Último empujón mortal a rieles del Subway despierta ola de temores en pasajeros: “prefiero esperar el tren en la pared”
65.5% aumentaron las agresiones en el sistema de transporte neoyorquino en lo que va de año. Variante ómicron sigue ahuyentado a millones de pasajeros a tomar el tren
Desde hace 50 años, cuando la jubilada dominicana Ana Guero llegó a la ciudad de Nueva York, el Subway formó parte de su vida. Ahora, confiesa que camina por los andenes con cierto temor. Prefiere esperar el tren pegada de la pared. Se aproxima solo cuando la máquina ya está parada en la estación. Opta por alejarse de las multitudes y de la línea amarilla, vista por muchos pasajeros, como un “abismo” del cual hay que cuidarse.
“Yo conozco este tren desde que uno metía una monedita (token) por cada viaje. Pero hay tanta cosa ahora, de empujones, de crímenes, que uno debe estar muy pendiente. Honestamente cada vez trato de tomarlo menos”, precisó la inmigrante antes de ingresar al tren 1 en la estación 181 Street del Alto Manhattan.
La inquietud de Ana no forma parte de su imaginación o de alguna experiencia personal.
Como esta isleña, miles de pasajeros andan más alertas en el popular medio de transporte que antes del brote pandémico movía a más de cinco millones de personas cada día.
Hay algunos hechos recientes que “incendian” la emoción del miedo. El empujón mortal que el pasado sábado recibió por parte de un enfermo mental, una asiática mientras esperaba el tren R en la estación Times Square – 42 St, fue apenas uno de los episodios fatales que han tomado notoriedad en las últimas semanas.
El responsable de este hecho terrible que tomó los titulares, fue Simon Martial, de 61 años, un hombre con problemas de salud mental y antecedentes penales, que se entregó a la policía y confesó su crimen a la hora de ocurrir.
“La pandemia todo lo ha puesto patas arriba. Esta es una ciudad muy grande, con mucha gente, en donde siempre van a pasar cosas. Pero uno observa que ahora pasa más, en más corto tiempo”, interpreta la isleña.
En efecto, el frío enero de 2022 en la ciudad de Nueva York ha venido acompañado no solo con una alta ola de nuevos casos de COVID-19, también con un espiral de violencia muy difícil de ocultar.
Los principales delitos subieron en más de un 33% en los primeros días del calendario de este año. Si este registro se compara con el año pasado, en este punto, la conclusión es que han tomado fuerza las acciones criminales en el sistema de transporte público: un repunte del 65.5% que se traducen en agresiones verbales, ataques y un asesinato.
Vagones más vacíos, pero…
El dato de los incidentes delictivos recientes, llama la atención, porque de acuerdo con los reportes de la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA), la tasa de pasajeros, debido a la pandemia, descendió en general en más de un 50%.
“Ciertamente a ciertas horas hay vagones vacíos. Ahora debes esperar más tiempo y estar con varios ojos. Por ejemplo, yo que hago el cambio en Penn Station, todos los días cerca de la medianoche para ir a El Bronx, puedo decir que es infernal esa estación”, relató Vicente Gómez, un mexicano que trabaja en un restaurante en Manhattan.
La descripción de Vicente ,detalla la presencia de decenas de desamparados, que como él cuenta, usan drogas, gritan y molestan a los pasajeros, tanto en las áreas subterráneas como todas las calles en los alrededores para acceder al sistema de transporte.
“Cada vez hay más personas con problemas en el tren, que gritan, fuman en los vagones, se ponen violentos, duermen allí. Son seres humanos que la están pasando mal. Y ya uno se acostumbra a que ellos son parte de la ciudad”, acotó el inmigrante cuya ruta diaria le impone usar el Subway entre el Bajo Manhattan y El Bronx casi todos los días.
Pero estas estadísticas oficiales que describen una alta criminalidad en el sistema Subway, asociada con una seguidilla de crisis, como la falta de vivienda y la salud mental, tiene muchas interpretaciones.
A juicio de Daniel Pearlstein de Alliance Riders, una organización que lucha por un sistema de transporte público que satisfaga las necesidades diarias de todos los neoyorquinos, se “cuentan en millones los pasajeros” que toman el tren todos los días y están “abrumadoramente” seguros.
“Hemos visto que los usuarios apoyan el enfoque de atender la crisis humanitaria de personas sin hogar en el Subway, que pasa por atención de salud y viviendas”, subrayó el activista.
Pearlstein en medio del “fuego cruzado” de informaciones que vinculan la violencia directamente con la presencia de “sin techo”, sugiere que solo culpar a esta población vulnerable, no ayuda a resolver un drama estructural.
“Los oficiales de policía, los tribunales y las cárceles no pueden resolver el problema por sí mismos. Depende de la gobernadora y el alcalde seguir trabajando juntos para asegurarse de que todos los neoyorquinos puedan sentirse seguros y cómodos en el metro”, remató.
La orden: ¡Más vigilancia!
Fuentes del Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York (NYPD) aseguran que la “orden” más reciente es que los oficiales de guardia realicen dos controles en las estaciones en donde se reportan más inconvenientes.
En algunas estaciones dispusieron más presencia policial encubierta, basada en los puntos del gigantesco subterráneo que más alertas recibe por parte de empleados y pasajeros.
Pero dentro de la Uniformada existen dudas alrededor de la estrategia de que aumentando la presencia policial se alivie las situaciones incómodas para los usuarios.
