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Pobreza inesperada en EE.UU.: más del 60% de adultos en riesgo de depender de ayuda alimentaria

El 60% de los estadounidenses adultos vivirán al menos un año por debajo del umbral de pobreza

Los bancos de alimentos son una alternativa que permite obtener alimento a millones de personas con problemas económicos.

Los bancos de alimentos son una alternativa que permite obtener alimento a millones de personas con problemas económicos. Crédito: Shutterstock

Ilona Biskup, tras 32 años de trabajo y éxito, se enfrenta a una dura realidad en su retiro: depender de un banco de alimentos en Miami. Este caso es uno más del 60% de los estadounidenses que experimentará pobreza en algún momento de su vida.

Ilona asegura en entrevista a la cadena BBC que sintió vergüenza la primera vez que visitó un banco de alimentos para conseguir comida, luego de más de tres décadas de ser productiva, pagar impuestos, cotizar para su retiro y comprar un apartamento frente a la playa con sus ahorros. Sin embargo, ahora se pregunta por qué depende de ayudas para comer.

La mujer de 62 años relata que hace cuatro meses concertó su primera cita en Feeding South Florida, el banco de alimentos más grande del sur de Florida, que abastece gratuitamente al 25% de los habitantes de la zona, que no pueden costear sus necesidades alimentarias. Reconoció que al recorrer anaqueles llenos de productos que quizás antes no habría comprado le hicieron aceptar que necesitaba ayuda.

“Después de haber sido tan exitosa, ahora dependo de comida gratis”, dice desde su apartamento en Miami Beach, donde disfruta de una vista de 180 grados: a la derecha mira la ciudad y a la izquierda, el mar.

“Nunca pensé que después de trabajar tanto, iba a terminar dependiendo del gobierno”, afirma y explica que su pensión por discapacidad sólo le alcanza para los gastos de vivienda y servicios: $2.000 mensuales de la seguridad social. Se trata de una cantidad que la coloca por encima de la línea de pobreza en Estados Unidos, que este año se sitúa en $15,650 anuales, según el Departamento de Salud y Servicios Humanos.

Por eso, aunque es dueña de su vivienda y su auto, no le alcanza para comer y no tiene más ahorros, luego que se sometió a dos tratamientos contra el cáncer y un diagnóstico reciente de Parkinson la obliga a recurrir al dinero de su retiro.

Miles de adultos mayores que no tienen suficiente dinero para su retiro

Biskup pertenece a un amplio sector de la población en problemas económicos, que son altamente vulnerables si caen en alguna eventualidad financiera.

Un estudio del sociólogo Mark Rank demostró que casi 60% de los estadounidenses adultos vivirá al menos un año por debajo del umbral de pobreza, mientras que 75% experimentarán pobreza o una situación cercana.

“Básicamente, hay tres caminos hacia la pobreza en Estados Unidos: perder el trabajo, una emergencia de salud o la separación de las familias“, explica Rank, profesor de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Washington en Saint Louis, Missouri.

“Es un problema estructural que se debe principalmente a una red de seguridad social muy débil, que no logra impedir que la gente caiga en la pobreza, y la creación de empleos mal pagados y sin prestaciones”. El experto asegura que esta combinación ha convertido a Estados Unidos en uno de los países industrializados con uno de los índices más altos de pobreza.

De acuerdo con el centro de estudios Pew Research Center publicada en mayo reveló que 27% de los estadounidenses dijo haber tenido problemas para pagar la atención médica propia o la de su familia durante el último año y al menos una de cada cinco tuvo que recurrir a un banco de alimentos en ese período.

Mientras que un 68% de los adultos afroamericanos, 67% de hispanos y 44% de blancos reconocen no disponer de ahorros para una emergencia.

Otra investigación del Consejo Nacional sobre el Envejecimiento (NCOA, por sus siglas en inglés) y el centro de estudios LeadingAge LTSS de la Universidad de Massachusetts, concluyó que los adultos mayores con menos recursos económicos mueren, en promedio, nueve años antes que aquellos que conservan un patrimonio.

