Biden refuerza acciones migratorias en Latinoamérica a pocas semanas de terminar con Título 42
La Administración Biden está bajo presión para continuar con el Título 42, el cual permite expulsar en forma expedita a inmigrantes, pero el Gobierno federal busca acciones en conjunto con otros países para evitar la inmigración irregular
El Gobierno del presidente Joe Biden avanza en distintos frentes sobre sus planes de refugio y asilo, a fin de evitar un posible aumento de inmigrantes de Latinoamérica, principalmente de Centroamérica, por lo que varios funcionarios han realizado acuerdos en distintos países con una siguiente parada en Panamá.
Los esfuerzos se enmarcan en el fin del Título 42 –a ocurrir el 23 de mayo–, una medida sanitaria que pronto se convirtió en la mejor forma de expulsar en forma expedita a inmigrantes que llegan a la frontera sur de Estados Unios, sin darles derecho a solicitar asilo.
A Panamá viajará una comitiva liderada por el secretario de Estado, Antony Blinken, pero con la asistencia también del secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.
“Nuestra delegación se unirá a representantes de alto nivel de otros 20 países del Hemisferio Occidental en la conferencia ministerial”, indicó Brian A. Nichols, subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, en conferencia telefónica con periodistas.
Sin embargo, el secretario Blinken también se reunirá con el presidente panameño Laurentino Cortizo y la canciller Erika Mouynes, así como con organizaciones de la sociedad civil.
“Esta ministerial es parte de nuestra preparación diplomática para la Cumbre de las Américas de junio“, agregó Nichols. “Avanzaremos una serie de iniciativas que abordan la migración irregular y sus causas fundamentales y brindan protección a los refugiados y solicitantes de asilo”.
¿Y el Triángulo Norte?
Nichols fue cuestionado sobre los avances del plan en Centroamérica, particularmente en el Triángulo Norte, sobre lo cual destacó esfuerzos de la vicepresidenta Kamala Harris para movilizar la inversión de $1,200 millones de dólares en la región.
“Estamos trabajando para abordar las causas fundamentales de la migración como un esfuerzo colectivo… el llamado a la acción de la vicepresidenta Harris… movilizó más de $1,200 millones en inversiones del sector privado en el norte de Centroamérica y creó miles de puestos de trabajo en esa parte del hemisferio”, afirmó el funcionario.
Agregó que eso ha permitido que menos personas intenten migrar en forma irregular, pero reconoció que el avance puede parecer lento.
“Realmente hay desafíos sin precedentes y creo que nuestra asistencia ha ayudado a mitigar parte de ese movimiento migratorio, pero los desafíos no comenzaron ayer y nos llevará tiempo resolverlos junto con nuestros socios”, reconoció. “Una de las cosas que ya no escuchamos es que este es un problema de Estados Unidos“.
Agregó que el envío de distintas ayudas ha tenido un impacto positivo en países como Honduras o Guatemala.
“Sabemos que esa gente no está migrando. Sabemos que nuestros esfuerzos para proporcionar vacunas contra el COVID-19 a países de todo el hemisferio (alrededor de 60 millones de vacunas en el hemisferio occidental) han ayudado a los países a recuperarse más rápidamente de la pandemia”, expuso.
También defendió la ayuda que se proporciona a migrantes en Colombia, Ecuador, Perú y Chile, debido a al desplazamiento de personas.
“Literalmente, hay millones de migrantes en movimiento en nuestro hemisferio; unos seis millones de venezolanos son migrantes fuera de Venezuela en este momento”, expuso. “Hay medio millón de nicaragüenses que están desplazados y viviendo en Costa Rica en este momento… Estamos hablando de cientos de miles de migrantes haitianos en Chile, en Brasil”.
Críticas por la frontera
Si bien las mayores críticas por el fin del Título 42 provienen de los republicanos, también hay demócratas que han expresado su preocupación, como el senador Gary Peters (Michigan), presidente del Comité de Campaña Senatorial Demócrata, quien esperaba escuchar planes concretos sobre cómo se administrará la frontera.
Consideró que si una vez que se termine con el Título 42 no hay una estrategia viable quizá se debería suspender le decisión.
“A menos que tengamos un plan bien pensado, creo que es algo que debería revisarse y tal vez retrasarse”, consideró. “Voy a diferir el juicio sobre eso hasta que le dé a la Administración [Biden] la oportunidad de articular completamente cuál es ese plan. Comparto las preocupaciones con algunos de mis colegas”.