Padres y abuela del tirador de la escuela en Uvalde, Salvador Ramos, tienen antecedentes penales

Tanto los padres como la abuela del tirador de la escuela de Texas, Salvador Ramos, tenían antecedentes penales, incluido asalto agravado con un arma mortal

La casa del pistolero, Salvador Ramos, de 18 años, fue acordonada con cinta policial.

La casa del pistolero, Salvador Ramos, de 18 años, fue acordonada con cinta policial. Crédito: Jordan Vonderhaar | Getty Images

Tanto los padres como la abuela del tirador de la escuela de Texas, Salvador Ramos, tenían antecedentes penales, incluido asalto agravado con un arma mortal e intentar pasar un cheque falso, según dio a conocer The New York Post.

Ramos, de 18 años, asesinó a 19 estudiantes de primaria y dos maestros cuando irrumpió en la escuela primaria Robb en Uvalde el 24 de mayo en el tiroteo escolar más mortífero de Estados Unidos desde 2012.

Sus padres, Adriana Martínez y Salvador Ramos, tuvieron sus propios roces con la ley hace más de una década, según los registros del Tribunal del Condado de Uvalde obtenidos por The Post.

Su abuela Celia “Sally” Martínez Gonzales, a quien le disparó en la cara antes de llevar a cabo el tiroteo en la escuela, fue acusada de un delito menor en 1993, según los registros del condado.

Por su parte, Martínez fue acusada de escribir un cheque sin fondos por $22.62 dólares a una tienda general en Uvalde el 30 de junio de 2003, justo cuando nació Ramos.

Los registros muestran que estaba luchando financieramente en ese momento, pues solo ganaba $500 dólares al mes en un trabajo en el restaurante Golden Dragon en Uvalde. Ella también estaba recibiendo $223 dólares en asistencia pública y $269 en cupones de alimentos. 

Martínez vivía en un apartamento que albergaba a seis personas cuando cometió fraude, según muestran los registros. Informó que estaba soltera en los documentos del gobierno, lo que implica que probablemente se había separado del señor Ramos para entonces.

Martínez se declaró culpable del cargo el 27 de septiembre de 2005 y tuvo que pagar una multa de $250 dólares, más costos judiciales de $218 y fue sentenciada a 180 días de cárcel. Sin embargo, dado que se declaró culpable, fue puesta en libertad condicional con un requisito de 25 horas de servicio comunitario.

Dos años más tarde, se presentó un cargo de agresión en su contra, alegando que Martínez causó daños corporales a un miembro de la familia.

El cargo pareció ser desestimado el 26 de septiembre de 2007 y los registros muestran que Martínez tuvo que inscribirse en Consejería para el Manejo de la Ira. También tuvo que pagar $1,928 dólares a la Oficina del Fiscal del Condado y otras tasas judiciales.

Por su parte, el padre de Salvador Ramos tuvo un breve encontronazo con la ley en 2000, cuando fue acusado de resistirse al arresto. El señor Ramos aparentemente luchó con el oficial Daniel Rodríguez y se escapó. No está claro en los registros judiciales cómo comenzó la lucha. No se declaró culpable, y fue sentenciado a 180 días en la cárcel del condado y tuvo que disculparse por escrito con el Departamento de Policía de Uvalde.

Once años después, Ramos fue acusado de un delito de asalto agravado con un arma mortal por un incidente del 9 de abril de 2011.

Según la acusación del 2 de julio de 2012, Ramos golpeó a un hombre llamado Enrique Jesús Pérez con una botella de cerveza. A Ramos se le ordenó mantenerse alejado de la víctima y tuvo que someterse a pruebas de drogas y alcohol.

Los agentes del orden hablan juntos fuera de la Escuela Primaria Robb luego del tiroteo masivo en la Escuela Primaria Robb el 24 de mayo de 2022 en Uvalde, Texas. (Foto de Brandon Bell/Getty Images) Crédito: Brandon Bell | Getty Images

No refutó el cargo, que posteriormente se redujo a un delito menor de clase A. Fue sentenciado a 30 días de cárcel, pero el juez acordó que Ramos podía cumplir su condena los fines de semana. También tuvo que someterse a un programa de tratamiento por abuso de sustancias.

Gonzales, la abuela, fue acusada de un delito menor no especificado luego de un arresto el 9 de junio de 1993. Fue declarada culpable y sentenciada a un máximo de dos años de libertad condicional y tuvo que pagar una multa judicial de $500 dólares y tasas judiciales de $157. No está claro en los registros judiciales qué hizo Gonzales.

Es posible que Gonzales nunca pueda volver a hablar después de que su nieto le disparara en la cara, ya que la bala entró en su mandíbula y le rompió todos los dientes.

Tanto el señor Ramos como la madre del tirador se han disculpado por las acciones de su hijo.

“No tengo palabras para decir, no sé lo que estaba pensando”, dijo Martínez a la estación mexicana Televisa. “Solo quiero que los niños inocentes que murieron me perdonen”, dijo. “Perdóname, perdona a mi hijo. Sé que tenía sus razones”, agregó. 


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