Toñita revive la liga de béisbol con juego del “Caribbean Social Club” en Brooklyn
La puertorriqueña, quien por más de 50 años ha popularizado el famoso local, creó junto a la MLB una tarde latina en Brooklyn
Toñita y el Caribbean Social Club revivieron la liga de béisbol en Brooklyn Crédito: Edwin Martínez | Impremedia
Toñita, propietaria del famoso Caribbean Social Club, considerado el último local de Nueva York con ese estilo familiar y de barrio, propio de sitios en ciudades de América Latina, ha sido por más de 50 años ejemplo de amor y hermandad.
Y como una manera de honrar a la cultura latina y destacar la importancia del deporte de la pelota como un claro ejemplo de convivencia, el martes 16, Toñita junto a la MLB llevó el béisbol al parque McCarren, de Brooklyn, donde se enfrentaron los Caribbean contra los Caribbean.
La emblemática boricua, reconocida por ese pequeñito enclave en Williamsburg, al que a diario acuden decenas de clientes a disfrutar de cervezas baratas, jugar pool, acariciar a las mascotas, conversar, comer arroz y habichuelas, preparados por la propia Toñita, y pasarla de lo lindo, revivió la liga de béisbol con un juego del Caribbean Social Club.
Integrados por amigos del barrio, trabajadores del lugar, beisbolistas aficionados y otros más formados, los dos equipos vistieron uniformes emblema del pasado con los que representaban en torneos de béisbol al club social de Brooklyn, corrieron, gritaron. “lanzaron”, “cacharon”, gritaron, se abrazaron y disfrutaron. Al final, ganaron todos. Al final ganó la alegría, ganó la hermandad y ganó el amor: ganó el Caribbean y “se activó el combo”, como querían los organizadores del evento.
“Esto es reflejo de mami. Amar sin condición. Mami ama sin condiciones, y eso lo ha demostrado siempre a la comunidad. Ella ha expandido ese amor a lo que es el mundo, a través de Bad Bunny el mundo conoce más su mensaje y la gente ve que el Caribbean sigue siendo hoy lo que era en los 70′, los 80′ y los 90′, porque somos exactamente eso: amor. Amor al projimo sin condición”, aseguró Silvia Rosado, hija de Toñita, mientras miraba el juego.
La neoyorquina, quien ha sido testigo fiel de la historia del Caribbean Social Club, destacó la importancia que tiene no solo el béisbol sino el amor a cualquier deporte, como forma de crear comunidad y de mantener a los muchachos fuera de pandillas y cosas negativas.

“Siempre he pensado que el deporte es fuente vital para mantener a la juventud fuera de cosas malas y para profesar amor, y eso es lo que mami busca con esto. Por eso ella sigue en esto y ahora no solo por la cultura puertorriqueña, porque el Caribbean ya no es un club de solo boricuas, es para todas las culturas”, comentó la hija de Toñita, quien al ver jugar a los dos equipos Caribbean confesó sentir nostalgia por aquellos días de infancia.
“Esto para mi es súper grande, porque me trae muchos recuerdos de mi niñez, de mi juventud. Yo nací y me críe en este parque. Ya cuando yo nací, este equipo y esta liga ya estaban creados”, comentó la encargada de continuar con el legado del Caribbean Social Club, mientras lucía una de las camisetas del equipo. “Por eso estar aquí nuevamente, con estos uniformes puestos, me trae recuerdos de la manera en que fui criada, a través de valores que tenían que ver con la disciplina y el amor, porque todo se basa en el amor al prójimo, en tener algo que hacer para que la juventud no se nos pierda en la calle”.
Silvia agrega que el legado de su madre “se va a mantener por siempre” y recalca que deberían promoverse más eventos deportivos e inversiones en los jóvenes como una manera efectiva de enrutarlos por el buen camino.
“Hay un dicho que dice que si no aprendes de la historia, la historia se va a repetir. Y debemos aprender de la historia y por eso es importante que volvamos a los parques, a las canchas, a las psicnas, a estos equipos”, dijo la hija de Toñita.

“Urge que volvamos a crear espacios donde nuestros jóvenes y adolescentes se sientan seguros, se sientan bien en vez de estar en las calles haciendo cosas que no deben. El deporte también es una manera de dar amor sin condición, y eso funciona”, afirmó, “Entre nosotros, muchos se volvieron peloteros que llegaron a grandes ligas, llegaron a la AAA. Muchos otros también son profesionales en otras cosas y logramos nuestro cometido que era mantener a la juventud fuera de las calles”.
Efrain Rivera, quien fue uno de los jugadores de la liga original de clubes sociales en Brooklyn, se mostró muy emocionado de asistir al juego del reencuentro. Y aunque no jugó, gozó al ver la alegría que se derrochó en el encuentro deportivo, que contó con varios espectadores.
“Yo ya estoy viejo, pero tuve buenos años en este parque jugando pelota y también jugué béisbol en la AA. Por eso venir a ver este juego me pone muy contento porque estas son cosas bien hechas que reviven a la gente y es algo bueno especialmente para los viejitos, porque nos trae buenos recuerdos”, dijo el boricua.

“Y también sirve para mostrarle a la juventud que hay que agarrarle amor al deporte y pedirles que se dediquen al juego y se olviden de los vicios”, mencionó el expelotero. “Muchos pueden volverse estrellas en lo que quieran hacer o estrellas de amor como nos enseña Toñita, que es parte de nuestra cultura. Ella nos ayuda, nos tiende la mano, nos tiende el club, nos da comida y es inspiración para todos”.
Gio González de la organización La Gesta INC, que promueve las labores de Toñita, aseguró que el juego de béisbol de este martes fue solo una probadita de lo que está por venir y del significado que tiene para el Caribbean Social Club el sentido de comunidad.
“Nuestro mensaje va más allá del club. Así, con este juego, estamos mostrando cómo empezó el Caribbean social club y por eso tener el nombre del lugar y el nombre de Toñita en los uniformes de ambos equipos es una manera de volver a darle un poco de vida a la liga original, donde ella traía equipos a competir contra otros”, comenta Gio. “Esto representa la hispanidad y lo que hemos sido desde el 73, cuando se formó.
El joven manifestó además que gracias a legado de Toñita, varias generaciones han aprendido la belleza de convivir de manera tranquila, a pesar de las diferencias y mantenerse vigente pese a la gentrificación que ha acabado con muchos espacios latinos en Brooklyn.

“Y es una manera de mostrar que seas de donde seas, la coexistencia aquí no es competencia sino que se trata de crear comunidad, de exaltar y preservar los valores de la cultura latina y seguir preservando el único social club que queda en Williamsburg, porque a Toñita le han ofrecido hasta $9 millones por su espacio y dice que no”, mencionó el neoyorquino.
“Ella da prioridad a su comunidad por encima de cualquier suma de dinero y gracias a ella queda ese espacio especial para que sigamos honrando a nuestra cultura y creando lazos entre todos demostrando que estamos aquí para quedarnos”, sentenció Gio, con una enorme sonrisa, mientras sonaban los ruidos del bate de fondo y los jugadores corriendo.
Dato
- El Caribbean Social Club queda en el 244 Grand St, Brooklyn, NY 11211. Está abierto todos los días