Empresa cambia a semana de 4 días y 91% de empleados son más felices y productivos

Buffer es una compañía de redes sociales que está integrada por 84 empleados. La empresa fue fundada por Joel Gascoigne, quien detectó que cuando llegó la pandemia los empleados estaban estresados y decidió darles fines de semana de tres días durante el mes de mayo de 2020.

CNBC Make It dio a conocer que lo que comenzó como un experimento de un mes se convirtió en una política permanente y, a fines de 2021, de acuerdo con una encuesta realizada a los empleados, se encontró que el 91% de los trabajadores estaban más felices y productivos con una semana laboral de cuatro días.

La empresa reconoce que para llegar a estos resultados tuvo que superar algunos puntos de fricción para que las cosas realmente funcionaran adecuadamente.

Lo primero fue descubrir cómo todos terminarían su trabajo a tiempo, comentó Hailley Griffis, directora de relaciones públicas de Buffer.

Para lograr una semana laboral de 32 horas y cuatro días, tuvieron que cambiar la forma en que trabajaban: los equipos redujeron las reuniones (los controles de marketing semanales se cambiaron a mensuales); se trasladaron a herramientas de comunicación asíncrona como Threads; y ajustaron las expectativas de cuánto tiempo llevaría cumplir con los plazos del proyecto.

Otro desafío fue averiguar qué día comenzar con el beneficio. Al principio, Buffer le dio a cada equipo su propia elección. Unos comenzaron los miércoles, pero resultó ser demasiado desorganizado porque la gente necesitaba trabajar con otros equipos, por lo que se decidió estandarizar a los viernes libres.

Todos los empleados de Buffer tienen los viernes, excepto el departamento de servicio al cliente que ofrece servicio los siete días de la semana, lo que significa que estos miembros del equipo aún trabajan semanas más cortas pero en una rotación escalonada para cubrir los fines de semana.

Después de los ajustes, según la encuesta de Buffer de 2021, el 84 % de los empleados pudieron completar el trabajo que se les exigía en la nueva semana de cuatro días.

La productividad de la empresa se mantuvo estable, pero los líderes descubrieron que el compromiso de los empleados se vio afectado, pues con la reducción de sus reuniones, también se acortó el tiempo social formal e informal.

Para resolver esta situación se planificaron eventos sociales virtuales, para que los empleados puedan conectarse más allá de las reuniones de trabajo.

“Lograrlo requirió un gran cambio de mentalidad”, señaló Griffis, “Al entrar en proyectos sabiendo que tenemos cuatro días en lugar de cinco, te acostumbras”.

Las principales razones por las que Buffer ha tenido éxito en la adopción de la semana laboral recortada es porque el director ejecutivo y los líderes sénior se comprometieron a hacer que funcionara, y porque sus equipos más pequeños son más ágiles.

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