Por qué nunca debes comprar queso rallado en las tiendas
Comprar queso rallado es una opción muy atractiva si quieres ahorrarte el trabajo de hacerlo tú mismo. Sin embargo, podría ser contraproducente en cuanto al precio y la calidad
El queso rallado puede tener algunos aditivos que harían que fuera un alimento menos natural. Crédito: Nadya Kubik | Shutterstock
A primera vista, la idea de comprar queso ya rallado puede parecer atractiva gracias a su conveniencia. Sin embargo, es importante tomarse un momento para pensar en algunos aspectos importantes antes de elegir esta opción.
Es más caro
El queso que ya viene rallado tiene un precio mucho mayor al de los bloques de queso del mismo tipo, sin importar que estemos hablando de queso Kraft, queso Sargento o cualquier otra marca.
Y es que, cuando la marca se encarga de hacer más trabajo por ti, como rallar el queso, el precio sube.
En términos generales, el queso ya rallado tiene un costo aproximado de $1.50 dólares más por taza en comparación con el queso en bloque. Si haces cuentas, esta diferencia de precio es bastante importante.
Contiene químicos
También debes considerar el sabor. Si te fijas, el queso rallado a menudo tiene un polvo ligeramente granulado en él, esto se debe a que le ponen aditivos como almidón de patata, natamicina y celulosa en polvo.
Estos ingredientes generalmente no son dañinos y se añaden al queso rallado para evitar que se aglutine o les crezca moho. Sin embargo, hacen que el producto sea menos natural.
Por otro lado, cuando lo rallas tú mismo, evitas comer estos químicos.
Además, los aditivos no solo afectan el sabor, sino que también hace que sea difícil gratinarlo.
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