Avión venezolano-iraní llegó a Florida y el gobierno de Maduro promete una “respuesta contundente”
La aeronave, que inicialmente fue propiedad de la empresa iraní Mahan Air y luego pasó a pertenecer a una filial de la estatal venezolana Conviasa, se vio envuelta en un escándalo que implicaba presuntos vínculos con actividades ilícitas y terroristas
El avión de Emtrasur en la pista del aeropuerto Ambrosio Taravella en Córdoba, Argentina, el 6 de junio de 2022 Crédito: Sebastian Borsero | AP
El avión de la aerolínea venezolana Emtrasur Cargo, que hizo su entrada en Argentina en junio de 2022 con una tripulación conformada por ciudadanos venezolanos e iraníes bajo sospecha de actividades de espionaje, aterrizó este lunes en Florida, listo para ser entregado a las autoridades estadounidenses.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció con satisfacción en un comunicado que la aeronave fue “devuelta con éxito”, marcando el fin de una saga que mantuvo la atención internacional durante meses y ha involucrado a múltiples países, desde Argentina hasta Irán, pasando por Venezuela y Estados Unidos, reseñó la agencia de noticias Efe.
La transferencia de custodia de la aeronave se produjo el pasado 11 de febrero, cuando el gobierno argentino cumplió con una orden del Tribunal del Distrito de Columbia y entregó el avión a Estados Unidos. El Boeing 747, que partió del Aeropuerto Internacional de Buenos Aires, en Ezeiza, a la 01:30 hora local, finalmente arribó al Distrito Sur de Florida.
Presuntos vínculos con terroristas
La aeronave, que inicialmente fue propiedad de la empresa iraní Mahan Air y luego pasó a pertenecer a Emtrasur Cargo, filial de la estatal venezolana Conviasa, se vio envuelta en un escándalo que implicaba presuntos vínculos con actividades ilícitas y terroristas. Ambas empresas están sancionadas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, lo que complicó aún más el proceso.
El avión, que transportaba a cinco iraníes y 14 venezolanos en su tripulación cuando aterrizó en Argentina, fue retenido inicialmente por la Justicia de ese país. Posteriormente, los tripulantes fueron puestos en libertad debido a la falta de pruebas concretas que respaldaran las acusaciones de financiamiento de actividades terroristas.
Matthew Olsen, fiscal general adjunto, afirmó que la transacción que involucró al avión violó las leyes de control de exportaciones de Estados Unidos, ya que Mahan Air está sancionada y asociada a la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, un grupo catalogado como terrorista por Washington. Además, se reveló que el capitán del avión era un excomandante de la Guardia Revolucionaria.
Asimismo, Larissa Knapp, subdirectora ejecutiva de Seguridad Nacional del FBI, destacó que la entrega de la aeronave bajo custodia de Estados Unidos representa el cierre de un largo proceso para resolver el caso de manera justa, según mencionó en un comunicado oficial.
Por su parte, el gobierno de Nicolás Maduro emitió una declaración el 30 de diciembre exigiendo la inmediata devolución de la aeronave y argumentó que el tratado entre Argentina y Estados Unidos no puede aplicarse a un tercer Estado y que sería una violación a las obligaciones asumidas en convenios multilaterales.
Antes de la partida del avión desde Argentina, hubo un incidente confuso que involucró al segundo de la Embajada de Venezuela en Buenos Aires, quien violó la seguridad del avión Emtrasur Cargo al tomar fotografías el 6 de febrero, lo que resultó en su declaración como persona no grata y su posterior salida del país en un plazo de 48 horas.
En respuesta al traslado del avión hacia Estados Unidos, el gobierno de Venezuela prometió una “respuesta contundente” y señaló que utilizará todos los recursos disponibles en el marco de la Constitución, la diplomacia y el derecho internacional para abordar lo que consideran un “ataque” y un “robo descarado” perpetrado por Washington y Buenos Aires.
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