Cómo los alimentos probióticos pueden ayudar a los niños con autismo

El consumo de alimentos probióticos puede beneficiar a los niños con trastorno del espectro autista, uno de los beneficios es ayudar con problemas digestivos que es común que los aquejen

yogur

El yogur contiene una variedad de micronutrientes, que incluyen calcio, magnesio y potasio, los cuales están involucrados en la regulación de la presión arterial. Crédito: Any Lane | Pexels

Los niños con trastorno del espectro autista (TEA) tienden a tener más síntomas gastrointestinales como dolor abdominal, estreñimiento y diarrea, en comparación con sus compañeros, según explica Mayo Clinic. Algunos médicos consideran que los alimentos probióticos pueden ser de ayuda.

Un estudio realizado por investigadores del Instituto MIND de UC Davis encontró que en edad preescolar con TEA tenían 2,7 veces más probabilidades de experimentar síntomas gastrointestinales que sus compañeros de desarrollo típico. Casi el 50% de los niños con TEA informaron síntomas gastrointestinales frecuentes, en comparación con el 18% de los niños con desarrollo típico.

A menudo, los niños con autismo no pueden expresar correctamente las molestias abdominales o no pueden identificar de dónde proviene el dolor. Múltiples síntomas gastrointestinales se asocian con mayores problemas con el sueño y la atención, así como con comportamientos problemáticos relacionados con la autolesión, la agresión y el comportamiento restringido o repetitivo en los niños.

Un factor que puede contribuir a afectar la salud digestiva es que muchos niños con TEA comen solo unos pocos alimentos (alimentación selectiva), prefieren alimentos altamente procesados ​​y comen menos frutas, verduras y granos integrales.

Probióticos en la dieta de niños con autismo

Los alimentos probióticos pueden ayudar a mejorar la salud intestinal de los niños con autismo. Los desequilibrios de la flora intestinal pueden contribuir a los síntomas del Síndrome de Intestino Irritable. Los probióticos ayudan a restablecer el equilibrio de varias maneras, inhibiendo el crecimiento de bacterias dañinas, reduciendo la inflamación y ralentizando el sistema digestivo.

Harvard Health publica que el mejor caso para la terapia con probióticos ha sido el tratamiento de la diarrea en bebés y niños. Los probióticos también podrían ayudar con el estreñimiento, algunos estudios han mostrado que ayudan a ablandar las heces, haciéndolas más fáciles de pasar.

“Debido a que los probióticos han demostrado tener éxito en el tratamiento del síndrome del intestino irritable, es probable que también ayuden a reducir los síntomas conductuales del TEA“, dijo a IANS, la Dra. Daljeet Kaur, psiquiatra de Continental Hospitals en India.

Los probióticos también pueden intervenir con el estado de ánimo

Existe una comunicación entre la microbiota intestinal y el cerebro. La microbiota intestinal puede producir o estimular la producción de neurotransmisores y productos neuroactivos como la serotonina, el GABA y la dopamina, según explica en The Conversation el neurobiólogo José Ramón Alonso Peña.

Una revisión de 15 estudios en humanos publicada en el Journal of Neurogastroenterology and Motility encontró que la suplementación con cepas de Bifidobacterium y Lactobacillus durante 1 a 2 meses puede mejorar los comportamientos relacionados con la ansiedad, la depresión, el autismo, el trastorno obsesivo compulsivo (TOC) y la memoria.

Alimentos probióticos

Los probióticos son bacterias vivas o levaduras que se encuentran en alimentos y suplementos. Son similares a la flora intestinal natural. Las principales fuentes incluyen de probióticos incluyen el yogur natural sin azúcar, kéfir y verduras fermentadas como encurtidos o chucrut.

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