¿Salud inalcanzable? Sondeo de AP-NORC revela preocupación de los estadounidenses por aumento de costos médicos
Las políticas de Donald Trump dejaron a millones de personas en riesgo de primas de seguro médico que se disparan o de perder su seguro médico en su totalidad

Solo 3 de cada 10 adultos aprueban la gestión de Trump en materia de atención médica. Crédito: Allison Robbert | AP
Gran parte de los adultos estadounidenses están preocupados por el incremento en el valor de la atención médica, señaló una nueva encuesta de AP-NORC, mientras se toman decisiones sobre la cobertura médicas para 2026 y el cierre de gobierno mantiene los costos a futuro en limbo para millones de personas con y sin seguro de salud.
Asimismo, muchos estadounidenses tienen otros cuestionamientos respecto con la atención médica. El sondeo dio a conocer que cerca de 4 de cada 10 ciudadanos de EE.UU. están “extremadamente” o “muy” preocupados por no tener los ingresos suficientes para pagar la atención médica o los medicamentos que requieren, no poder acceder a la atención médica cuando lo necesitan o perder o no tener seguro médico.
Los beneficiarios de Medicare están en la búsqueda de la cobertura para el año que viene, y los periodos de inscripción abierta para muchos otros planes de salud se acercan a noviembre.
Las políticas federales de la administración del presidente Donald Trump, dejaron a millones de personas es riesgo de primas de seguro médico que se disparan o de perder su seguro médico en su totalidad. Los hallazgos encontraron que muchos estadounidenses se sienten vulnerables al aumento repentino de los precios de la atención médica, y algunos mostraron su preocupación sobre si tendrán la cobertura.
Alrededor de 8 de cada 10 adultos estadounidenses aseguran que el asunto de la atención médica es demasiado importante para ellos. Esto incluye a cerca de 9 de cada 10 demócratas y tres cuartas partes de los republicanos, situando los servicios de salud, junto a la economía, entre las principales prioridades de las personas en el país.
Esa relevante atención prestada al tema aumenta el interés político en lo que ha sido un momento decisivo para la política sanitaria federal en Washington D.C.
El megaproyecto de ley de Trump, aprobado el verano, recorta más de mil millones de dólares de salud federal y la ayuda alimentaria a lo largo de la siguiente década, particularmente a través de la imposición de requisitos laborales a quienes son beneficiarios y la transferencia de ciertos costos federales a los estados.
Los republicanos aseguran que los recortes evitaran que quienes no necesitan ayuda manipulen el sistema, pero, en última instancia, causará que millones de estadounidenses pierdan su cobertura médica, de acuerdo con la predicción de la Oficina de Presupuesto del Congreso, una entidad no partidista.
No obstante, más urgente todavía, el estancamiento del Congreso sobre los subsidios de la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA) que perderá vigor este 2025, ha sumido al gobierno federal a un cierre que se ha alargado por cuarta semana consecutiva y sin un final alentador.
Los demócratas quieren que cualquier proyecto de ley de financiación que firmen extienda los subsidios, que han abaratado las primas de la ACA para millones de personas. Los republicanos, por su lado, han manifestado su disposición a negociar sobre el tema, pero solo que el gobierno vuelva a abrir.
Algunos estadounidenses expresaron que dudaban que los líderes del gobierno republicano tomaran las medidas necesarias para abordar sus preocupaciones sobre la salud en general.
“Es responsabilidad del gobierno federal brindar una mejor calidad de vida a su gente”, apuntó Caleb Richter, auxiliar de enfermería certificado de 30 años de Belleville, Wisconsin, quien se identifica como independiente. “Ahora mismo, parece que no se están esforzando”.
Pero la encuesta muestra una gran división ideológica sobre cuál debería ser el papel de la administración de Trump, ya que los demócratas son mucho más propensos que sus rivales a afirmar que es responsabilidad del gobierno federal garantizar que todos los estadounidenses tengan cobertura médica.
Estadounidenses desaprueban la gestión sanitaria de Trump
La salud sigue siendo un punto débil para el mandatario republicano. Solo 3 de cada 10 adultos aprueban la gestión del presidente en materia de atención médica, que no ha cambiado significativamente desde septiembre.
Casi todos los demócratas desaprueban su enfoque, pero también lo hacen cerca de 8 de cada 10 independientes y aproximadamente un tercio de los republicanos.
En este sentido, casi 4 de cada 10 adultos de Estados Unidos aseguran confiar en que los demócratas gestionaran mejor la atención médica, en comparación con una cuarta parte que confía más en los republicanos. Una cuarta parte no confían en ninguno de los dos, y alrededor de 1 de cada 10 confía en ambos por igual.
En general, los estadounidenses están más inclinados a confiar en su propio partido en el tema sanitario, pero el 76% de los demócratas confían más en su partido, mientras que el 57% de los republicanos confían más en el suyo.
Debate interminable en el Senado
Este martes, se cumple el día 21 desde el cierre de gobierno que llegó el 1 de octubre, y por lo visto ni el Partido Demócrata ni el Partido Republicano van a dar su brazo a torcer ante los requerimientos de ambos sectores, llegando así al doceavo sin un acuerdo en beneficio de los estadounidenses.
Los conservadores manifestaron que no cambiaran su estrategia y que bloquearan a los demócratas para pagarles a los empleados suspendidos. Los liberales han bloqueado la financiación para reabrir el gobierno con una votación de 50 a 43.
Aparte, los republicanos siguen achacando la culpa del cierre federal a los demócratas, incluso cuando ambos partidos están presionados porque los trabajadores federales no han cobrado sus cheques de pago.
El gobierno de Trump ha despedido a más de 4,000 funcionarios de diferentes agencias, lo que está siendo objeto de demanda ante las cortes.
El Senado buscará esta semana una nueva votación que permita llegar a un acuerdo bipartidista. Sin embargo, si el bloqueo sigue hasta la próxima semana, el actual cierre federal se convertirá en el más largo de la historia de Estados Unidos.
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