$116 millones para familia de joven que murió en helicóptero caído en Nueva York

La familia de una de las cinco personas que murieron en un helicóptero que se hundió en el East River de NYC recibirá $116 millones

Trevor Cadigan era un joven periodista que se había recién mudado de Dallas a NYC.

Trevor Cadigan era un joven periodista que se había recién mudado de Dallas a NYC. Crédito: Selfie | Cortesía

Un jurado determinó una compensación de $116 millones de dólares para la familia de Trevor Cadigan (26), una de las cinco personas que murieron en un helicóptero sin puertas que se estrelló y se hundió en el East River de Nueva York.

El veredicto se conoció el jueves en la demanda por la muerte del texano Cadigan, quien tenía 26 años cuando tomó el vuelo siniestrado el 11 de marzo de 2018. Los ocupantes quedaron atrapados en sus arneses de seguridad.

Cadigan había colocado en Instagram un video al comienzo del fatal vuelo. Las otras cuatro víctimas fueron identificadas como Tristan Hill (30), Daniel Thompson (34), el bombero texano Brian McDaniel (26) y la turista argentina, Carla Vallejos, de 29 años.

Hill y Thompson eran empleados de la compañía a cargo del vuelo, Liberty Helicopters. Cardigan era un joven periodista que recién se había mudado de Dallas a NYC y su amigo McDaniel se encontraba visitando la ciudad.

Su padre, el periodista de radio Jerry Cadigan, murió en julio en St. Louis, mientras visitaba a familiares durante un receso en el juicio que duró aproximadamente tres meses en Manhattan. “No vio el camino final hacia la justicia, pero sabía que se avecinaba”, dijo el abogado de la familia, Gary C. Robb, tras conocer la decisión del jurado.

Fue “una trampa mortal”, dijo el viernes Robb. “Simplemente engañaron completamente al público sobre la capacidad de salir en caso de emergencia” de los arneses, que eran equipos de protección contra caídas comprados en tiendas y pensados ​​para trabajadores de la construcción, no para uso en aviación.

El jurado decidió que 42% de la culpa recaía en FlyNYON, empresa que organizó el vuelo, y 38% Liberty Helicopters, que era propietaria del helicóptero y proporcionó el piloto. También asignaron el 20% de la responsabilidad a Dart Aerospace, que fabricó un dispositivo de flotación que no funcionó correctamente en el accidente, describió Associated Press.

El helicóptero se hundió en el East River después de que una correa de sujeción de un pasajero se enganchó en un interruptor de cierre de combustible montado en el piso y paró el motor, según descubrieron los investigadores federales. El avión comenzó a hundirse en cuestión de segundos.

El piloto Richard Vance, quien llevaba puesto el cinturón de seguridad, pudo liberarse y sobrevivió. Pero los cinco pasajeros lucharon en vano por liberarse de sus arneses, según la investigación de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB).

La NTSB culpó en gran medida a FlyNYON, diciendo que instaló arneses de difícil escape y explotó una laguna regulatoria para evitar tener que cumplir con los requisitos de seguridad que se aplicarían a los vuelos turísticos.

FlyNYON promovió “selfies de zapatillas” (imágenes de los pies de los pasajeros colgando sobre el Bajo Manhattan), pero les dijo a los empleados que evitaran usar términos como “recorrido aéreo” o “turismo” para que la empresa pudiera mantener una certificación con estándares de seguridad menos estrictos, dijeron los investigadores. La empresa obtuvo la certificación a través de una exención destinada a actividades como recopilación de noticias, fotografía comercial y rodajes de películas.

En los documentos presentados ante la NTSB, FlyNYON criticó el diseño del helicóptero y el sistema de flotación, que no logró mantener la aeronave en posición vertical. DART Aerospace, a su vez, sugirió que el piloto no había utilizado el sistema correctamente.

El piloto afirmó a la NTSB que los pasajeros habían recibido una sesión informativa de seguridad previa al vuelo y se les dijo cómo liberarse de los arneses de sujeción.

Después del accidente, la Administración Federal de Aviación (FAA) suspendió temporalmente los vuelos con las puertas abiertas y los cinturones de seguridad ajustados en los asientos. Los vuelos se reanudaron más tarde con requisitos de cinturones que se pueden liberar con una sola acción.

Éste Fue el tercer accidente de la compañía Liberty Helicopters en menos de once años. En julio de 2007 un helicóptero Liberty Sightseeing con ocho personas cayó al río Hudson. Un paramédico que casualmente iba a bordo ayudó a todos a escapar.

En agosto de 2009 nueve personas murieron después de que un helicóptero que transportaba turistas italianos colisionó en el aire con un pequeño avión privado, también sobre el río Hudson. Los investigadores determinaron que el helicóptero volaba demasiado alto.

En esta nota

Administración Federal de Aviación (FAA) East River Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB)
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