Razones para evitar cenar tarde, según un especialista

Cenar muy tarde y pesado genera que nuestro cuerpo trabaje un poco más en las horas que debería estar descasando según el ciclo biológico natural del cuerpo. Sobre esta realidad son muchas las interrogantes que se tejen sobre las horas adecuadas para cenar, qué alimentos están permitidos y toda una serie de mitos.

La explicación se relaciona mucho con el hecho que durante el día nuestro sistema nervioso simpático está más activado, por esta razón el procesamiento de los alimentos en más eficiente.

Mientras que durante la noche, el sistema parasimpático toma el control, “lo que hace que cenar entre las 7 y las 7:30 sea el momento ideal para que nuestro cuerpo pueda manejar la comida sin alteraciones”, explica Carlos Jaramillo, graduado en Fisiología y Bioquímica Clínica en la Universidad de Harvard.

El doctor especialista en medicina integrada profundiza sobre la verdad detrás de estos mitos, que se relaciona con nuestro propio ciclo biológico.

Las horas de comida influyen en la manera de procesarlas

Ahora bien, cuando comemos fuera de las horas adecuadas, esto puede alterar los ciclos biológicos y los biorritmos, lo que puede generar a su vez problemas de salud.

¿Por qué se presentan problemas de salud?  Porque se interrumpe el funcionamiento natural de nuestro organismo, causando problemas que pueden ir más allá de una simple indigestión, detalla el especialista.

Uno de los efectos negativos de cenar tarde es la disminución de la liberación de melatonina, lo que trae como consecuencia que el hígado deba trabajar más, “lo que podría conducir a problemas de salud a largo plazo”.

La liberación de la melatonina mejora la sensibilidad a la insulina misma, controlando los niveles de glucosa. Otro factor importante es que la comida tiene un efecto termogénico en nuestro cuerpo, lo que afecta el sueño.

“Para dormir bien, se necesita una temperatura más baja, y comer en la noche tiene el efecto contrario. Esto puede interrumpir nuestro sueño y hacer que despertemos con sensación de cansancio”, agrega.

Comer tarde en la noche puede generar trastornos de leptina y grelina, resistencia que genera hambre al despertar.

También se puede afectar en la calidad del sueño, generar descanso inadecuado, levantarse con depresión, y dañar la microbiota, ya que cambian las velocidades en el metabolismo.

Explica que la mayor desintoxicación del hígado ocurre en la noche, y comer en ese momento no permite que el hígado trabaje bien. Esto se debe a que la hora media del sueño, que es aproximadamente a las 2:00 am, debería estar por lo menos 6 horas separada de la última comida.

Tomando esta previsión le permitimos al cuerpo procesar y disminuir la temperatura. La recomendación del también especialista de Harvard “es mejor comer de día y ayunar de noche, respetando así los ritmos naturales de nuestro cuerpo”.

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