NYC en pie de lucha para defender la “ciudad santuario” de administración Trump
El Alcalde Adams compareció ante el Congreso junto a otros alcaldes para responder sobre las ciudades santuario

Manifestantes se pararon en la Alcaldía de NYC para defender las protecciones de ciudad Santuario Crédito: Cortesía Make the Road NY | Cortesía
Desde que el presidente Donald Trump asumió las riendas del país, el pasado 20 de enero, las llamadas “ciudades santuario” se han vuelto “piedras en el zapato” de la administración federal en su intención de perseguir y deportar a “todos los extranjeros” que están en el país sin un estatus migratorio definido.
Y este miércoles, durante una audiencia promovida por el Congreso en Washington, a la que asistió el alcalde de Nueva York, Eric Adams, para analizar el impacto de las “ciudades santuario”, quedó claro que la administración Trump y los líderes republicanos están empecinados en pasarle la aplanadora a ese tipo de ciudades. Y Nueva York se ha convertido en “la Gran Manzana de la discordia”.
Sin embargo, al mismo tiempo, con varias manifestaciones ocurridas en diferentes puntos de la Ciudad de Nueva York, también quedó claro que los neoyorquinos darán la pelea para que se respeten las leyes de “ciudad santuario” que rigen a los cinco condados. Asimismo, que los líderes políticos de la Ciudad no tienen ni la más mínima intención de cambiarle una sola letra a la norma, que evita que las agencias municipales colaboren con “la migra”.
Incluso, durante su comparecencia ante el Comité de Supervisión y Reforma Gubernamental de la Cámara de Representantes para hablar sobre las “ciudades santuario”, esta vez, en su intervención, el propio alcalde Adams sonó menos alineado con el presidente Trump, quien no cesa en su ataque generalizado a los inmigrantes.
En su discurso del martes, el jefe de Estado arremetió contra las “ciudades santuario”, y mencionó que los inmigrantes que han sido deportados son “delincuentes, asesinos, traficantes y depredadores de menores”, a pesar de que la amplia mayoría no tienen historial delictivo. También recordó el caso de la estudiante de enfermería de 22 años Lakin Riley, asesinada cerca de la Universidad de Georgia por un migrante recién llegado, tratando de conectar el horrendo crimen con las ciudades santuario.
Al dirigirse al comité de congresistas, presidido por el representante James Comer, el alcalde Eric Adams, quien ha manifestado públicamente en repetidas ocasiones que es partidario de que se revisen algunos artículos de las leyes de “ciudad santuario” en Nueva York, como permitir que se entregue a “la migra” a indocumentados acusados de delitos graves y violentos, mostró que no está en el mismo barco de quienes piden que se eliminen todas las protecciones.
“Estoy aquí para testificar sobre cómo la Ciudad de Nueva York puede seguir reduciendo el crimen, incluso como una ‘ciudad santuario’. Para ser claros: una clasificación de ‘ciudad santuario’ no significa que nuestra ciudad sea un refugio seguro para criminales violentos”, dijo el burgomaestre. “La ley de la Ciudad hace que sea ilegal colaborar con ICE para la aplicación de la ley civil. Cumplimos con todos estos requisitos legales y aún así manejamos la crisis humanitaria con cuidado y compasión, al mismo tiempo que redujimos el crimen, recuperamos nuestra economía y evitamos que ningún niño se viera obligado a dormir en las calles”.
A pesar de ello, Adams mencionó que las normas de “Ciudad santuario” “tampoco le dan a la Ciudad de Nueva York la autoridad para violar las leyes federales de inmigración”, y dijo que está presto a cumplir con las leyes en los planos municipal, estatal y federal, tal como la Ciudad “lo hace ahora”.
En otro claro distanciamiento con Trump, el Alcalde defendió a los neoyorquinos indocumentados que son respetuosos de la ley y no solo dijo que “juegan un papel importante, pagan miles de millones de dólares en impuestos y contribuyen con miles de millones más en poder adquisitivo” a la economía, sino que hizo un llamado a que se busque un camino a la legalización.