Es alarmante e inaceptable que en Estados Unidos en 2025 la pobreza les robe casi una década de vida a los adultos mayores“, dijo Ramsey Alwin, presidente del NCOA. “En Estados Unidos solemos ver la pobreza desde una perspectiva de culpabilización. Si eres pobre, uno se pregunta: ¿Por qué no te esforzaste lo suficiente? ¿Qué hiciste mal?”

Además, señala que mucha gente se resiste a ayudar a las personas en necesidad: “Bueno, (la pobreza) es tu problema, no el mío”. Y agrega: “En un país tan rico como Estados Unidos es una injusticia social y económica. Pero esa es una mentalidad diferente a la que tenemos”.

La importancia del Programa SNAP

Biskup es uno de los 42 millones de estadounidenses que reciben beneficios del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP en inglés), el plan de asistencia alimentaria más importante de Estados Unidos, que en promedio asigna $187 mensuales a sus beneficiarios, aunque la cantidad varía de acuerdo con las condiciones del solicitante. Biskup, por ejemplo, recibe $225 al mes.

Ahora, el programa exige que trabaje al menos 30 horas semanales, que estudie, cuide a un niño menor de seis años o a una persona con discapacidad. Aunque también apoya a personas que reciben tratamientos por alcoholismo o adicción a las drogas, o aquellos que tienen limitaciones físicas, como el caso de Biskup, o mentales. En total, beneficia a uno de cada ocho estadounidenses.

A la espera de un nuevo depósito en su tarjeta de SNAP, debido a la suspensión provocada por el cierre del gobierno de 43 días, que detuvo la dispersión de los recursos, Biskup visitó la despensa de Feeding South Florida para completar su despensa con 10 productos frescos y 10 empaquetados o enlatados que podía llevarse.

“Estoy agradecida de recibir esta ayuda”, asegura.

La importancia de los bancos de alimentos

Paco Vélez, presidente de Feeding South Florida, asegura que la suspensión del programa SNAP disparó el número de personas que hicieron citas para buscar productos gratuitos en el Feeding South Florida. “Las familias tienen miedo y no saben cómo van a pagar no sólo la comida, sino todo”.

Por si fuera poco, los precios de los alimentos subieron 2.7% en los 12 meses previos a septiembre de este año, con incrementos significativos en productos como el café (18.9%), la carne molida (12.9%) y las bananas (6.9%).

Este incremento deriva de los aranceles globales a las importaciones y la persecución de migrantes indocumentados que trabajaban en agricultura, encareciendo la producción agroalimentaria, explicó David Ortega, experto en economía alimentaria, a BBC Verify.

Las familias numerosas con bajos ingresos, los veteranos, las madres y padres solteros o las personas con discapacidad, son algunos de los grupos que acuden en busca de ayuda a Feeding South Florida.

“En los condados del sur de Florida, más de 967,000 personas dependen de este tipo de ayudas“, advirtió Vélez.

“A comienzos de este año veíamos más o menos 40 familias cada día. A comienzos de octubre (cuando se cerró el gobierno) el número se duplicó”, indicó Jessica Benites, jefa de personal de la organización. Durante la primera semana de noviembre, la organización recibió un promedio de 120 familias por día.

Los alimentos son donados por productores agrícolas y supermercados y en una pared muestran varios de los donativos que reciben, desde $3,000 y hasta $380,000 dólares, por parte de compañías distribuidoras de alimentos hasta fabricantes de autos.

Y, aunque el gobierno federal ya retomó sus actividades, Feeding South Florida se prepara para ampliar sus horarios, con voluntarios que acuden cada semana para verificar la calidad de los productos y organizar los alimentos en la despensa.

Con su último depósito del Programa SNAP, Biskup acudió a una cadena de ventas al por mayor donde adquirió productos que le sirvieron para maximizar el rendimiento de la ayuda.

También visita un centro comunitario en Miami Beach donde almuerza gratis después de practicar Tai Chi o Qi Gong, disciplinas que le ayudan a ejercitarse y a mantener la serenidad ante la pérdida de control sobre sus movimientos a causa del Parkinson, pues asegura que está decidida a luchar por mantener el nivel de vida por el que trabajó siempre.

“Este apartamento es mi refugio, el lugar donde me recuperé de dos tratamientos cáncer y donde espero vivir todo lo que traerá el Parkinson”, asegura. “Haré todo lo posible por seguir viviendo cerca del mar“.

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