Joven de 21 años murió baleado dentro de su hogar en Nueva York
La violencia armada luce sin freno en Nueva York: un joven de 21 años recibió un disparo mortal anoche en su casa en El Bronx. Al parecer el pistolero lo siguió desde la calle
Vigilancia nocturna de NYPD. Crédito: Andrés Correa Guatarasma | Cortesía
Nicholas Lewis, joven de 21 años, recibió un disparo mortal anoche en el patio trasero de su casa en El Bronx (NYC).
Según la policía de Nueva York, Lewis estaba en la parte trasera de su casa en Pratt Ave. cerca de Strang Ave., en el vecindario Edenwald, cuando estallaron los disparos alrededor de las 8:50 p.m. del miércoles.
Su hermana, que estaba en casa, escuchó los disparos y encontró a Lewis herido de muerte en el pasillo del sótano junto a las escaleras que conducían al patio trasero. No está claro en qué sitio exacto del hogar fue baleado.
Paramédicos lo llevaron al Centro Médico Jacobi, donde murió más tarde. Lewis, quien no tenía antecedentes penales, recibió un disparo en el pecho, detalló la policía.
Lewis acababa de regresar a casa, dijeron fuentes policiales. Los detectives están investigando la posibilidad de que el pistolero lo haya seguido hasta su hogar antes de dispararle, acotó Daily News.
No se han realizado arrestos ni identificado sospechosos. Quien posea información debe llamar a 1-800-577-TIPS (8477) y en español 1-888-57-PISTA (74782). También a través de la página crimestoppers.nypdonline.org o por mensaje de texto a 274637 (CRIMES), seguido por TIP577. Todas las comunicaciones son estrictamente confidenciales.
La violencia armada luce sin freno en Nueva York. Horas antes, ayer un niño de 12 años fue detenido luego de un tiroteo que dejó a dos adolescentes heridos durante una pelea al final de la tarde cerca de una escuela secundaria en Queens (NYC).
Los jóvenes son cada vez más protagonistas en la violencia armada de Nueva York como víctimas y victimarios, particularmente balaceras y ataques con armas blancas. En septiembre un informe de NYPD encontró que la reincidencia entre los adolescentes había aumentado drásticamente durante los últimos cinco años y el número de pistoleros y sus víctimas menores de edad se había triplicado.