“Nuestro país todavía necesita desesperadamente una reforma migratoria integral y, como resultado, la ciudad de Nueva York se vio afectada por la mayor crisis humanitaria en la historia de nuestra ciudad en los últimos tres años. Hace mucho que se debió haber hecho una reforma migratoria integral”, comentó Adams, recalcando que está presto a ayudar a sacar de las calles a indocumentados que cometan crímenes violentos.
“Si bien la solución (de una reforma migratoria) no está bajo mi control, como alcalde, me comprometo a trabajar con funcionarios federales, sin importar quién sea el presidente, para perseguir a las pandillas violentas y a quienes dañan a los residentes de nuestra ciudad”, dijo el burgomaestre, dando su palabra de que al mismo tiempo defenderá a inmigrantes sin papeles para que accedan a servicios básicos.
“Debo crear una atmósfera que permita a todos los residentes respetuosos de la ley, documentados o no, acceder a servicios vitales sin temor a ser entregados a las autoridades federales. No puedo tener una ciudad donde los padres tengan miedo de enviar a sus hijos a la escuela o donde los niños duerman en las calles, lo que crea el potencial de explotación infantil y tráfico sexual”, afirmó el Alcalde.
“Si una persona indocumentada se niega a buscar atención médica hasta que tenga una emergencia médica, el sistema de atención médica de nuestra ciudad se verá sobrecargado”, detalló el demócrata. Y si una persona indocumentada presencia un delito pero tiene miedo de llamar al 911 por temor a ser entregado a las autoridades federales, los delincuentes andarán libres”.
Durante la audiencia, a la que además de Adams acudieron los alcaldes de otras “ciudades santuario”, como Boston, Denver y Chicago, el presidente del Comité de Supervisión y Reforma Gubernamental arremetió contra todos los burgomaestres por no querer “cambiar de rumbo” a sus ciudades a las que llamó “santuario para criminales”.

Con excepción del mandatario neoyorquino, quien sí ha mostrado su intención de colaborar con el gobierno federal en casos de crímenes “serios” que cometan inmigrantes, los otros tres alcaldes declararon que no trabajarán con los planes de deportación del Zar de la Frontera Tom Homan, lo que calificó como “ilegal”.
La representante republicana Nancy Mace fue más dura en sus apreciaciones y le dijo a los cuatro alcaldes convocados a la diligencia: “todos ustedes tienen sangre en sus manos”, destacando los actos violentos cometidos por algunos migrantes sin papeles en sus ciudades. “Todos los alcaldes aquí presentes hoy están trabajando activamente para dañar al pueblo estadounidense que representan”.
Y mientras se desarrollaba la larga audiencia en Washington sobre “ciudades santuario”, en la Gran Manzana las voces contra el gobierno federal, que amenaza con cancelar fondos y recursos a municipalidades que continúen brindando protecciones a inmigrantes sin papeles, como Nueva York, se hicieron sentir.
Líderes de la Unión de Libertades Civiles de Nueva York (NYCLU), funcionarios electos, organizadores comunitarios, defensores de derechos humanos e inmigrantes sin papeles, se reunieron a las afueras de la sede de la Alcaldía para defender las políticas de “ciudad santuario” que gobiernan a la ciudad.
De paso exigieron al alcalde Adams que se monte al mismo autobus y “defienda a los inmigrantes neoyorquinos” y se oponga a la agenda de deportación masiva del presidente Trump, que califican como “cruel y destructiva”.
“El alcalde Adams debería priorizar la protección de los inmigrantes neoyorquinos en lugar de buscar una vergonzosa tarjeta de salida de la cárcel con el sello de MAGA a expensas de ellos”, dijo Donna Lieberman, directora ejecutiva de la Unión de Libertades Civiles de Nueva York, al tiempo que criticó que desde las elecciones de 2024, el Alcalde “se ha alineado cada vez más con la agenda antiinmigrante” de Trump.
“Las leyes santuario de Nueva York, que tienen décadas de antigüedad, han hecho que la ciudad sea más segura, han apoyado nuestra economía, han fortalecido nuestras comunidades y han facilitado que las personas accedan a servicios vitales”, agregó Lieberman.
