Niña que sobrevivió a la masacre de Uvalde gracias a que se cubrió con sangre le dice al Congreso “no quiero que esto pase otra vez”
Miah Cerillo revivió el horror de ver morir a sus maestras, compañeros y mejor amiga a manos del pistolero Salvador Ramos. La menor espera que su testimonio sirva para hacer un cambio en materia de armas
Aún con las heridas a flor de piel por la masacre que se vivió al interior de su Escuela Primaria Robb en Uvalde, Texas, Miah Cerillo, de 10 años, le contó al Congreso cómo vivió el tiroteo a manos del pistolero Salvador Ramos, de 18.
Según la estudiante de cuarto grado, el martes 24 de mayo se encontraba en clase mirando una película de Disney como parte de las actividades del día, sin embargo, una rafa de fuego irrumpió la tranquilidad que se respiraba en su salón y acabó con la vida de 19 de sus compañeros y sus dos maestras.
De acuerdo con la menor, su maestra corrió hasta la puerta del salón para asegurarla, en ese momento cruzó su mirada con la de Salvador Ramos; la profesora les pidió que se escondieran, pero el pistolero rompió de un disparo la ventana y “Le dijo a mi maestra ‘buenas noches’ y le disparó en la cabeza”.
Miah Cerillo, quien resultó con algunas heridas en la espalda por la ráfaga de fuego, le dijo al Congreso “no quiero que esto pase otra vez”.
El padre de la menor, Miguel Cerrillo, entre lágrimas dijo en la sala del Comité de Supervisión y Reforma de la Cámara de Representantes que su hija no es la misma desde que fue testigo de la masacre y que tiene miedo de que la escuela ya no sea un lugar seguro para los niños.
“Vine porque pude haber perdido a mi pequeña hija”. Dijo. Y pidió un cambio porque: “Las escuelas ya no son sitios seguros”.
La audiencia que llevó por nombre “La necesidad urgente de abordar la epidemia de la violencia armada” también contó con la presencia de los padres de Alexandria Aniyah Rubio, una de las niñas que murió en el tiroteo de Uvalde, así como del único pediatra del pueblo, Roy Guerrero, y la madre de Zaire Goodman, un sobreviviente del tiroteo de Buffalo, donde perdieron a vida 10 personas.
Se espera que el Congreso tome cartas en el asunto y haga un cambio en el acceso a las armas de fuego, ya que cualquier persona de 18 años puede comprar una de manera legal, como lo hizo en su momento Salvador Ramos.
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