Cómo planear una práctica y saludable dieta totalmente basada en plantas

Hoy en día la tendencia de alimentación más recomendada por médicos y nutricionistas es la dieta basada en plantas, que no solo se asocia con grandes beneficios para la salud; es clave en la prevención de enfermedades y el esquema más amigable para cuidar al medio ambiente. Los patrones de alimentación basados ​​en plantas se centran principalmente en alimentos de origen vegetal, y esto incluye no solo frutas y verduras, sino también nueces, semillas, aceites, cereales integrales, legumbres y frijoles. Lo cierto es que existen muchos mitos entorno a este estilo de alimentación, el cual a simple vista muchas personas descartan por considerarlo limitado y restrictivo. La buena noticia es que es mucho más que una dieta, se trata de un estilo de vida que es fácil de integrar en la rutina diaria y que se asocia con maravillosas bondades para la salud. Además, no es extremo ya que permite el consumo ocasional de productos de origen animal, pero desde una nueva visión y mentalidad.

La realidad es que el tipo de alimentos que elegimos a diario tienen el poder de acortar o alargar nuestra vida. Y justamente, es por ello que un esquema basado en plantas tiene el poder de mejorar nuestro estado de salud a todo nivel: físico, mental y emocional. Además, los alimentos de origen vegetal son una de las mejores maneras de brindar todos los nutrientes que nuestro organismo necesita. Son ricos en vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra, que se asocian con grandes cualidades antiinflamatorias y son esenciales para tener un sistema inmunológico fuerte. Pero eso no es todo, seguir una dieta basada en plantas se asocia con otras excepcionales ventajas:

– Es uno de los mejores esquemas para mantener un peso saludable, a largo plazo y sin efecto rebote. Las personas que siguen una alimentación basada en plantas, que incluya una variedad de verduras, frutas enteras, granos integrales, leguminosas o legumbres, nueces y semillas, tienen más probabilidades de tener un porcentaje de grasa saludable y menos probabilidades de tener sobrepeso

– Es la mejor prevención contra todo tipo de enfermedades crónico degenerativas. De hecho, se ha comprobado que las personas que siguen este tipo de alimentación tienen más probabilidades de mejorar la sensibilidad a la insulina y reducir los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre. Así como de disminuir la dosis de medicamentos tomados.

– Promueve el consumo de alimentos seguros. Los alimentos de origen animal, como carne, lácteos y los peces criados en granjas pueden contener hormonas, esteroides y otros residuos tóxicos de su alimentación y procesamiento.

– Permite ahorrar dinero en la compra de productos alimenticios. Según un estudio que se basó en comparar el costo de diversos tipos de alimentación saludable, quienes siguen una dieta basada en vegetales pueden ahorrar alrededor de $750 USD por año. La principal razón es la disminución en el consumo de carnes, productos de origen animal, comidas rápidas y procesados.

– Es el esquema más amigable con el medio ambiente. La gran demanda de productos de origen animal es una de las principales causas de la deforestación de selvas y bosques, ya que estos espacios se utilizan para la crianza de animales y cultivo de los alimentos que requieren, siendo así que casi el 30% de la superficie terrestre se usa para criar ganado.

Útiles consejos para iniciar una dieta basada en plantas:

Para todos aquellos interesados en iniciar este 2022 con el pie derecho y realizando cambios sostenibles en su estilo de alimentación. Estos son 8 prácticos consejos infalibles para comenzar con una dieta basada en plantas.

– Come muchas verduras. Llena la mitad del plato con verduras en el almuerzo y la cena. Asegúrate de incluir muchos colores al elegir las verduras, entre más variedad mejor. Disfruta de las verduras como bocadillo y colación saludable a lo largo del día con hummus, salsa o guacamole.

– Cambia tu forma de pensar sobre la carne. Apuesta por consumir cantidades mucho más pequeñas y cambia tu mentalidad: ve la carne como una guarnición en lugar de ser el platillo central.

– Elige grasas buenas. Las grasas saludables son sacientes, versátiles y deliciosas, se encuentran en productos como el aceite de oliva, aceitunas, nueces y mantequillas de nueces, semillas y aguacates. Además llenan de texturas y versatilidad los platillos cotidianos.

– Cocina una comida vegetariana al menos una noche a la semana. Construye estas comidas enfocadas en el uso de frijoles, cereales integrales y verduras. Ve aumentando los días a la semana con este tipo de menú, te empezarás a sentir tan ligero que no querrás integrar el consumo de carne.

– Incluye cereales integrales para el desayuno. Comienza el día con avena, quinua, trigo sarraceno o cebada. Potencia su valor nutricional agregando yogurt griego, algunas nueces o semillas junto con fruta fresca.

– Opta siempre por los verdes. Prueba la suculenta variedad de verduras de hoja verde como col rizada, berza, acelga, espinaca y otras verduras todos los días. Cocina al vapor, a la parrilla, estofadas o salteadas, son deliciosas y es una buena manera de potenciar su sabor y nutrientes esenciales.

– Construye una comida alrededor de una ensalada. Llena un tazón con verduras para ensalada como lechuga romana, espinaca, arúgula y agrega una variedad de otras verduras como es el caso de brócoli, tomates, zanahorias, calabazas, remolacha. No olvides complementar con el uso de hierbas frescas, frijoles, guisantes o tofu.

– Come fruta de postre. Un melocotón maduro y jugoso, una refrescante rebanada de sandía, una manzana crujiente, una taza de fresas o cerezas, son el complemento perfecto para satisfacer cualquier deseo por alimentos dulces después de una comida.

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