Partido Republicano muestra que extremismo de Donald Trump podría ser un problema en las elecciones de noviembre
Tanto Donald Trump como sus partidarios republicanos han tratado de enmendar sus errores de esta semana tras apoyar el fallo de Alabama de llamar niños a los embriones congelados y ofrecer a Vladimir Putin un pase para atacar a sus enemigos, para después retractarse de sus palabras causando críticas de Nikki Haley y el Partido Demócrata
Si el expresidente Donald Trump y sus aliados del Partido Republicano pierden las elecciones presidenciales de noviembre, semanas como la que está terminando podrían ser las culpables.
El exmandatario es alabado por la base MAGA del Partido Republicano, pero el sello de extrema derecha que han impuesto ha hecho pensar a algunos de sus aliados que esto podría afectar el esfuerzo por conseguir votantes indecisos que necesitarán para el mes de noviembre.
Este fin de semana, los republicanos de Trump estaban apoyando la decisión de Alabama de llama niños a los embriones congelados, hacer llamados para acabar con la democracia y ofrecerle al presidente de Rusia, Vladimir Putin, un pase para atacar a sus enemigos.
Por su parte, el Partido Demócrata presentan a los republicanos de MAGA como extremistas empeñados en destruir derechos y tradiciones que la gran mayoría de los ciudadanos del país respaldan.
La decisión de la corte conservadora de Alabama de que los embriones congelados son niños han causado que las clínicas de fertilidad del estado, encabezado por los republicanos, cierren por temor a ser procesadas.
Ahora el magnate republicano y sus aliados en el Congreso están luchando por denunciar el fallo, que surgió de una sentencia orquestada por el mismo Trump, el rechazo de la Corte Suprema de Estados Unidos al derecho al aborto en virtud de Roe vs. Wade, informó Axios.
El exmandatario, que habitualmente se jacta de haber nombrado a tres de los jueces que revocaron a Roe vs. Wade, solicitó el viernes a la legislatura de Alabama que proteja la fertilización in vitro (FIV), procedimiento realizado en clínicas especializadas.
Asimismo, en la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) a las afueras de DC, hubo llamado para terminar con la democracia estadounidense liderada por Trump y a un movimiento hacia un estado cristiano.
“¡Bienvenidos al fin de la democracia!”, expresó el activista en línea Jack Posobiec durante un discurso. “Estamos aquí para derrocarlo por completo. No llegamos hasta allí el 6 de enero, pero nos esforzaremos por deshacernos de él y reemplazarlo”.
A inicios de esta semana, la reacción de Trump ante la muerte del opositor ruso, Alexei Navalny, que falleció en una cárcel en el círculo polar ártico (comparando su situación política legal con la del disidente ruso y negándose a criticar a Putin), causó críticas de los demócratas y de su rival republicana, Nikki Haley.
“Donald Trump se está poniendo del lado de un dictador que mata a sus oponentes políticos“, manifestó Haley en un mitin antes de las primarias republicanas en Carolina del Sur.
Posteriormente, el expresidente denominó la muerte de Navalny como “horrible”, pero Haley y la campaña del presidente Joe Biden calificaron el hecho como un recordatorio en la afinidad de Trump por los dictadores.
Sigue leyendo: