Colesterol alto: cocinar con aceite de oliva lo baja y protege la salud cardíaca
El colesterol alto es el antecedente por excelencia de la mayoría de las enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. La investigación científica reciente sugiere que reemplazar el uso de aceite normal, por oliva es una de las mejores medidas para disminuir los niveles de colesterol y proteger la salud cardiovascular
El aceite de oliva contiene alrededor del 75% de ácidos grasos monoinsaturados. Estos tipos de grasas pueden ayudar a reducir los niveles de "colesterol malo", también conocido como colesterol LDL, además de aportar grandes beneficios antioxidantes y antiinflamatorios. Crédito: Foto Dana Tentis | Pixabay
Cuando hay demasiada sustancia grasa llamada colesterol en los vasos sanguíneos, estos pueden bloquearse y con ello se aumenta el riesgo de padecer problemas cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Por lo tanto no es ningún secreto decir que el colesterol alto, es el antecedente por excelencia de la mayoría de las enfermedades cardiovasculares. Se trata de uno de los diagnósticos más recurrentes en consultas médicas y se cree que se relaciona estrechamente con el estilo de vida y la calidad de la alimentación. Por lo tanto así como existen alimentos que es imperativo evitar (como es el caso de las grasas saturadas), realizar algunos ajustes en los hábitos alimenticios cotidianos puede marcar una significativa diferencia. Uno de los más poderosos consejos es cambiar el uso de aceite normal por aceite de oliva, de acuerdo con una reciente investigación es un sencillo ajuste dietético que tiene la capacidad de reducir los altos niveles de colesterol.
Lo primero que es importante mencionar y tener en claro, es que existen dos principales tipos de grasas: saturadas e insaturadas. El aceite de oliva es uno de los más dignos representantes de las grasas insaturadas, además de aportar una larga lista de beneficios para la salud; según el Servicio Nacional de Salud (NHS): comer alimentos que contienen grasas insaturadas es clave para reducir los altos niveles de colesterol.
Lo cierto es que no es ninguna novedad hablar sobre los beneficios del aceite de oliva, a la fecha se cuenta con diversos estudios científicos en los que se demuestran sus propiedades terapéuticas y que van de la mano con la dieta mediterránea. Se ha demostrado que seguir el estilo de vida mediterráneo, es el mejor patrón alimenticio para reducir el riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular. De hecho, de acuerdo con referencias de la prestigiosa Universidad de Harvard: el consumo de aceite de oliva como parte de la rutina diaria, es uno de los principales contribuyentes en la disminución de padecimientos cardiovasculares (incluido el colesterol alto).
El aceite de oliva contiene alrededor del 75% de ácidos grasos monoinsaturados. Estos tipos de grasas pueden ayudar a reducir los niveles de “colesterol malo”, también conocido como colesterol LDL. Este tipo de colesterol se conoce como “malo” porque aumenta las probabilidades de desarrollar problemas cardíacos o derrames cerebrales. Además, el aceite de oliva está constituido principalmente por ácido oleico (ácido graso monoinsaturado), otro detalle muy relevante es que no solo reduce el colesterol LDL sino que aumenta el colesterol-HDL “bueno” y tiene un alto nivel de vitaminas liposolubles, especialmente la vitamina E y de antioxidantes. Es uno de los alimentos de mayor potencial medicinal, combate cualquier proceso inflamatorio y la presencia de los radicales libres; ambas condiciones se relacionan con el origen de la mayoría de las enfermedades cardiovasculares.
La investigación científica reciente muestra que reemplazar los alimentos con alto contenido de grasas saturadas con una pequeña cantidad de alimentos con alto contenido de grasas insaturadas, como el aceite de oliva, podría ayudar a reducir el colesterol LDL. Las propiedades antioxidantes y antiinflamatorias del aceite de oliva se atribuyen a los beneficios para la salud relacionados con él.
Además, otros estudios sobre el aceite de oliva muestran una conexión entre un menor riesgo de enfermedad cardiovascular, ciertos tipos de cánceres y demencia para las personas que consumen mayores cantidades de este tipo de aceite. También es bien sabido que se trata de un maravilloso aliado para bajar de peso, ya que potencia la quema de grasa corporal y beneficia el metabolismo. Lo mejor de todo es que integrar el aceite de oliva en la dieta diaria es fácil y sencillo, es un ingrediente de lo más versátil que si bien es la base perfecta para elaborar aderezos caseros saludables. También, va de maravilla en sopas, cremas, pastas, ceviches y sobre todo es el mejor sustituto para cocinar; ideal para la cocción de cortes de pescado, pollo o carne al horno. También es ideal para utilizarse en todo tipo de recetas de panadería saludable.
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