AEE necesitaría unos $13,600 millones más en inversión para transición a energía renovable 100 %, según análisis de CNE de estudio PR100 de DOE
Sergio Marxuach, director de Política Pública del Centro para la Nueva Economía (Center for New Economy / CNE), anticipa que ese dinero saldría principalmente del bolsillo de los abonados de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE)
Nueva York – La transición 100 % a fuentes de energía renovable en Puerto Rico requerirá una inversión considerable de dinero para interconexión que supera la cantidad de fondos federales disponibles, y muy probablemente la terminarán pagando los abonados de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), destacó Sergio Marxuach, director de Política Pública del Centro para la Nueva Economía (Center for New Economy / CNE).
Como parte de su análisis del informe final PR100 del Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE) para la transformación del sistema enérgetico en la isla, el experto planteó que los fondos dispuestos para la reparación de la red eléctrica se quedarían cortos ante la gravedad del estado del sistema.
“Hay diversos puentes que concluyen que con el dinero de FEMA, con todo y lo mucho que es, no es suficiente para la inversión que hay que hacer en el sistema para poder conectar toda la energía renovable que queremos. Y, ¿cuál es el factor principal para esto? Tú mencionaste uno, la mala administración; eso ciertamente ha tenido que ver. Pero también es que el sistema que tenemos, y, el DOE lo pone así mismo (en el informe), no estamos empezando esta transición a 100 % renovable con un sistema energético que está a la altura del siglo 21; estamos empezando por debajo de los estándares de la industria. En vez de estar en cero, estamos en negativo. Hay que hacer una inversión para traer el sistema de -2 a 0, y una vez estés en 0 que es el estándar del siglo 21, tienes que hacer una inversión adicional para traer la energía renovable”, explicó el economista en entrevista con El Diario.
“PR100” o “Estudio de resiliencia de la red eléctrica de Puerto Rico y transiciones a energía 100% renovable (PR100)” es un trabajo de dos años encomendado por el DOE a seis laboratorios en EE.UU. en el que participaron también las autoridades energéticas en la isla y sectores industriales y comunitarios. Agencias como la Federal para Manejo de Emergencias (FEMA) también aportaron al análisis.
El documento de 851 páginas divulgado a principios de abril detalla las posibles hojas de ruta para alcanzar la transición a 100 % de energía renovable de aquí al 2050, acorde con la Ley de Política Pública Energética de Puerto Rico (Ley 17-2019).
En resumen, la investigación arrojó que el potencial de energía renovable para la isla excede más de 10 veces las cargas anuales totales actuales y proyectadas hasta 2050. De acuerdo con el DOE, la meta de 100 % se puede alcanzar mediante el uso de energía fotovoltaica, fotovoltaica distribuida y eólica terrestre que son las más competitivas en términos de costos y desempeño.
Fondos federales no dan para financiar la nueva generación
Según la agencia federal, las inversiones relacionadas con la recuperación del sistema eléctrico ascienden a $15,441 millones de dólares. Esta cifra incluye el gasto en reparaciones y reemplazos de sistemas de generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, así como mejoras de la red de transmisión del Tramo 1 para conectar al primer grupo de proveedores de generación renovable a escala comercial, detalló CNE en la publicación más reciente de CNE Review.
Sin embargo, ese monto de dinero no contempla la inversión de capital necesaria para financiar la nueva generación, así como las mejoras y ampliaciones al sistema de transmisión y distribución (T&D) que son requeridas para llegar al objetivo del 100%, destacó CNE en el análisis divulgado el 22 de mayo.
Estudios independientes estiman que las inversiones de capital adicionales en T&D, entre 2030 y 2035, ascenderían a $13,600 millones.
En ese sentido, el portavoz de CNE planteó que el DOE no ha especificado de dónde saldrá ese dinero para lograr la meta.
“Sí, hay mucho dinero federal, pero eso nos lleva hasta el punto x, y para llegar al punto y, que es donde queremos estar para interconectar el sistema, hace falta una inversión adicional que tendrá que venir o del sector privado o del bolsillo de los consumidores. Ellos no hacen ningún compromiso ni ninguna representación de que el gobierno federal va a poner más dinero en esto”, señaló el experto.
Inevitable depender de una red central de electricidad como parte de la transición
“¿Hasta qué punto se necesita reparar la red eléctrica para hacer funcional los sistemas de energía renovable?”, preguntó El Diario.
