¿A qué hora cenar? Comer más tarde provoca más hambre y una quema de calorías más lenta
¿A qué hora cenar? Un nuevo estudio revela que cenar más temprano podría ser mejor, comer tarde puede duplicar las probabilidades de tener más hambre y provocar una quema más lenta de calorías
Comer más temprano en el día puede ser bueno para ti ya que investigadores encuentran que comer más tarde en el día puede duplicar las probabilidades de tener más hambre, según un nuevo estudio publicado en la revista Cell Metabolism.
El estudio fue diseñado para evaluar los efectos de los horarios de alimentación en el cuerpo y probar los mecanismos que pueden explicar por qué comer tarde aumenta el riesgo de obesidad. Los investigadores esperan ampliar los hallazgos.
Los participantes que comieron cuatro horas más tarde en el día tenían más hambre, quemaron calorías a un ritmo más lento y tuvieron cambios en el cuerpo que promovieron el crecimiento de grasa, según un estudio de investigadores del Brigham and Women’s Hospital.
El grupo de participantes que comía temprano ingería sus alimentos alrededor de las 9 a.m., 1 p.m. y 5 p.m.; mientras que el otro grupo comía a la 1 p.m., 5 p.m. y 9 p.m.
Los investigadores recolectaron muestras de sangre, niveles de temperatura corporal y gasto de energía, además de muestras de tejido adiposo corporal de algunos sujetos.
Cuando los participantes del estudio comieron más tarde en el día, tenían niveles más bajos de la hormona leptina, que está presente cuando nos sentimos llenos. Comer tarde también resultó en 60 calorías menos quemadas.
“Descubrimos que comer cuatro horas más tarde hace una diferencia significativa en nuestros niveles de hambre, la forma en que quemamos calorías después de comer y la forma en que almacenamos grasa”, señaló la primera autora Nina Vujovic, investigadora de la división de trastornos del sueño del hospital.
El ritmo circadiano, que influye en funciones fisiológicas clave como la temperatura corporal y la frecuencia cardíaca, afecta la forma en que nuestros cuerpos absorben combustible.
De acuerdo con la investigación, tratar de limitar las comidas dentro de un período de 10 horas podría ser más saludable.
Previamente, nutricionistas han señalado el beneficio de una rutina de alimentación con comidas entre cuatro y cinco horas de diferencia. Comer cada cuatro horas ayuda a regular tu azúcar en la sangre y así controlar el hambre y los antojos.
Hay más razones que pueden motivar una cena más temprana. Comer demasiado cerca de la hora de acostarse puede provocar indigestión y problemas para dormir.
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