Congelar pollo de forma segura: La guía de una experta
Congela pollo crudo solo en porciones individuales. Esto previene recongelar (peligroso e insípido) y garantiza sabor, jugosidad e inocuidad alimentaria
Una ingeniera en alimentos explica lo que se debe hacer para congelar el pollo de manera segura. Crédito: Shutterstock
El manejo seguro del pollo no solo garantiza el sabor y la textura, sino que previene intoxicaciones alimentarias. La Ingeniera en Alimentos y divulgadora científica, Marián Zapién, explica que la clave para una congelación eficiente del pollo y para mantener su calidad culinaria es la planificación de porciones pequeñas antes de congelarlo.
Zapién señala que la opción más práctica es dividir y sellar individualmente las piezas para disminuir el daño celular causado por los cristales de hielo y, lo más importante, para garantizar la seguridad alimentaria al eliminar la necesidad de la riesgosa recongelación del producto crudo.
Este simple hábito maximiza tanto la calidad del sabor como la inocuidad de las preparaciones. La experta detalla que: “Cuando congelas el pollo en piezas grandes o en un solo paquete, terminas descongelando más de lo necesario. La consecuencia directa es que, a menudo, lo vuelves a congelar”.
Esto genera que “cada ciclo de congelación y descongelación forma cristales de hielo dentro de la carne. Estos cristales rompen las fibras musculares, lo que provoca que, al descongelar, el pollo suelte más agua y, por ende, pierda jugosidad y sabor. Por eso, al cocinarlo, la carne queda más seca y con una textura inferior”.
Es por eso que recomienda dividir el pollo en porciones individuales antes de congelarlo para descongelar solo lo que se va a utilizar. Además, es vital mantenerlo a una temperatura constante y usar contenedores herméticos.
En caso de que ya hayas descongelado todo el pollo, la recomendación es cocinarlo por completo. “Si te sobra, puedes congelarlo de nuevo, pero ya cocido y también en porciones. De esta manera, evitas el desperdicio, conservas su sabor, y tu comida queda mucho mejor”.

Lo que no se debe hacer
El error común es congelar el pollo en piezas grandes o en un solo paquete, lo que lleva a descongelar más de lo que se necesita y a la peligrosa práctica de recongelación. El problema bioquímico asociado es que la recongelación crea repetidamente cristales de hielo en la carne, los cuales rompen las fibras musculares del pollo. Esto trae la consecuencia en la cocina que esta ruptura hace que el pollo libere más agua al descongelarse, resultando en pérdida de jugosidad, deterioro del sabor, y una textura final seca e inferior al cocinarlo.
Lo que sí se debe hacer
La solución es dividir el pollo crudo en porciones individuales antes de congelar, usar contenedores herméticos y mantener una temperatura constante para un descongelado selectivo. Para el manejo de descongelado total, si todo el pollo se descongela, se debe cocinarlo por completo; lo que puede re-congelarse, pero ya cocido y también en porciones individuales. El beneficio final de seguir estas pautas es evitar el desperdicio, conservar el sabor y obtener una calidad de comida superior y más segura.
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