Candidata latina en El Bronx suma apoyo de familias

Tiene más de 10 años trabajando en política, pero en noviembre pasado Jessica Altagracia Woolford dio un paso decisivo en su carrera: desafiar a un político que lleva casi 30 años al frente del Distrito 81 en El Bronx, donde ella creció y reconoce nuevos desafíos para su comunidad

Jessica Altagracia Woolford explica cara a cara su propuesta de campaña para el Distrito 81 en El Bronx.

Jessica Altagracia Woolford explica cara a cara su propuesta de campaña para el Distrito 81 en El Bronx. Crédito: Campaña Jessica Altagracia Woolford | Cortesía

En noviembre pasado que lanzó su campaña electoral en El Bronx, Jessica Altagracia Woolford tenía como principal motivo el espíritu de servir y de cuidar de las personas vulnerables, una lección que aprendió de su abuela, a quien acompañaba a su trabajo como asistente de salud en Van Cortlandt Village.

Cuatro meses después, Jessica, hija de padres dominicanos y residente de Kingsbridge, avanza con importante respaldo para competir por el Distrito 81 de la Asamblea Estatal de Nueva York, incluido el soporte del Partido de las Familias Trabajadoras de Nueva York (WFP) y agrupaciones de jóvenes.

“El Partido de las Familias Trabajadoras nos respaldó”, expresa orgullosa. “Eso es como un gran sello de aprobación para muchos grupos y progresistas que nos están mirando”.

Hay otros grupos que reconocen en Jessica Altagracia Woolford como una opción para darle un giro al distrito, donde su colega de partido, Jeffrey Dinowitz, ha liderado esa posición desde 1994.

“Conectando los puntos entre la infraestructura del movimiento progresista con esas conversaciones que estoy teniendo a nivel local, es como si las cosas hicieran clic cuando tienes personas que pueden venir literalmente a hacer una petición contigo o les gusta ayudarte a construir tu plataforma de políticas”, destacó en entrevista.

Reconoce que de noviembre a la fecha ha aprendido mucho, incluso a ser “más precisa”, en cuanto a dirigir el mensaje sobre cómo atenderá las preocupaciones de sus vecinos, una población altamente latina.

“Entre noviembre y ahora… nos hemos vuelto mucho más precisos, en términos de cómo podemos hablar con más personas”, dijo, al expresar incluso que la gente se sorprende cuando la ve en la calle haciendo campaña, más allá de sus anuncios en volantes o pegados en postes o muros.

Su propia historia de vida le ha ayudado a explicar mejor sus propuestas, sin miedo a posibles ataques políticos ante su avance entre la comunidad.

“Me postulo como una persona íntegra que ya no tiene miedo de ser una latina negra… haciendo esto”, expresa.

Dijo que los posibles votantes se han sorprendido de que haya decidido desafiar a Dinowitz, quien ha mantenido el control del distrito por casi 30 años.

“Porque enfrentarse a un titular que ha estado en el cargo durante casi 30 años, la gente dice ¡wow!.. Creo que está despertando a la gente para que comience a preguntar: ‘Bueno, ¿qué hace su asambleísta?’ Entonces, la conversación está cambiando”, expresó.

Jessica forma parte de una amplia coalición que el WFP apoya, como Delsenia Glober, aspirante al D-70; Jonathan Soto (D-82), Juan Ardilla, (D-37), Justin Chaires, (D-111), Keron Alleyne (D-80), Samy Olivares (D-54), Sarahana Shrestha (D-103) y Vanessa Agudelo (D-95).

Woolford no es ninguna improvisada, lleva más de 10 años trabajando en política, y recientemente fue parte del equipo de prensa de la senadora del estado Kirsten Gillibrand. A pesar de esa experiencia, no es lo mismo trabajar tras bambalinas que salir a las calles y enfrentarse directamente a los electores, hablarles, intentar convencerlos.

Jessica Altagracia Woolford (derecha) ha integrado un equipo de trabajo diverso. / FOTO: CORTESÍA Crédito: Campaña de Jessica Altagracia Woolford | Cortesía

Hablarle a la comunidad

Ella enfrenta varias batallas al mismo tiempo, como madre de una bebé de dos años y como la principal cuidadora de sus abuelos. Eso la obliga mantener una agenda estricta, para cumplir con todos sus compromisos.

“No sólo porque tengo a mi hija, sino que también soy la principal cuidadora de mis abuelos”, expresó. “Gran parte de la estructura para postularse para un cargo no está construida para madres y personas que se preocupan por otras personas”.

Sin embargo, ella ha utilizado esa experiencia para hablarle a las familias de sus propias necesidades: cuidado de los niños, procurar a los adultos mayores, atender el trabajo y asegurar que las cuentas se paguen a fin de mes.

“Estas son todas las cosas complicadas que siento como una responsabilidad como latina, como madre, como alguien que creció en esta comunidad, levantar el telón del proceso para que las personas puedan estar mejor preparadas cuando toman decisiones”, expresó.

Entre los mayores retos de campaña de Jessica están hablar a la comunidad reconociendo su diversidad, pues en su distrito hay una amplia población latina, pero de diferentes orígenes: dominicanos, puertorriqueños, colombianos y mexicanos, por ejemplo.

“En nuestro distrito la dinámica ha cambiado tanto, porque en los años 90, el Kingsbridge donde crecí era dominicano, puertorriqueño e irlandés. Ahora, en los últimos 20 años, tienes mexicanos, tienes colombianos, tienes salvadoreños, tienes mucha más gente de todas partes”, dijo.

Reconoce que su español “suena diferente” ni siquiera totalmente dominicano, pero ella siente que entabla conversación a fondo con los vecinos, para entender sus problemas y cómo podría ayudarles.

“Se trata más de construir las relaciones personales”, expuso.

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