Cómo comer chile puede ayudarte a recuperar el sentido del gusto después del COVID

Consumir chile puede producir una sensación placentera en algunas personas debido a sus compuestos, los cuales también pueden tener efectos beneficiosos en la salud. Expertos daneses señalan que comer alimentos como el chile también podría ser útil para proporcionar estimulación sensorial a las personas con COVID.

Un efecto secundario frecuente de la infección por COVID es la reducción o pérdida temporal del sentido del gusto y el olfato. Este efecto puede durar incluso más de un mes luego de que ha pasado la enfermedad.

Mathai refiere que en un estudio en el que participaron 2000 comensales con COVID encontró que el 43 % aumentaron la cantidad de chile y otras especias para amplificar el sabor de las comidas. “Los expertos daneses dicen que comer alimentos como el chile podría ser útil para proporcionar estimulación sensorial a los comensales cuando su sentido del olfato no está a la altura”.

Los chiles tienen sustancias con efecto antiinflamatorio y antioxidante. Un ingrediente clave del chile es un compuesto llamado capsaicina que causa una sensación dolorosa e incluso de ardor cuando la consumimos.

Michael Mathai, fisiólogo de la Universidad de Victoria, explica que la liberación de capsaicina en nuestra lengua genera una sensación que va desde un leve hormigueo hasta un calor abrasador. La sensación de ardor se intensifica cuando la temperatura de la comida es alta. El cerebro interpreta esto como dolor y calor excesivo.

Por qué comer picante es placentero

Los receptores en los nervios sensoriales responden al calor al activados por la capsaicina. Comer chile puede ser placentero debido a las endorfinas se liberan en respuesta al estímulo doloroso, para reducir la sensación del dolor y mejorar el estado de ánimo.

“El chile puede incluso actuar como un opiáceo natural, haciendo que nuestro cuerpo libere endorfinas de una manera similar a la del “subidón del corredor”, comparte Mathai.

El picante también ayuda percibir más los sabores de la comida, ya que aumenta la producción de saliva, con el fin de diluir el calor y masticar mejor la comida, difundiendo los sabores alrededor de la lengua; además, los compuestos orgánicos volátiles con sabor pueden ascender desde la parte posterior de la boca hasta los sensores nasales cuando se traga la comida.

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