Critican duramente al gobernador Greg Abbott por afirmar que las víctimas del tiroteo de San Jacinto, Texas, eran inmigrantes indocumentados
"Anuncié una recompensa de $50,000 dólares por información sobre el criminal que mató a cinco inmigrantes ilegales el viernes", señaló el republicano en su cuenta de Twitter
El gobernador de Texas, Greg Abbott, fue duramente criticado luego de afirmar erróneamente que todas las víctimas del tiroteo masivo en San Jacinto, Texas, eran inmigrantes indocumentados.
“Anuncié una recompensa de $50,000 dólares por información sobre el criminal que mató a cinco inmigrantes ilegales el viernes”, señaló el republicano en su cuenta de Twitter, indicando también que se activara la ‘Operación Estrella Solitaria’, lo que generó fuertes críticas en los comentarios de su publicación.
Pese a que los funcionarios afirmaron que el sospechoso identificado como Francisco Oropeza era nativo de México y fue deportado varias veces, familiares de algunas de las víctimas desmintieron las afirmaciones del gobernador.
El esposo de Diana Velázquez Alvarado, una de las víctimas que ayudó a proteger a tres niños durante los disparos, apuntó que su esposa era residente permanente de Estados Unidos, publicando una foto con su ‘Green Card’ que constaba que era legal en el país desde diciembre de 2021, informó New York Post.
“Supongo que para Greg Abbott cualquiera que sea de otro país es un ‘inmigrante ilegal’. Vergonzoso”, señaló Carlos Eduardo Espina, un activista de la comunidad local.
Entretanto, si bien la policía confirmó que todas las víctimas del tiroteo eran provenientes de Honduras, no ha publicado su estatus migratorio.
El resto de víctimas del fatal tiroteo ocurrido el viernes por la noche fueron identificadas por la policía como Sonia Guzmán, de 25 años; su hijo Daniel Enrique Laso, de 9; Julisa Molina Rivera, de 31; y José Jonathan Casarez, de 18.
Según el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos, Oropeza había sido deportado cuatro veces en los últimos 14 años, siendo su última deportación en 2016.
Entretanto, más de 250 agentes del orden se encuentran desplegados en todo el estado de Texas en busca de Oropeza, quien sigue prófugo y está considerado como ‘armado y peligroso’.
Además de los $50,000 dólares de recompensas ofrecidos por el gobierno de Texas, el FBI ha puesto como recompensa $30,000 para quien tenga información clave sobre el paradero de Oropeza.
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