para cuidar al niño de 9 años, y había sido nominada para varios obsequios y dinero de fundaciones sin fines de lucro. Estimaron que la mujer recibió hasta $35,000 dólares, según la denuncia.
La madre le dijo al niño de 11 años que fingiera que se rompió los huesos y que le pondría yesos con materiales que ella robó a los médicos. El menor se mantuvo enyesado durante más de dos años, precisaron los fiscales.
Asimismo, los niños confirmaron que su madre frecuentemente los asfixiaba y los hacía pararse en el frío para arrojarles objetos.
El niño de 9 años dijo a las autoridades que dormía en el suelo, y a menudo tenía hambre. “Nunca estuve a salvo”, aseguró.
Entretanto, la niña de 8 años declaró que su padre no sabía que su hermano de 9 años no podía caminar y que lo obligaban a permanecer en silla de ruedas cuando estaba en casa. Acotó que si su padre hubiera sabido que su hermano podía caminar, sabría que su madre “estaba mintiendo”, sentenció la denuncia.
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