El mercado laboral se mantiene robusto con la creación de 528,000 empleos, pero se espera una desaceleración, dice The Conference Board

El reporte de Empleo de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) mostró otro mes sólido para las nóminas, con 528,000 empleos agregados en julio de 2022, luego de un aumento revisado al alza de 398 000 empleos en junio.

Para Frank Steemers, economista sénior de The Conference Board, hasta el momento el boyante mercado laboral sigue desafiando los vientos en contra en el resto de la economía, donde la actividad económica se ha desacelerado.

El economista explica que las decisiones de contratación reaccionan a los cambios en la actividad comercial unos meses después, por lo que es probable que la “contratación se desacelere en los próximos meses”.

La tasa de desempleo se redujo a un mínimo histórico del 3.5% en julio de 2022, frente al 3.6% de junio. La tasa de participación en la fuerza laboral disminuyó levemente a 62.1% en julio, frente al 62.2% de junio. En general, el empleo ha vuelto ahora a su nivel anterior a la pandemia (febrero de 2020).

El crecimiento del empleo sigue siendo fuerte en el ocio y la hospitalidad, que agregaron 96,000 puestos de trabajo en julio, aunque las ganancias de empleo recientes son el doble que hace un año.

“El mercado laboral sigue siendo muy ajustado y el crecimiento de los salarios sigue siendo elevado. Si bien las tasas de vacantes y renuncias siguen siendo históricamente altas, las vacantes -un buen indicador adelantado de los cambios en el empleo- han caído durante tres meses consecutivos. Esto puede indicar que se avecina un debilitamiento de la demanda laboral”, explicó Steemers.

“Con la inflación aún elevada y el mercado laboral sólido, es probable que la Fed continúe aumentando rápidamente las tasas de interés en los próximos meses. Si bien la producción económica se contrajo durante dos trimestres consecutivos en la primera mitad de 2022, un mercado laboral sólido significa que actualmente es probable que no estemos en recesión”, apuntó el analista.

Sin embargo, Steemers considera que se espera que la actividad económica se enfríe aún más hacia finales de año y es cada vez más probable que la economía estadounidense entre en recesión antes de fin de año o principios de 2023: “Es probable que la tasa de desempleo aumente después de la desaceleración de la actividad económica y la posible pérdida de empleos, aunque actualmente esperamos que la tasa de desempleo permanezca por debajo del 4.5% en 2023”.

Steemers apunta que la participación en la fuerza laboral disminuiría a medida que disminuyan las oportunidades laborales, y que es probable que el crecimiento de los salarios se enfríe a medida que se debilite el poder de negociación de los empleados y las empresas necesiten administrar los costos.

“Como reacción a la desaceleración de la actividad económica, es probable que las empresas reduzcan o congelen la contratación como primer paso hacia la reducción de costos. Dependiendo de la gravedad de la caída de la actividad económica, las empresas pueden reducir horas, bonos y salarios, o recurrir a licencias y despidos. Los trabajadores menos calificados serían más vulnerables a la pérdida de empleos, como también se vio en recesiones anteriores cuando las tasas de desempleo aumentaron más para estos trabajadores”, comentó el economista sénior de The Conference Board.

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