Descubre por qué el calor te hace perder el apetito y comer ciertos alimentos no tan saludables
El calor, el verano, la falta de apetito y la tentación de comer alimentos ricos en calorías son una combinación de factores que pueden llevar a perder la rutina salusable
El calor característico del verano hace que muchas personas pierdan el apetito y esto a su vez los induce a descuidar su rutina de alimentación saludable aumentando el consumo de alimentos ricos en calorías y grasas con bajo valor nutricional.
Hay varios factores que influyen en la pérdida del apetito durante el verano como: el alto consumo de líquido, la disminución de los requerimientos para mantener la temperatura del cuerpo y que necesitamos menos energía, explica la dietista y nutricionista de la Clínica Alimmenta, Marisa Burgos.
Burgos señala que cuando sudamos más, incrementamos la ingesta de líquidos y nuestro estómago se llena lo que genera que deje de enviar la señal de hambre al cerebro.
También durante el verano, el calor provoca “que necesitemos menos energía para regular nuestra temperatura corporal, mientras que en el invierno el cuerpo invierte mayor energía para regular la temperatura”, indica Burgos.
En la época de vacaciones es usual ingerir alimentos ultraprocesados, ricos en azúcares y grasas, helados bebidas alcohólicas y bebidas azucaradas. Estos alimentos bajos y nutrientes nos hacen aumentar de peso ya que tienen un bajo contenido nutricional.
“En general, sucede porque aumentamos el aporte de las calorías líquidas a través de cervezas, sangrías, refrescos, helados hipercalóricos y, aunque, esto nos refresca, hace que el aporte calórico diario sea elevado”, explica Burgos a 20 minutos.
Recomendaciones para equilibrar el apetito en verano
Hay ciertas recomendaciones que debemos seguir para mantenernos saludables durante el verano sin caer en tentaciones que nos hagan aumentar de peso o llenarnos de calorías vacías.
La profesora agregada e investigadora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Gemma Chiva-Blanch, explica que “los niños, las personas mayores y las embarazadas son los colectivos que tienen más riesgo de sufrir los efectos del calor, la deshidratación y una alimentación deficitaria en nutrientes”.
Chiva-Blanch recuerda que las altas temperaturas afectan al sistema circulatorio, puesto que provoca que las venas se dilaten. Advierte que “hay que mantener el cuerpo muy hidratado y beber agua de forma regular, aunque no tengamos sed, u otros líquidos, como gazpacho o batidos de fruta natural con algún lácteo”, la cita Revista Alimentaria.
Que la falta de apetito no te impida una buena alimentación en verano
La especialista en nutrición e investigadora en endocrinología y nutrición, Chiva-Blanch, recomienda:
- Consumir alimentos frescos, de temporada, crudos, como: ensaladas enriquecidas con legumbres y pasta o arroz, que ayudan a aumentar la energía cuando se combinan con las proteínas necesarias.
- Favorecer el consumo de verduras como: tomate, pepino, cebolla, calabacín, pimiento, judía verde, berenjena, por su alto aporte de vitaminas, minerales y antioxidantes.
- Consumir más frutas y menos snacks procesados.
- Evitar el consumo de bebidas alcohólicas, que si bien tiene un efecto refrescante, también tiene una gran carga calórica.
- Al comer fuera de casa evitar las comidas fritas ricos en aceites y grasas, que por lo general terminamos comiendo más que las que necesitamos.
- Procurar establecer horarios y rutinas para las comidas para contrarrestar los efectos del aumento de las horas con luz.
Chiva-Blanch recomienda comer frutas y verduras durante el verano porque son ricas en agua, ligeras y de fácil digestión.
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