Y es que a pesar de que el alcalde Adams manifestó en su cita en el Congreso su oposición a que se ponga fin a las protecciones que otorgan las “ciudades santuario”, la gran crítica tiene que ver con que el burgomaestre ha señalado su intención de cooperar con “la migra”, cuando neoyorquinos sin papeles sean acusados de delitos violentos, antes de que pueda demostrarse su culpabilidad o inocencia. De manejarse así las cosas, se les estaría negando el derecho al debido proceso, columna vertebral de la justicia que reza que toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario, tras un juicio.
Alexa Avilés, presidenta del Comité de Inmigración del Concejo Municipal, arremetió contra Adams y señaló que el alcalde “sigue traicionando a los inmigrantes neoyorquinos, a nuestros derechos legales y la seguridad pública para salvarse” de los problemas legales que enfrenta por cargos de corrupción pública y fraude por los que la administración Trump abogó que se le perdonen.
“Su participación en la agenda de odio de Trump no solo aterroriza a las familias inmigrantes, sino que corremos el riesgo de una devastación económica, ya que las deportaciones masivas podrían costarle a nuestra Ciudad y al Estado más de $22,600 millones de dólares en ingresos fiscales”, dijo la política de origen latino. “Los neoyorquinos deben luchar juntos para mantener nuestro legado como una ciudad acogedora y nuestras protecciones constitucionales como una localidad que no puede ser obligada a participar en programas federales”.
Murad Awawdeh, presidente y director ejecutivo de la Coalición de Inmigración de Nueva York (NYIC) no creyó en las palabras del alcalde Adams en Washington e instó al mandatario local a luchar por la protección de los neoyorquinos en lugar de defender sus propios intereses o pasará a la historia como “traidor”.
“En lugar de hacer frente a las amenazas de Donald Trump contra los neoyorquinos, Eric Adams va a vender una vez más a nuestras comunidades inmigrantes para su beneficio personal”, dijo el defensor de los inmigrantes de Nueva York, de quienes se estima pagan unos $61,000 millones de dólares en impuestos y representan $138,000 millones de dólares en poder adquisitivo.
“Con Trump intensificando sus planes de deportaciones masivas, es más importante que nunca que nuestros funcionarios electos en Nueva York lideren el camino en la protección de todas las personas que consideran a Nueva York su hogar. Nuestras políticas de ciudad santuario de larga data funcionan: mantienen unidas a las familias y generan confianza en instituciones públicas como escuelas y hospitales, lo que nos hace sentir más seguros”.
Norma R, madre inmigrante y miembro de la organización Make the Road New York, quien asistió a la protesta en la sede de la Alcaldía para que se defiendan las leyes de “ciudad santuario”, confesó que desde que Trump asumió el cargo, ella su familia han estado aterrorizadas con la sola idea de ser separados.
“Mi hija pequeña ahora está en terapia tratando de obtener ayuda para su ansiedad y mi hijo constantemente intenta pensar en diferentes formas en las que puede ayudar a mantener a nuestra familia protegida”, dijo la latina, quien sintió que el alcalde Adams “continúa traicionando las vidas de inmigrantes neoyorquinos” como ella para beneficiar su agenda política.
“La seguridad pública se crea cuando las personas de todos los orígenes pueden prosperar, sin la intimidación de ICE y el temor de ser separadas de sus seres queridos. Debemos defender las protecciones que ya tenemos en nuestra ciudad y expandirlas”, dijo al referirse al proyecto de ley “Nueva York para todos”, que busca que la policía local no pueda colaborar con ICE para impulsar deportaciones en ninguna parte del estado.
Otra manifestación por las “ciudades santuario“
- Para este jueves, el Comité para la Defensa de los Inmigrantes (CDI) de la Escuela Secundaria Franklin Delano Roosevelt está convocando a una manifestación organizada por maestros de escuelas públicas en defensa y apoyo de los estudiantes inmigrantes. La protesta será a las 2:45 p.m. en la calle 58 y la avenida 20, en Brooklyn