Cámara de Representantes retoma sesiones bajo presión del cierre y con una agenda de controversias pendientes
Mike Johnson ha presionado a Donald Trump para que su bancada apoye el paquete de financiación, dejando claro que quiere que el gobierno se reabra cuanto antes
Líderes republicanos se han esforzado para evitar votaciones vinculadas con Epstein, pero Johnson dijo que no intentará bloquear la petición de destitución. Crédito: J. Scott Applewhite | AP
La Cámara de Representantes reanudará sus esfuerzos el miércoles después del cierre federal de 54 días. Terminar con el cierre sin precedentes será el menor de los problemas de su presidente, Mike Johnson.
La presión ha sido intensa en las últimas semanas debido a la decisión de Johnson de cerrar la Cámara en medio del cierre del gobierno, lo que ha causado duras críticas por parte de los demócratas y una alarma privada en algunos sectores del Partido Republicano de la Cámara de Representantes.
Ahora sus integrantes vuelven a Washington luego de pasar casi dos meses dispersos por todo Estados Unidos, se enfrenta al reto de reactivar el trabajo detenido de los comités, abordar un plazo inminente para la reforma sanitaria y resolver los problemas internos que se arrastran desde hace tiempo alrededor del fallecido criminal sexual Jeffrey Epstein y las operaciones bursátiles de los congresistas, si logra reabrir el gobierno en primer lugar.
Cuando se le cuestionó si contaba con los votos necesarios para aprobar el paquete negociado en el Senado, Johnson respondió no muy seguro “creo que si”, mientras caminaba rápidamente a su oficina.
El presidente de la Cámara ya está presionando al primer ejecutivo Donald Trump para que su bancada respalde el paquete de financiación. En una llamada privada con los republicanos de la Cámara de Representantes el lunes en la mañana, dejó claro que el mandatario quiere que el gobierno se reabra cuanto antes, y apuntó más tarde ese mismo día que apoya el acuerdo.
Los republicanos del ala dura, que tradicionalmente se han opuesto a los proyectos de ley de gastos, aparentemente están cediendo, alegando que el paquete constituye una gran victoria porque impide un proyecto de ley ómnibus de fin de año que financiaría a todo el gobierno federal hasta septiembre de 2026 y no extiende los subsidios de seguro de la Ley de Cuidado de Salud Asequible que están por perder vigor, como habían exigido los demócratas.
Incluso el intransigente Caucus de la Libertad de la Cámara de Representantes valoran positivamente el paquete legislativo, de acuerdo con un republicano del grupo que pidió que su nombre no fuera revelado para hablar sobre la dinámica interna. Su respaldo resuelve uno de los mayores problemas de Johnson e irrumpe el camino para la aprobación del proyecto de ley, con Trump dispuesto a convencer a los demás disidentes.
El más grande desafío podría ser lograr que los integrantes llegue a Washington para la votación final. Es posible que enfrente importantes problemas de viaje esta semana, ya que las restricciones de vuelos de la FAA han empujado a las aerolíneas a reducir el número de vuelos nacionales.
Johnson hizo un llamado el lunes a los miembros republicanos a viajar a Washington lo antes posible. Los jefes de gabinete también recibieron un aviso el lunes en la mañana, para que los legisladores regresaran antes del martes en la noche y estuvieran listos para votar mañana, miércoles.
Una vez que arriben los legisladores y reabran el gobierno, el presidente de la Cámara tendrá que enfrentar otras polémicas latentes desde hace tiempo, informó Político.
Uno de los asuntos que tiene planeado abordar de inmediato el miércoles, antes de las primeras votaciones de la Cámara de Representantes, es la toma de posesión de la representante demócrata electa Adelita Grijalva, siete semanas después de que ganara la elección especial para ocupar el escaño de su difunto padre en la Cámara de Representantes de Arizona, de acuerdo con cinco personas que solicitaron el anonimato para hablar sobre sus planes antes de un anuncio oficial.