“Yo te puedo decir lo que dice el DOE, y este informe fue hecho por ingenieros de los laboratorios nacionales. Ellos no corrieron ningún escenario donde no existía una red central en Puerto Rico. Ellos dicen que correr un sistema sin una red central, tal vez sea factible de aquí a 20 años…Ningún país corre su red así ahora mismo (sin electricidad). Eso tal vez sea factible con tecnología en el futuro. El DOE dice que, si tenemos que tener este sistema, cómo lo podemos viabilizar para salirnos de los combustibles fósiles y permitir la interconexión de generación intermitente. Ese es el problema verdadero con la generación renovable. El combustible fósil, tú puedes mantener la planta corriendo siempre y cuando esté en buenas condiciones, pero la finca solar o el sistema en techo de tu casa no va a funcionar 24 / 7 porque durante la noche no hay sol; entonces, necesitas baterías, otro tipo de resguardo para mantener el sistema balanceado y corriendo. Para eso, necesitas una red”, abundó Marxuach.
“¿Es realista entonces decir una transición a 100 % renovable si siempre va a haber un sistema central?”, cuestionó este periódico.
“La fuente de combustible cambia de ser petróleo, gas natural o diésel a sol, viento, baterías. Sí es posible, lo que pasa es que el sistema necesita hacer unos ajustes. Para el 2045, según los mismos ingenieros del DOE, vas a necesitar algún tipo de generación firme para mantener la estabilidad del sistema, y ellos lo que recomiendan es que se utilice biodiésel que es un combustible que se está desarrollando ahora, mayormente basado en un aceite que se saca de las algas de mar…Mientras no tengamos otra solución a la inestabilidad del sistema, siempre vas a tener que quemar algo”, insistió el graduado de economía y ciencias políticas de Yale University.
Estiman aumentos en la tarifa eléctrica de entre 65 % y 80 % en el periodo inicial de la transición
Aunque el informe del DOE anticipa que, como parte de la transición, se registrarán aumentos en la tarifa eléctrica que variarán en un periodo de 25 años desde el nivel inicial de 19.9 centavos kilovatios hora para todas las personas que continúen conectados a la red, se estima que en los primeros cinco años de la transformación, el incremento fluctuaría entre 65 % y 80 %. Posteriormente, durante un periodo de 20 años, las tarifas se reducirían hasta un 0.4 % al año o aumentarían hasta 1.5 % al año dependiendo del escenario de transición. En la última fase, las tarifas de electricidad incrementarían entre 11 % y 17 %, de nuevo, dependiendo del escenario.
“Ellos dicen que (el aumento) dependerá del escenario que escoja Puerto Rico…El DOE presenta tres escenarios diferentes y no hay una sola ruta. Ellos presentan tres; puede ser que existan otras diferentes que el gobierno de Puerto Rico pudiera diseñar. Pero ellos no te dicen escojan A o escojan B o escojan C. Ellos dicen los costos y beneficios de cada uno. No importa cuál de esas tres escoja P.R., va a tener que hacerse una inversión bien grande en el sistema por el estado de deterioro en el que se encuentra. Además de los estragos que hizo el huracán (María), el sistema ya tenía un montón de problemas controlando el voltaje, transformadores viejos que no funcionan, explotan a cada rato…Son cosas que se han dejado de hacer por décadas que ahora, porque tenemos este objetivo de 100 % renovable, pues, ‘contra tenemos que hacerla’. Pero eso tiene un costo”, remarcó.
Tres escenarios posibles para la transición
En PR100 se detallan tres escenarios posibles para la transición, cada uno de los que se divide en cuatro para un total de 12.
El escenario 1 se enfoca en la energía solar distribuida y almacenamiento, priorizando los servicios críticos mediante la instalación de recursos energéticos distribuidos y la energía de respaldo para los propietarios de edificios.
En el escenario 2, la energía solar en techos se amplió para incluir hogares remotos y de medianos y bajos ingresos.
Mientras que en el escenario 3 se amplía aún más la energía solar y almacenamiento en techos, incluyendo todos los edificios que puedan satisfacer las cargas críticas.
Si tuviera que escoger uno, Marxuach optaría por el segundo modelo.
“Yo me iría por el escenario segundo, que ellos llaman el escenario de equidad, que no es el más económico, pero tampoco es el que maximiza la energía en los techos. Es como una mezcla de sistemas solares en techos con fincas solares y resguardando la infraestructura crítica que necesita tener un acceso a energía en emergencia; estamos hablando de hospitales, edificios que se utilizan como refugios comunitarios, estaciones de policías, bomberos, las escuelas públicas. Ese escenario, para mí, en la coyuntura que se encuentra Puerto Rico, me hace mucho sentido”, argumentó.
El economista expresó reservas sobre el despliegue de energía solar solo en techos solares por el costo que implicaría.
“Esos escenarios donde se utiliza más tierra tienden a ser los que resultan en un costo energético más barato a largo plazo, en general, porque hay variaciones dependiendo dónde se coloquen las fincas y ese tipo de cosas. Yo entiendo que esa decisión no le toca al Departamento de Energía. Ellos están diciendo que existe este ‘trade off’, tenemos que hacer este balance, pero eso le toca a Puerto Rico; y dentro del gobierno de Puerto Rico, mi opinión es que eso le toca al Negociado de Energía, que es el regulador de toda la industria eléctrica en P.R. que tiene el peritaje, el presupuesto, consultores, recursos para poder llevar ese análisis…”, emplazó.
