Brutal testimonio de único sobrevivivente latino de masacre de MS-13 en Nueva York

"Nos dijeron que nos pusiéramos de rodillas", contó el único sobreviviente de una masacre de adolescentes en Nueva York por parte de la pandila MS-13, luego de una emboscada organizada por una joven conocida como "Diablita"

Los cuatro cuerpos de los adolescentes fueron hallados en un parque de Central Islip.

Los cuatro cuerpos de los adolescentes fueron hallados en un parque de Central Islip. Crédito: Spencer Platt | Getty Images

Literalmente, un joven de 22 años vivió para contarlo. Elmer Alexander Arteaga Ruiz fue el único sobreviviente de una masacre perpetrada por miembros de la pandilla MS-13 en Long Island, luego de la trampa que les tendió una jovencita apodada “Diablita”.

Arteaga Ruiz, quien tenía 17 años cuando ocurrió la emboscada, narró su testimonio como parte del proceso en contra de Leniz Escobar, acusada de asesinato, extorsión y conspiración en el ataque ocurrido el 11 de abril de 2017 en un parque de Central Islip.

El joven rindió testimonio en la corte federal en Central Islip, donde narró que Escobar lo invitó a él y a otros adolescentes a fumar marihuana en un parque local, pero en realidad era una emboscada, pues al poco tiempo llegaron miembros de la MS-13 con machetes.

“Eran ocho o nueve. Se cubrieron la cara con suéteres. Vinieron y formaron un semicírculo. Nos dijeron que nos pusiéramos de rodillas”, indica un reporte de The New York Post sobre el testimonio.

Arteaga Ruiz dijo que escapó, a pesar de las amenazas de sus atacantes de que cualquier intento de huir significaría la muerte. Ese amago fue su impulso a huir.

“Nos dijeron: ‘No te muevas. El que se mueve, muere’”, recordó. “Yo corrí porque las primeras palabras que dijeron fue que nos íbamos a morir, que nos iban a matar y que tenían armas”.

Justin Llivicura, Jefferson Villalobos, Michael Lopez Banega y Jorge Tigre intentaron huir, pero fueron atacados por los pandilleros, quienes los mataron a todos.

Los fiscales federales mencionaron que las víctimas no era pandilleros de la MS-13, sino un grupo de niños que pretendía “ser duros”, para atraer a las chicas.

Arteaga Ruiz reconoció que publicaron fotos en redes sociales “sin pensar en las consecuencias”, ya que los pandilleros lo tomaron como una falta de respeto en el territorio donde operaban.

Según las autoridades, la “Diablita” intentó mayor cercanía con los pandilleros al emboscar a los cinco jóvenes.

Uno de los fiscales dijo que la joven que habría emboscado a sus conocidos lo hizo “para ser feliz”, incluso después de los asesinatos le habría dicho a su novio que habían “salido cuatro trenes” (cuatro muertos), pero que uno había escapado.

La escena del crimen ha sido una de las más recordadas en Long Island, debido a la violencia perpetrada a las víctimas.

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