Sin embargo, lo mencionado antes, dará inicio a otra vieja disputa política del Partido Republicano: Grijalva asegura que será la firma número 218, y la decisiva en una solicitud para exigir la divulgación de los “archivos Epstein”, documentos que están bajo el poder del Departamento de Justicia (DOJ) y que Trump ha rechazado compartir con el público. Esto desencadenará varias medidas legislativas que necesitarán que la propuesta se someta a votación en el pleno a principios del mes de diciembre.
Los líderes republicanos se han esforzado para evitar votaciones vinculadas con Epstein, que ha provocado fisuras dentro del mismo partido, pero Johnson dijo que no intentará bloquear la petición de destitución.
En este sentido, muchos integrantes de los dos partidos presionan a Johnson para que impulse un controversial proyecto de ley que prohibiría a los legisladores negociar acciones individuales.
Los responsables de las asignaciones presupuestarias también enfrentan una difícil tarea de redactar los presupuestos anuales de la mayor parte del gobierno federal antes de la nueva fecha límite del 30 de enero para el cierre federal. Asimismo, los legisladores de otros comités tendrán que ponerse al día con las semanas de audiencias y sesiones legislativas aplazadas, y los líderes republicanos alertan en privado a sus miembros que les esperan muchas noches de trabajo tras su regreso.
La disputa interna más fuerte que Johnson deberá afrontar girar alrededor de la atención médica. Un conflicto latente sobre la expiración de los subsidios de Obamacare, que el presidente de la Cámara de Representantes logró mantener en secreto en su mayor parte debido a la ausencia de los miembros, está a punto de hacerse público en los siguientes días.
Por un lado, múltiples republicanos se oponen rotundamente al ampliar los subsidios que han sido el detonante del cierre del gobierno. Por el otro lado, Johnson se enfrenta a una porción de integrantes republicanos descontentos, algunos de los cuales consideran en privado apoyar cualquier solicitud de destitución para eludir al presidente de la Cámara y forzar una votación sobre una extensión antes de que venzan los créditos fiscales de Obamacare el 31 de diciembre.
“Encontraremos una solución”, expresó un congresista republicano que respalda la prórroga y a quien se le concedió el anonimato para hablar sobre la dinámica interna. Johnson les dijo a los congresistas republicanos en su llamada del lunes que no se comprometía a someter a votación la prórroga de los subsidios. Al ser preguntado posteriormente por la prensa, solo dijo que habría “un proceso deliberativo”.
No obstante, al otro lado del pasillo, tendrán que enfrentarse a más de 200 demócratas enojados que ya están elaborando estrategias sobre cómo convertir su decepción por el aparente final anticlimático del cierre en una ventaja política.
Es posible que los demócratas de la Cámara de Representantes no puedan bloquear la legislación para reabrir el gobierno esta semana, y muchos están enfurecidos por lo ocurrido en el Senado.
En una reunión telefónica privada del lunes para su primera discusión partidista, desde que se llegó al acuerdo en el Senado. Los miembros manifestaron su enojo por los ocho senadores demócratas e independientes que rompieron filas para impulsar el proyecto de financiación, dijeron cinco personas que solicitaron el anonimato para describir la discusión.
Hakeem Jeffries, líder de la minoría en la Cámara de Representantes, tomó algunas medidas para aliviar las tensiones internas, brindando su apoyo a su homólogo del Senado, Chuck Schumer, en medio de la fuerte reacción que hubo el lunes.
“El líder Schumer y los demócratas del Senado han librado una valiente batalla en nombre del pueblo estadounidense durante las últimas siete semanas, y no voy a explicar lo que un puñado de demócratas del Senado han decidido hacer”, apuntó a los medios de comunicación el lunes.
Jeffries y otros demócratas han tratado de redirigir la atención hacia la extensión de los subsidios para la atención médica. Según fuentes cercanas, el líder de la minoría demócrata de Cámara le dijo a sus colegas demócratas en una llamada privada que explotaría todas las opciones para forzar la acción, incluyendo una nueva solicitud de destitución.
Los demócratas creen que suficientes republicanos de la Cámara estarán dispuestos a desafiar a Johnson y eludir su liderazgo, si bien en posible que la Cámara no pueda actuar lo suficientemente rápido para evitar el aumento drástico en las facturas de seguro médico de los estadounidenses en los meses que están por venir.
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