Ganó millonario premio de lotería pero antes de morir, quedó en bancarrota tras gastar $100,000 a la semana

Los expertos en finanzas personales aseguran que absolutamente nadie está preparado para volverse millonario de la noche a la mañana, tal y como ocurre con algunos afortunados que han visto cómo sus vidas cambian en un abrir y cerrar de ojos tras ganar un generoso premio de lotería.

Uno de los grandes consejos que se dan a quienes resulten beneficiados con un millonario premio de lotería es que precisamente antes de reclamarlo, se rodeen o contraten los servicios de personas que los aconsejen a tomar las mejores decisiones respecto a qué harán y cómo invertirán su dinero.

Sin embargo, son muy pocos los que realmente lo hacen, por lo que no es extraño que la mayoría de los ganadores de un premio de lotería terminen sin dinero e incluso con más deudas, en un corto lapso de tiempo.

Eso es lo que le ocurrió a un hombre en Escocia llamado Colin Weir, quien en 2011 se convirtió en el máximo ganador en la historia de la lotería de aquel país al haber obtenido un premio equivalente a $162 millones.

Tristemente, Weir no tomó buenas decisiones, por lo que al poco tiempo de haber ganado la lotería, se quedó sin dinero y murió unos cuantos años después, solo y prácticamente en bancarrota.

Según explica Mirror, el hombre cometió varias locuras, como por ejemplo, adquirir una mansión de $3,7 millones en tan solo 10 minutos, así como gastar un promedio de $100,000 cada semana, comprando diversos autos de lujo e invirtiendo en un equipo de fútbol local.

Su garaje albergaba 4 autos de lujo: un Bentley Arnage antiguo, con un valor de $11,000, un SUV Jaguar F-Pace de 3 años de $29,000, un Mercedes Benz E Class Estate de 4 años de $25,000 y un Mercedes Benz V Class 2019 monovolumen, valorado en unos $36,000.

También compartió su fortuna con amigos y fideicomisos caritativos, y le dio gran parte de su premio a los hijos que tuvo con Christine: Carly, de 32 años, y Jamie, de 30.

Pero a los pocos años, los problemas llegaron a la vida de este hombre, pues Christine, su esposa, le pidió el divorcio. Finalmente se separaron y ella se quedó con la mansión de $3,5 millones.

Colin murió en diciembre de 2019 a causa de una sepsis y una lesión renal aguda, a los 71 años, prácticamente solo y teniendo únicamente una pequeña propiedad que adquirió tras su separación.

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