Cuestionamientos de grupos ambientalistas a proyectos renovables a gran escala
Precisamente, grupos ambientalistas han estado cuestionando varios desarrollos de proyectos de energía renovables a gran escala en la isla, ya que impactarían terrenos protegidos por su valor ecológico o agrícola.
Sobre ese particular, Marxuach consideró que es necesario hacer un análisis más extensivo.
“Primero, no todas las fincas solares se colocarían en terrenos agrícolas. Segundo, sí, el Departamento de Energía dijo, creo que especialmente en el noroeste de la isla y algunas partes del área sur donde hay más sol disponible, existen terrenos que han sido clasificados como zona agrícola. Ahí habría que ver y hacer un análisis más a fondo, que es lo que no he visto, porque el DOE no lo hizo; cuántos de esos terrenos que están clasificados por la Junta de Planificación como terrenos agrícolas se están usando verdaderamente para propósitos agrícolas, y cuántos están simplemente baldíos porque no se está sembrando nada. Y tercero, nosotros como sociedad tendríamos que hacer el análisis de si no se pueden usar estos terrenos, pues lo reservamos para agricultura; pero, cómo eso afecta el objetivo de llegar a 100 % renovable”, recomendó el entrevistado quien laboró por cinco años en la firma legal con sede en Nueva York, Curtis, Mallet-Prevost, Colt & Mosle LLP
El impacto del Plan de Ajuste de la Deuda de la AEE
Otro asunto que está estrechamente ligado a la transición a renovables es el proceso de reestructuración de la deuda de la AEE como parte de la quiebra de Puerto Rico bajo Título III, y la aplicación del plan de ajuste en caso de que sea confirmado por la jueza federal Laura Taylor Swain como se anticipa.
A juicio de Marxuach, aunque la situación podría agravarse para el consumidor puertorriqueño en términos de la tarifa por el servicio, hasta que la corte no certifique un plan, no se puede hacer un cálculo preciso del impacto en la factura.
“El Departamento de Energía lo dice. Parte del aumento en la factura no es solamente por la inversión en infraestructura. Hay una parte que se utilizaría para pagarle a los bonistas y otra para pagarle a los pensionados que técnicamente son acreedores de la Autoridad. Ahora, en cuánto dinero se traduce esa obligación tanto a los bonistas con los pensionados, pues todavía no sabemos porque el plan no ha sido aprobado”, indicó.
A lo anterior se suma el hecho de que Genera PR, compañía que bajo un contrato de alianza público privada con el Gobierno controla la generación de electricidad desde julio pasado, no ha cumplido, al momento, con la promesa de ahorros por compra de combustible.
“No he visto evidencia, que es lo más que me preocupa…El contrato de Genera les requiere que presenten primero un plan de ahorros, que hasta donde tengo entendido, al momento, lo que existe es un borrador; no ha sido aprobado por el Negociado de Energía. Tienen que presentar un plan al Negociado; el Negociado lo tiene que aprobar. Y segundo, no he visto datos sólidos de que hayan logrado ahorros algunos. De hecho, a corto plazo, gran parte de lo que prometieron de reducir el costo de energía se basa, precisamente, en esos alegados ahorros”, señaló.
Tras la divulgación del informe, el director de Política Pública de CNE explicó que el Negociado de Energía de Puerto Rico (NEPR) debe darle seguimiento al Plan Integrado de Recursos (PIR) que prepara la AEE y que establecerá los proyectos e inversiones del sistema para los próximos 20 años.
“Ellos ya han dicho que van a incorporar los resultados del DOE. No sé exactamente cómo van a hacer eso. No sé cuál de los escenarios van a escoger, porque no han dicho mucho. Segundo, el DOE tiene, por otro lado, un programa corriendo de $1,000 millones para financiar sistemas solares en P.R. y creo que hasta ahora han asignado unos $450 millones a hogares de bien bajos ingresos, personas que viven en comunidades aisladas que usualmente son las que más tardan en recuperarse después de un huracán, y a personas, donde quiera que vivan en P.R., que tengan necesidad de tener equipo crítico conectado como respiradores, máquinas para diálisis…”, puntualizó.
Marxuach se refiere al “Programa Acceso Solar” que se espera beneficie a 30,000 familias en P.R. con paneles solares.
La iniciativa se nutre de unos $440 millones del Fondo de Resiliencia Energética de Puerto Rico (Puerto Rico Energy Resilience Fund, PR-ERF) aprobado en el Congreso y firmado por el presidente Joe Biden.
En febrero pasado, el DOE informó de la apertura del proceso de solicitud.
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