Niña baleada en calle de Nueva York: adolescentes pandilleros sentenciados por homicidio

Dos jóvenes que admitieron haber baleado a la niña Kyhara Tay, de 11 años, en una calle de El Bronx durante un tiroteo en 2022, fueron sentenciados.

Matthew Godwin, quien tenía 15 años al momento del homicidio, se declaró culpable de disparar, mientras que Omar Bojang, entonces de 18 años, admitió conducir la motoneta desde la que el pistolero accionó el arma.

En medio de la violencia pandillera, ambos estaban tratando de dispararle a un niño de 13 años, pero alcanzaron a Tay en la persecución la tarde del 16 de mayo de 2022. En ese momento la menor, de padre camboyano y madre puertorriqueña, estaba afuera de un salón de belleza en el vecindario Foxhurst.

Tay fue fatalmente baleada en el abdomen, dijo la policía, que divulgó entonces un video del tiroteo. Tras ser herida, entró tambaleándose al salón de belleza en estado de shock y sangrando. Fue llevada de urgencia al Hospital Lincoln, donde la declararon muerta.

“Este dolor nos ha traído rabia, noches de insomnio, ansiedad y depresión”, declaró Yahisha Gómez, madre de la niña, el miércoles ante el tribunal con lágrimas en los ojos. “Le negaron la oportunidad de graduarse, de enamorarse, de vivir la vida; le arrebataron todos sus sueños”.

Gómez fue abrazada por la fiscal de distrito de El Bronx, Darcel Clark, tras suplicar justicia durante el proceso. Mientras tanto, el abogado de Godwin argumentó que el adolescente se ha arrepentido del homicidio y ha intentado mejorar su vida al estudiar para obtener su GED (Examen de Desarrollo General) mientras se encuentra encarcelado en un sistema de justicia juvenil.

“Querida familia de Kyhara Tay, lamento mucho lo que hice y el dolor que les causé. También estoy muy decepcionado de mí mismo y asumo toda la responsabilidad”, dijo Godwin. “Nunca tuve la intención de lastimar a su pequeña. Lo siento mucho y espero que algún día puedan perdonarme”.

Godwin recibió una condena de entre 10 años y cadena perpetua, aunque su sentencia se pospondría hasta que obtenga su GED esta primavera. Esto no le gustó a los familiares ni a la fiscal de distrito, describió amNY.com.

Bojang también expresó su remordimiento por el asesinato. “Lo siento sinceramente. La pérdida y el dolor que causé a las familias son inimaginables e implacables. Sólo quiero pagar mi deuda con la sociedad”, afirmó.

Sin embargo, el juez Joseph McCormack no se mostró tan conmovido en el caso de Bojang. Debido a una larga lista de delitos pasados, incluyendo un tiroteo en 2020, lo criticó duramente por negarse a hablar con un agente en libertad condicional, lo cual formaba parte de su acuerdo de culpabilidad de 15 años a cadena perpetua. Por ello el juez retrasó la sentencia, dándole al joven una última oportunidad de hablar con el agente o enfrentar una sentencia aún mayor.

La fiscal de distrito elogió a la familia de Tay. “La sentencia de hoy es la culminación de la justicia, pero éste no es el último capítulo de la historia de Kyhara. Su familia convirtió su dolor en propósito al alzar la voz contra la violencia armada. A través de su voz, el legado de Kyhara perdurará”, afirmó Clark.

La violencia armada es constante en Nueva York y algunas víctimas son alcanzadas al azar con armas blancas y de fuego en calles, escuelas, el transporte público, edificios, negocios, áreas de cajeros automáticos ATM y hasta dentro de hospitales. Los enfrentamientos suelen estar vinculados con batallas entre pandilleros por el territorio, y los sospechosos a veces se incriminan al alardear y publicar sobre sus crímenes en las redes sociales. 

Esta semana, en un lapso de 24 horas, 3 personas han muerto baleadas en calles de Queens, Harlem y El Bronx. Este mes 16 presuntos miembros -13 de ellos menores de edad- de las pandillas “L.A. World” y “Wusk” fueron acusados de desatar una guerra callejera que atormentó a los residentes de Harlem durante meses, anunciaron el alcalde Eric Adams y funcionarios de NYPD. En el operativo la policía recuperó 15 armas semiautomáticas. Previamente 20 presuntos miembros de “800 YGs”, una notoria pandilla en El Bronx (NYC) con un “absoluto desprecio por la vida humana”, fueron acusados ​​de numerosos tiroteos y un homicidio.