Dueña de la casa de Sex and the City se “cansa de la fama”

La dueña de la casa que aparece en "Sex and the City", dijo que está cansada del turismo que no deja de llegar para tomarse fotos en las icónicas escalinatas

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Sex and the City Crédito: EFE

¿Te imaginas tener en tu casa a miles de fans cada día, tomando fotos, haciendo videos de TikTok y hasta celebrando en tu entrada como si fuera una fiesta? Eso es lo que le pasa a Barbara Lorber, la dueña de la famosa casa de Carrie Bradshaw en Sex and the City, ubicada en el número 66 de Perry Street, en Nueva York.

Pero después de casi 30 años de ser un “destino turístico global”, ya está harta.

La propiedad de cuatro pisos, que en la serie se muestra como el hogar de Carrie en el West Village, ha atraído a tantos fans que, a cualquier hora del día o la noche, la calle está llena de turistas.

Según Lorber, estos visitantes no solo se toman fotos con flash, sino que también suben por las escaleras, hacen ruido, graban en redes sociales y, lo peor, incluso han intentado abrir su puerta o vandalizar la propiedad, lo que representa para ella un caos total.

La icónica escalinata de Sex and the City

Aunque ya había instalado una cadena para restringir el paso, la dueña asegura que esto no ha sido suficiente, ya que muchos se saltan las restricciones. Ahora, Lorber planea instalar una valla metálica alrededor de la casa para recuperar un poco de su “calidad de vida”.

“Hay un interés interminable en mi célebre escalinata”, comentó en una carta a las autoridades, quejándose de la invasión constante a su privacidad.

La casa se hizo aún más famosa con el regreso de Sex and the City en forma de la serie And Just Like That, que ha atraído a una nueva generación de fans. A pesar de la molestia de Lorber, algunos turistas comprenden su decisión.

“Creo que es una medida de seguridad prudente”, comentó Angela Guerra, una visitante de Texas, quien añadió que la verja será mejor para la privacidad de la dueña y más segura para todos, publicó la agencia EFE.

Lorber, que ha vivido en el edificio desde 1978, reveló que incluso su vecina de enfrente ha recibido amenazas por tratar de llamar la atención de los turistas. La nueva valla, por lo tanto, no solo busca proteger la privacidad de Lorber, sino también la de las demás familias que viven en el edificio.

Mientras tanto, los turistas seguirán llegando a Perry Street, aunque ahora tendrán que encontrar un nuevo ángulo para sus fotos.

Y aunque Lorber lamenta lo que se ha convertido en su casa, también reconoce que en su momento, cuando la serie se filmaba, nunca imaginó que su hogar se convertiría en un “punto clave” del turismo neoyorquino.

“Me dio lástima el joven encargado de localizaciones, que me dijo que si no conseguía esta casa, perdería su primer trabajo en el sector”, recordó con cierto tono de nostalgia.

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