Autopsia revela que recién nacida no murió mordida por perro en hogar en Queens, Nueva York
La autopsia determinó que una bebé fue mordida por el perro de la familia después de haber fallecido en un hogar en NYC. La causa de la muerte sigue pendiente

Perro raza pit bull/Archivo. Crédito: Osvaldo Flores | UnSplash
Una autopsia reveló ayer que Kiyanna Winfield, bebé de un mes de nacida, no murió mordida por el perro de la familia en la víspera en un hogar en Queens (NYC) como había dicho su madre.
Si bien la autopsia descartó la mordedura del perro, el médico forense no ha determinado la causa del deceso, indicó ABC News. Según el reporte las lesiones causadas por el perro ocurrieron después de la muerte de la bebé y se requieren más pruebas para determinar cómo falleció.
La menor de seis semanas de edad se encontraba en la cama entre su madre de 26 años y su padrastro en su apartamento en Queensbridge North Houses, complejo de vivienda pública (NYCHA) en Long Island City, cuando la pareja se despertó alrededor de las 6:30 a.m. del martes y vio a un cachorro pit bull mordiéndole la cara, según informaron a la policía.
La bebé falleció en el lugar de los hechos, en 12th St. cerca de 41st Ave, e inicialmente los investigadores creyeron que el perro era responsable de su muerte. El cachorro pit bull mestizo, también de seis semanas, fue llevado por el Departamento de Policía de Nueva York a un refugio de Animal Care Centers de la Ciudad de Nueva York el martes por la noche. Allí quedó en observación por rabia durante 10 días, destacó Daily News.
La madre de la víctima, Lillian Burton, estaba emocionada por ser haber tenido un bebé por 2da vez, según informaron amigos y familiares. No se han realizado arrestos mientras la policía continúa investigando el incidente.
En octubre una niña y dos mujeres adultas resultaron heridas tras ser mordidas por dos perros pit bulls en Long Island, raza que el año pasado causó varias muertes alrededor del estado Nueva York.
También ese mes un hombre de 59 años murió dramáticamente al ser atacado por varios canes de esa raza en Albany, la capital estatal. En septiembre un cliente fue acusado de intento de homicidio por golpear y atacar con su perro pit bull al trabajador de una pizzería en la 5ta Avenida de Nueva York, dejándolo gravemente herido.
A principios de agosto dos perros raza pit bull mataron a un bebé de 3 meses dentro de una casa en Rochester (NY) y sus padres adolescentes fueron acusados de homicidio involuntario. Un portavoz de la ciudad dijo que se esperaba que los perros fuesen sacrificados una vez que se completase la investigación.
En abril de 2024 un hombre de 41 años murió tras ser mordido por su perro raza pit bull dentro de su apartamento en El Bronx (NYC). Los dos agentes de la policía de Nueva York que respondieron a la emergencia mataron a tiros al animal.
En agosto de 2023 un niño latino de 11 años fue hospitalizado gravemente tras ser atacado por el perro “de terapia emocional” de su tía en un apartamento del Bajo Manhattan (NYC). En otro caso similar, en marzo de ese año dos perros de pelea murieron baleados por la policía de Nueva Jersey (NJSP) después de herir a mordidas a una mujer y sus dos hijas en su propia casa.
En octubre de 2022 un grupo de perros pit bulls fueron removidos de un hogar en Staten Island (NYC) luego de atacar a dos niños y una adolescente. En julio de ese año una mujer de 70 años murió violentamente después de que el perro pit bull de su familia la atacara en su hogar en Albertson (Long Island, NY).
En agosto de 2021 un bebé de 19 meses falleció atacado por un perro Rottweiler de la familia mientras estaba bajo el cuidado de sus hermanos menores de edad en Brooklyn (NYC). En junio de 2021, también en ese condado, un hombre en silla de ruedas falleció aparentemente mordido por sus perros pit bulls. Meses antes, al menos dos niños murieron atacados por perros en sus hogares en Nueva Jersey.
La ciudad de Nueva York no tiene leyes que prohíban o restrinjan los pit bulls, pero muchos propietarios se muestran reacios a alquilar a personas que los poseen. La Autoridad de Vivienda de la Ciudad de Nueva York (NYCHA) los prohíbe en sus propiedades, lo cual a veces genera disputas violentas entre vecinos.