Inundaciones en Alaska deja un muerto, dos desaparecidos y decenas de personas rescatadas
Dos personas seguían desaparecidas en Kwigillingok, además, al menos 51 personas y dos perros fueron rescatados en Kwigillingok y la aldea de Kipnuk, Alaska

Los fuertes vientos causaron peligrosas marejadas ciclónicas, que arrastraron pies de agua hacia la tierra, lo que provocó graves inundaciones en las zonas costeras. Crédito: Alaska Department of Transportation and Public Facilities | AP
Los socorristas al oeste de Alaska están esforzándose al máximo para hallar a los residentes desaparecidos y ayudar a las más de 1,000 desplazados luego de que las intensas ráfagas de viento con la fuerza de huracán de lo que fue el tifón Halong devastaron comunidades costeras remotas, desando una marejada ciclónica récord y empujaron las viviendas completamente fuera de sus cimientos.
Una mujer fue hallada sin vida en la aldea de Kwigillingok, de acuerdo con la División de Seguridad Nacional y Gestión de Emergencias de Alaska en un comunicado. Los funcionarios notificarán a la familia antes de dar a conocer el nombre de la persona fallecida.
Dos personas seguían desaparecidas en Kwigillingok hasta el lunes, informaron las autoridades. Asimismo, al menos 51 personas y dos perros fueron rescatados en Kwigillingok y la aldea de Kipnuk desde el fin de semana, y unas 1,400 personas más se han visto en la obligación de refugiarse, indicó una agencia de salud tribal local y funcionarios estatales.
Las autoridades informaron el lunes en la noche que no había personas desaparecidas en Kipnuk, luego de haber dicho anteriormente que estaban trabajando para confirmar los informes de más residentes desaparecidos.
Las aldeas con poca población están a casi 400 millas al suroeste de Anchorage.
“Ambas comunidades sufrieron fuertes vientos e inundaciones durante la noche, lo que causó daños considerables, incluyendo al menos ocho casas derribadas de sus cimientos“, señalaron los oficiales de la policía estatal de Alaska el domingo, aunque los funcionarios dijeron el lunes en la tarde que desconocen la cifra total de edificios o viviendas afectadas.
Las labores de búsqueda y rescate, hechas desde el domingo hasta el lunes, contaron con la ayuda de la Guardia Nacional Aérea de Alaska, la Guardia Nacional del Ejército de Alaska y la Guardia Costera de los Estados Unidos, de acuerdo con la policía estatal y el Departamento de Seguridad Pública del estado, informó CNN.
La respuesta de la Guardia Nacional de Alaska incluía entre 60 y 80 soldados sobre el terreno hasta el lunes, y más de 200 hacia el final de la semana, expreso el mayor general Torrence Saxe, quien lidera la Guardia Nacional estatal. Es la “mayor [respuesta] que he visto en mucho tiempo”, aseguró.
Varias labores de búsqueda y rescate incluyeron helicópteros que socorrieron a personas de los techos de las casas mientras estaban rodeadas por varios pies de agua de la inundación. Las imágenes recuerdan a los rescates que se llevaron a cabo durante el huracán Katrina, indicó el capitán de la Guardia Costera estadounidense, Christopher Culpepper.
“Si imaginamos el peor escenario posible, eso es a lo que nos enfrentamos”, apuntó.
La tormenta provocó ráfagas de viento de 99 mph o más en el oeste de Alaska el domingo, parecidas a las que puede generar los huracanes entre las categorías 1 o 2. Las ráfagas llegaron a las 107 mph en Kusilvak, a la vez que en la cercana bahía de Toksook se registró una ráfaga de casi 100 mph, de acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional.
Los fuertes vientos causaron peligrosas marejadas ciclónicas, que arrastraron pies de agua hacia la tierra, lo que provocó graves inundaciones en las zonas costeras. El nivel del agua subió a casi 15 pies el domingo, más de dos pies por encima del nivel de inundación máxima y un pie y medio por encima del nivel récord previo, establecido en el año 2000.
La tormenta fue antes el tifón Halong, un fuerte sistema tropical que se formó en el norte del mar de Filipinas a inicios de octubre, bordeó Japón sin tocar tierra y posteriormente cruzó el norte del océano Pacífico. Ya no era tropical al ingresar en el mar de Bering este fin de semana, pero su paso no disminuyó su poder.
La tormenta atravesó el norte de Alaska el domingo en la noche y se adentró en el Mar Ártico el lunes en la mañana, dejando a las comunidades las labores de recoger los escombros.
“Se hará todo lo posible para ayudar a los afectados por esta tormenta. La ayuda está en camino”, dijo el gobernador Mike Dunleavy en un comunicado, anunciando la extensión de declaración de estado de desastre para incluir las zonas afectadas por la tormenta del fin de semana. El lunes, apuntó que habrá respaldo para los residentes tanto a corto como a largo plazo.
En una declaración inicial, emitida el jueves, abordó los daños en la parte oeste de Alaska provocados por otra tormenta poderosa en las costas a principios de la semana pasada que causó grandes inundaciones.
Por su parte, el senador de Alaska, Dan Sullivan, expresó que ha “estado en conversaciones frecuentes con el director interino de FEMA, David Richardson, y también en contacto con funcionarios locales, tribales y estatales, incluido el gobernador, y con la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem“.
“FEMA está en contacto directo con funcionarios estatales y locales y cuenta con un equipo de gestión de incidentes que viaja a Alaska en estos momentos, con un grupo de búsqueda y rescate de FEMA preposicionado en Washington en espera. Según FEMA, el cierre del gobierno no está afectando la respuesta de la agencia a esta emergencia”, anunció Sullivan en un comunicado.
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