FBI investiga amenazas de un hombre de Alabama contra funcionarios relacionados en el caso contra Trump en Georgia

Un hombre de Huntsville, Alabama, ha sido acusado por un gran jurado federal en Atlanta por transmitir amenazas interestatales para herir a Fani Willis, fiscal de distrito del condado de Fulton, y a Patrick Labat, sheriff del condado de Fulton, caso que cuenta con la investigación del FBI.

Según la oficina del fiscal estadounidense en el distrito norte de Georgia, Arthur Ray Hanson II, de 59 años, realizó dos llamadas a la línea de atención al cliente del gobierno del condado de Fulton en agosto y dejó mensajes amenazantes, informó CNN.

“Cuando acuse a Trump por esa cuarta acusación, cada vez que esté solo, mire por encima del hombro”, advirtió Hanson en uno de los mensajes contra Willis. “Míralo cuando vayas al auto por la noche, cuando entres a la casa, observa todos los lugares a los que vas”.

En su mensaje para Labat, Hanson declaró: “Si crees que vas a tomar una foto policial de mi presidente Donald Trump, y todo va a estar bien, descubrirás que después de tomar esa foto policial, probablemente le pasarán algunas cosas malas a usted”.

Hasta ahora, no se ha asignado un abogado defensor para Hanson, según los registros judiciales. La oficina del fiscal de distrito del condado de Fulton ha declinado hacer comentarios sobre el caso.

“Las amenazas de daño fueron dirigidas hacia mí y el fiscal de distrito Willis simplemente por hacer nuestro trabajo”, dijo Labat en un comunicado. “Continuaré cumpliendo la misión de la Oficina del Sheriff: ‘Servicio’ y sirviendo a los ciudadanos del condado de Fulton con la máxima integridad”.

Caso de Trump en Georgia en pleno desarrollo

Willis acusó a Trump y a 18 coacusados en agosto por cargos de extorsión en relación con los intentos de anular las elecciones de 2020 en Georgia.

Hasta ahora, cuatro coacusados se han declarado culpables y han aceptado testificar en el caso, mientras que los demás coacusados, incluido Trump, se han declarado no culpables.

A principios de 2022, Willis solicitó la ayuda del FBI para proporcionar seguridad a los edificios y al personal después de que Trump llamara “racistas” a los fiscales que lo investigaban.

Willis también compartió con el personal del condado los mensajes racistas y sexualizados que recibió y pidió al personal que se mantuviera “atento” a las amenazas desde que inició su investigación a principios de 2021.

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