En este sentido, un portavoz policial dijo a The New York Post que “incluso si ponemos 500 policías en el metro en las horas pico, hay aproximadamente 5,000 vagones del metro funcionando, por lo que solo el 10 por ciento de los vagones del metro tendrían un policía”.
¿Puertas de protección?
El hecho de que en la Gran Manzana otra pasajera haya sido aventada intencionalmente a los rieles, justamente cuando se aproximaba a toda velocidad el tren a la estación Times Square, desempolvó otro debate: la petición de que la MTA proyecte instalar puertas de seguridad en las plataformas.
Se trata de un mecanismo de seguridad que solo ha sido instalados en el AirTrain del aeropuerto JFK y en otras ciudades del mundo, que consiste en crear una barrera de acceso a los andenes, que abre automáticamente solo cuando el tren ya se encuentra en la estación.
Una de las voces que promovió esta semana la discusión fue Mark Levine, presidente del condado de Manhattan.
“Cientos de personas terminan en las vías cada año en el sistema de metro de Nueva York, a través de caídas accidentales, intentos de suicidio y, en raras ocasiones, por ser empujados. Es hora que la MTA finalmente comience a instalar puertas de plataforma para proteger a los usuarios”, destacó Levine en su cuenta twitter.
Los líderes de la agencia de transporte en Nueva York aseguran que “explorarán la instalación de algunas barreras” dijo el presidente interino de la MTA, Janno Lieber.
Pero de antemano concluyen que la instalación de estas puertas podrían ser muy complicadas por “la edad del sistema” y lo “prohibitivamente costoso”.
“Es una idea que funciona en muchos lugares, pero hay complejidades especiales en Nueva York. Siempre estamos buscando formas de hacer que el sistema sea más seguro”, acotó.
Por su parte, el expresidente de Transit NY, Andy Byford, compartió en un comunicado que la MTA ha analizado durante muchos años la instalación de estos dispositivos, pero esta idea entraña muchas complicaciones técnicas.
“Una buena cantidad de las plataformas de la ciudad de Nueva York son curvas y habría que reconstruirlas por completo. El reto podría ser instalarlas en las nuevas estaciones”, agregó.
Hay que ayudar a los desamparados
El puertorriqueño Carlos Moreno, residente de El Bronx, relata que por sus horarios de trabajo debe ingresar, generalmente al tren A, entre 4:00 y 5:00 de la mañana.
“A esas horas hay decenas de personas durmiendo en el tren. Pueden proponer mil cosas, policías, puertas especiales, de todo. Pero aquí el tema es que a los desamparados hay que ayudarlos”, opinó.
Carlos luego de 40 años embarcando y desembarcando en este sistema de transporte, nota como nunca antes gente más estresada: “son muchos factores, las noticias sobre los empujones, la pandemia y todos los problemas que tiene la Ciudad que se notan aún más, cuando te encierras en un vagón”.
Con una visión distinta, la educadora colombiana Rosa Fuentes, de 35 años, asegura que “afortunadamente” en la Ciudad cualquier “hecho aislado” enciende alarmas de preocupación para “cambiar la realidad”.
“¿Cuántas personas diariamente toman estos trenes y a cuántos les pasa algo?. Afortunadamente a muy pocos. Pero está bien que todo se exagere, porque así no nos acostumbramos a la violencia, como ha pasado en nuestros países, en donde una muerte se olvida, al día siguiente, con otra fatalidad”, concluyó.
Nuevos movimientos en el Subway en 2022:
- El alcalde Eric Adams y la gobernadora Kathy Hochul anunciaron el pasado 6 de enero que la crisis delictiva y de los desamparados en el Subway, se abordará este año en dos direcciones: más rondas policiales y la formación de un grupo especial de profesionales quienes estarán dedicados a abordar los casos de los “sin techo”.
- La nueva comisionada de la policía de NYPD, Keechant Sewell, informó sobre una gran cantidad de movimientos de despliegue relacionados en el metro, incluida la “patrulla selectiva” subterránea en los lugares donde son más necesarios.
- Este plan involucra a oficiales de la policía de Nueva York que trabajan en varias oficinas y se enviarán unidades especiales para patrullar el sistema de transporte.
- La MTA obtuvo su pago final de ayuda federal de $6 mil millones el pasado miércoles lo que el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer.
- Estos fondos son parte de un auxilio de más $16 mil millones que la MTA ha recibido para equilibrar su presupuesto durante los próximos cuatro años; lo cual garantiza un congelamiento de la tarifa de $2.75 por viaje y otros planes de modernización operativa.
Menos pasajeros, más robos:
- 5,5 millones de pasajeros diarios tenía el sistema buses – trenes del Subway en la Gran Manzana antes del brote pandémico en la primavera de 2020.
- 50-60% ha sido la pérdida de pasajeros en promedio debido a los temores ante la crisis de salud pública.
- 3,2 millones de usuarios contó el metro neoyorquino el pasado 14 de octubre, siendo el pico más alto luego del brote de coronavirus. Pero esa cifra descendió dramáticamente ante los temores causados por la expansión de ómicron.
- 2,542,001 pasajeros transitaron por este sistema, el pasado 18 de enero lo que significa un 48% menos que los niveles prepandémicos.
- 50% aumentaron los robos en las instalaciones del Subway en los últimos tres meses de acuerdo con cifras compartidas por NYPD.
- 45% fue el alza de los delitos graves como el hurto y el asalto.
- 79% ascendieron los crímenes de odio en 2021, impulsado por un alza de 240% en los ataques basados en la orientación sexual y un 233% contra los asiáticos, según las cifras presentadas a la MTA.